EEUU/ Standing Rock: celebrada la victoria, la lucha continúa [Nancy Romer]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Dic 13 13:08:45 UYT 2016


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Correspondencia de Prensa

13 de diciembre 2016

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Estados Unidos

Standing Rock

Celebrada la victoria, la lucha continúa

Nancy Romer

Viento Sur, 12-12-2016

http://www.vientosur.info/

Tras ocho meses de haber iniciado la acampada con unos cientos de jóvenes
nativos americanos y haber llegado a las 15 000 personas, en los campamentos
de Standing Rock (Dakota del Norte), se celebró la victoria. El Cuerpo de
Ingenieros del Ejército de Estados Unidos rechazó la petición de Energy
Transfer Partners (ETP)/1 y su "familia" de empresas logísticas para que
garantizar la construcción del oleoducto de Dakota (DAPL, Dakota Access
Pipeline) bajo el lago Oahe y el río Missouri, que amenazan el
abastecimiento de agua y los cementerios sagrados de los Sioux de Standing
Rock. Además, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército exigió que para
reconsiderar esta decisión sería precisa una Declaración de Impacto
Medioambienta global, que generalmente tarda meses, y a veces años, en
realizarse.

El oleoducto DAPL es un proyecto de 1 770 Km, con un coste de 3 700 millones
y que prevé transportar más de 500 000 barriles de crudo diario desde Dakota
del Norte hacia del centro-oeste y eventualmente a la costa este y al sur de
Estados Unidos. La soleada y aventada pradera de Standing Rock revela lo
absurdo de la construcción de una infraestructura para combustibles fósiles
que daña enormemente al planeta cuando en todas partes existen energías
renovables a la espera de ser desarrolladas.

La decisión del 4 de diciembre se dio justo después que 2 500 veteranos de
guerra estadounidenses se sumaran a los "protectores del agua", como se les
conoce en Standing Rock. Los veteranos formaron un escudo humano para
defender a los "protectores del agua" de la multitud de policías locales que
defienden los intereses de la industria privada del gas y el petróleo.
Muchos de estos veteranos, que sirvieron en Afganistán e Irak, afirman que
defendiendo Standing Rock sienten por primera vez que están protegiendo al
pueblo estadounidense.

Después de 500 años de colonización blanca y de que el gobierno de Estados
Unidos robe la tierra a las tribus nativas americanas, fomentando la
división entre ellas, más de 200 tribus nativas se han unido para defender
Standing Rock. La historia del genocidio y del colonialismo impuesto por el
gobierno constituyen temas recurrentes en esta lucha.

La principal "ruta" que atraviesa el campamento es la Flag Row, un largo
camino de tierra lleno de banderas tribales de todo el continente Americano
que muestran su unidad. [En la acampada] rigen estrictas normas de respeto:
no se permiten drogas ni alcohol ni cualquier tipo de armas, se respetan las
decisiones adoptadas por el consejo tribal y por los ancianos y se impulsa
la no-violencia. Su lema es "El agua es vida". A Standing Rock han acudido
miles de indígenas de todo el mundo y decenas de miles de no-indígenas para
defender los derechos indígenas y proteger a la Madre Tierra. Quieren matar
a la "serpiente negra": la DPAL. En Standing Rock residen las semillas de la
unidad y la disidencia.

Tierra Madre y/o derechos indígenas

Activistas indígenas como Tara Houska, abogado en defensa del Honor de la
tierra, o Anishinaabe y Tom Goldtooth, líder Navajo de la Indigenous
Envirenmental Network, consideran que la lucha contra el oleoducto va más
allá de la defensa de las tribus; lo consideran como la defensa de la Tierra
Madre. Desean ver el desarrollo de las energías renovables y el fin de los
combustibles fósiles.

Dave Archambault II, jefe de la Tribu Sioux de Standing Rock y portavoz
principal de la coalición tribal, se sentirá contento si el oleoducto se
desplaza del territorio Sioux. Dijo a los "protectores del agua" que podían
volver con sus familias para pasar el invierno, que su trabajo ya estaba
hecho. Manifestó de forma reiterada que no se opone a proyectos de
infraestructura o de "independencia energética" sino a que los pueblos
indígenas no sean consultados cuando el oleoducto pasa por sus tierras y
aguas.

Muchos nativos americanos, pobres, desesperados y sin oportunidades,
vendieron los derechos del subsuelo de sus parcelas a las empresas del
combustible fósil. Esta es una contradicción básica en los pueblos
indígenas: quienes ven la Tierra Madre como su responsabilidad para
protegerla para las futuras negociaciones (un mantra indígena) frente a
quienes quieren salir de la pobreza, que es algo mucho más inmediato. Se
trata de un fenómeno global.

Meses de lucha contra los cuerpos de seguridad locales han dejado un balance
de cientos de activistas arrestados, balas de goma, gases lacrimógenos,
cañones de agua utilizados con agua helada, gente con heridas graves y un
brutal trato a las personas detenidas. Las imágenes de esta brutalidad
policial contra el pueblo indígena y contra quienes les apoyaban
galvanizaron el apoyo a las protestas y atrajeron a miles de personas a los
campos 5 y 6, que conforman la extensa acampada de Standing Rock.

A menudo, los Ancianos de la tribu miran con recelo muchas de las
actividades "no oficiales" desarrolladas por el "Red Warrior Camp" y sus
aliados, porque han generado mucha violencia contra ellos. No obstante, los
jefes tribales censuran la violencia y la naturaleza partidista de la
salvaje respuesta en " aplicación de la Ley". Red Warrior ve en estas
acciones de confrontación directa la razón por lo que Standing Rock se ha
dado a conocer y ha atraído la atención y ganado los corazones de los
defensores radicales de los derechos humanos en todo el mundo.

Vivir en Standing Rock: Construir espacios liberados

En Standing Rock se han creado campamentos masivos, repletos de tiendas de
cocina, cada una de las cuales alimenta a cientos de personas cada día,
donaciones a gran escala, servicios de asesoría legal, médica y psicológica,
escuelas, sesiones de orientación y cursos de acción directa. Cada mañana y
cada noche la gente se reúne alrededor del fuego sagrado y escucha las
noticias, los discursos, la música y baila y siente el poder de la unidad.

En comparación con Occupy Wall Street y sus distintas vertientes, Standing
Rock aparece como un espacio mucho más amplio, más dinámico y mucho más
disciplinado. Ha atraído la imaginación y el apoyo de cientos de miles de
personas en todo el planeta, desde los pueblos indígenas samis de Noruega
hasta los trabajadores y trabajadoras de todo Estados Unidos que están
enojados con la falta de apoyo de la clase obrera organizada, y en concreto
la AFL-CIO.

La presencia juvenil salta a la vista en los campamentos aunque también hay
un montón de personas mayores y niños y niñas. La gente solidaria acampa en
el exterior y ayuda a preparar para el invierno los tipis, las yurtas, las
tiendas kakis, las caravanas, las tiendas de campaña, las furgonetas y los
autobuses escolares, que en conjunto constituyen una pequeña ciudad de
protesta.

Se ha creado un espacio liberado, un espacio donde las personas progresistas
pueden unirse para proteger juntas sus ideas y sus culturas. El sentimiento
utópico del lugar se hace palpable. La atracción de un espacio liberado como
este es tanto más significativa ante el recién elegido presidente de Estados
Unidos, Donald Trump. El campamento constituye tanto una vuelta a la
historia y como un pueblo futurista del cuidado y compromiso con un mundo
más igualitario y solidario.

Son muchas las semejanzas con Ocupar Wall Street, tanto en lo que respecta a
la construcción de una alternativa con valores progresistas y humanistas
como en lo referente a oponerse a la opresión de nuestro pueblo. Ambos
captan los corazones de gente progresista y comprometen a la mayoría de la
juventud, si bien entre los partidarios de Standing Rock hay muchas más
gente de color de todos los orígenes.

En esta solidaridad está presente la historia de las tribus indígenas que
dieron la bienvenida a los afrodescendientes, especialmente durante la
esclavitud. El éxito de Standing Rock se basa en los valores culturales
indígenas de respeto, en la forma representativa de tomar decisiones, en la
disciplina y el trabajo que se expresa a través de una espiritualidad
profunda que conecta nuestra actividad humana con la tierra. En Standing
Rock reina el orden y las normas de comportamiento están claramente
articuladas y fomentadas, aunque no se fuerce su cumplimiento.

Naomi Klein, en su revelador libro, Esto lo cambia todo, afirma que el
movimiento en defensa del clima solo puede triunfar si plantea la opresión
racial, de género y económica como elementos fundamentales de su estrategia
y se pone a la cabeza de los sectores más afectados por el cambio climático
y del capitalismo salvaje. Sin un lenguaje tan explícito, esto es lo que
está pasando en Standing Rock. El poder de esta estrategia impacta a todo el
mundo que entra en el campamento y se integra en el movimiento. La fuerzas
de este enfoque es enorme.

¿Y hacia adelante?

El 4 y 5 de diciembre, más de 15 000 personas celebraron la decisión del
Cuerpo de Ingenieros del Ejército de negarse a garantizar los trabajos para
el oleoducto, tal y como esta previsto, pero la lucha no ha terminado.
Varios factores hacen que una compleja red de posibilidades subraye la
necesidad de continuar con la acampada y el apoyo masivo.

En primer lugar, Trump puede revocar la decisión del Cuerpo de Ingenieros
del Ejército de EE UU. y obligarlas a garantizar los trabajos de la ETP. Una
decisión sería recurrida en los tribunales, porque el Tribunal de
Apelaciones del Noveno Circuito de los Estados Unidos dictaminó que una
resolución adoptada en base a hechos no puede ser modificada por la llegada
al poder de nueva Administración. La Corte Suprema de Estados Unidos declinó
tomar ninguna decisión, dejando prevalecer la adoptada por el tribunal del
Noveno Circuito.

Si Trump intenta obtener el permiso sin una declaración de impacto
medioambiental, se encontrará con un recurso inmediato que impediría seguir
adelante, al menos de forma inmediata. Además, las inversiones de Trump en
DAPL, entre 500 000 y 1 millón de dólares le pueden crear un conflicto de
intereses ingobernable. La existencia de otros recursos contra ETP en los
tribunales también puede ralentizar aún más el proceso.

Más allá de eso, Trump ha hablado de privatizar más de 56 millones de acres
de las reservas de nativos americanos con el fin de facilitar la explotación
de los recursos naturales de esas tierras. Según la Red Indígena Ambiental,
las reservas indígenas cubren el 2 % de las tierras estadounidenses, pero se
estima que contienen un 20 % de sus reservas de petróleo y gas, además de
grandes reservas de carbón. Esa lucha ampliará la organización y la
resistencia.

En segundo lugar, y quizás lo más importante, son los detalles de los
acuerdos entre ETP y Sunoco Logistics, su socio en este proyecto, con la
docena de las principales instituciones financieras que han invertido en
DAPL. Estos contratos pueden ser anulados y/ o renegociados si el gasoducto
no se termina para el 1 de enero de 2017. En ese momento las instituciones
financieras podrán retirar o disminuir sus inversiones de forma legal. Hay
docenas, tal vez cientos, de grupos en los Estados Unidos que están
presionando a estas mismas instituciones financieras para que abandonen sus
inversiones en DAPL. Muchos de los fondos de pensiones de las y los
trabajadores públicos y de otros sectores están invertidos en esas
instituciones financieras y sus titulares están impulsando campañas para
hacerlo público y exigir su desinversión.

Quienes las impulsan han estado rompiendo sus tarjetas de crédito y cerrando
sus cuentas de los bancos que invierten en DAPL. The Sightline Institute
realizó un estudio financiero de DAPL y los encontró "desvencijados".
Hallaron que el valor del petróleo crudo ha disminuido en cerca de 50 %
desde que fueron firmados los contratos, lo que hace que mucho menos
probables los beneficios imprevistos de esta empresa. También encontraron
una fuerte disminución en la producción de petróleo que puede indicar que el
oleoducto ya no es necesario. Para algunos de los inversionistas, DAPL
aparece con riesgos a muchos niveles.

En tercer lugar, ETP también se escabulle de los trabajos. Su contrato
indica que no son responsables de la terminación del proyecto si se producen
"disturbios". ETP, junto con sus aliados en la aplicación de la ley local de
Dakota del Norte han estado calificando de "disturbios" la acción directa de
los "protectores de agua", preparando el terreno para una posible
desistimiento de su responsabilidad. Los manifestantes han sido pacíficos a
pesar de las provocaciones y cantidad de videos evidencian que la violencia
ha emanado de las fuerzas del orden y no los manifestantes. Pero
"disturbios" es el lenguaje que ETP y la policías utiliza para fines
específicos.

En cuarto lugar, el apoyo popular en Standing Rock parece crecer cada día y
con cada informe de la violencia contra los protectores del agua. Hay retos
similares en los oleoductos de combustibles fósiles en muchas otros lugares
de Estados Unidos y la gente se reúne para protestar en esos lugares
también. Se ha impuesto el modelo de acampadas, de crear espacios liberados
que protegen a los activistas, la tierra, el agua y al movimiento.

Ninguna fuerza lo impedirá. Desde el oleoducto AIM Spectra que pasa por
debajo del río Hudson e inmediatamente después bajo la central nuclear de
Indian Point, a 10 millas de la ciudad de Nueva York, a la coalición Black
Mesa Water n del suroeste de Estados Unidos, las luchas para rechazar la
infraestructura de combustibles fósiles y poner en pie una economía de
energía sostenible está presente en todas partes de EE UU, como lo está en
todo el planeta.

Emerge una nueva solidaridad. Una que tiene un gran potencial para unir a la
izquierda bajo las banderas de la opresión de la gente, particularmente la
gente de color, y de la propia tierra. La esperanza radica en cabalgar esa
unidad con la vista puesta en resolver ambas opresiones simultáneamente.
Está emergiendo un nuevo mundo. Su hogar está en todas partes, sus
habitantes son muchos. Mientras sus oponentes están en ascenso, la lucha
continúa. La compasión, el respeto, las exigencias claras, los procesos de
toma de decisiones y la solidaridad pueden guiar el camino.

* Nancy Romer, es una activista por la justicia social y feminista y
participa en el movimiento por la justicia climática. Es Profesora Emerita
de Psicología en el Brooklyn College.

Nota

1/La "Familia de Transferencia de Energía" de las corporaciones involucradas
en la logística detrás de la construcción del Oleoducto Dakota Access son:
Enbridge, Inc., Energy Transfer Partners, Energy Equity Partners, Marathon
Petroleum Corp., Sunoco LP y Phillips 66.

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