Brasil/Río de Janeiro/ desde una iglesia: policía militar dispara contra trabajadores [Fania Rodrigues]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mie Dic 14 14:59:38 UYT 2016


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Correspondencia de Prensa

14 de diciembre 2016

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Brasil/Río de Janeiro

Policía Militar usó los balcones de la Iglesia San José como trinchera para
disparar balas de goma a trabajadores

"La última vez que la policía invadió una iglesia en Brasil fue en la
dictadura"

Fania Rodrigues, Río de Janeiro

Brasil de Fato, 12-1-2-2016

https://www.brasil/

Traducción de Pilar Troya – Brasil de Fato

En medio de la protesta contra el "paquete de maldades" del gobernador de
Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão (PMDB), una imagen llamó la atención.
Policías militares estaban dentro de la Iglesia San José, en el centro de
Río, posicionados en las ventanas, disparando contra los manifestantes que
protestaban frente a la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro (Alerj). La
escena, ocurrida en el último 6 de diciembre, chocó tanto por la violencia
de la Policía Militar (PM) contra la población cuanto por el lugar donde se
encontraban los que disparaban. La iglesia se convirtió en trinchera militar
para los policías.

“La tropa de la PM invadió la iglesia por la puerta del fondo, para acceso
de los empleados y, subiendo a los balcones, en el 2º piso, de ahí encima
lanzaban bombas de gas lacrimógeno y de efecto moral y de gas pimienta. Los
manifestantes se amotinaron y comenzaron a apedrear nuestro santuario de 410
años”, informó la Hermandad del Glorioso Patriarca San José, a través de una
nota.

Brasil de Fato habló con la Arquidiócesis de Río de Janeiro, pero también
con otros religiosos, como el monje benedictino, Marcelo Barros, escritor y
teólogo, así como el historiador André Leonardo Chevitarese, profesor de la
Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y uno de los investigadores más
respetados sobre religión. El objetivo es entender que representa la acción
de la PM.

Según el monje Marcelo Barros, la última vez que una iglesia fue invadida
por fuerzas de seguridad del Estado aconteció en 1968, durante la dictadura
militar, en Salvador. “Eso ocurrió cuando un grupo de jóvenes manifestantes
se refugió dentro del Monasterio de San Bento, corriendo de la represión, y
los policías invadieron el local con la intención de disparar o capturar a
los jóvenes que protestaban contra el régimen”, afirma el teólogo.

Mientras tanto, de acuerdo con informaciones del asesor de prensa de la
Arquidiócesis, Adionel Carlos de la Cunha, en el estado de Río de Janeiro no
hay noticia de ataques o de uso de la iglesia como aparato militar, ni en la
época de la dictadura. “Este hecho, en los años que estoy aquí (desde 1967),
fue único en la Arquidiócesis”, garantiza el asesor.

El padre Luís Corrêa Lima, profesor de Teología de la Pontificia Universidad
Católica de Río (PUC-Río), afirma que los templos religiosos son lugares de
amnistía política y militar. Incluso en los años duros de la dictadura, en
la década de 1970, en São Paulo, hubo episodios en que el régimen no atacaba
dentro de las iglesias. “Hubo un caso que ocurrió en 1978. Don Mauro
Morelli, obispo auxiliar de São Paulo, substituía a don Paulo Evaristo Arns
(Arzobispo de São Paulo), que estaba viajando. Hubo, en la Plaza de Sé, una
protesta de amas de casa del movimiento contra el alza del costo de la vida.
La policía reprimió con violencia, y don Mauro abrió las puertas de la
catedral para recibir a los manifestantes. Y la policía no invadió”, relata
el padre Luís Corrêa Lima.

En tiempos democráticos, esta es la primera vez que algo así ocurre en
Brasil, según el historiador de la UFRJ, Andre Leonardo Chevitarese. “Nunca
vi nada parecido. Estamos viviendo un Estado de represión. Esto es un
escándalo. La iglesia se demoró mucho en reaccionar, el párroco debería
haber exigido al comandante de la operación de la PM que los policías se
retirasen de la iglesia”, argumentó el historiador.

Según relatos de los manifestantes los policías habrían permanecido largas
horas dentro de la iglesia, usando las ventanas como trinchera y posición
militar. “Desde las 12h30 ya había policías en la ventana de la iglesia, no
me acuerdo hasta que horas se quedaron, pero fue mucho tiempo”, revela un
comunicador de Mídia Ninja, que acompañó toda la protesta. En total fueron
más de 6h de confrontaciones entre la PM y los manifestantes, que se
extendió por varias calles del centro de la ciudad de Río de Janeiro.

El monje Marcelo Barros argumentó que la acción de la PM dentro de la
iglesia representa una señal de los tiempos actuales. “Estamos en una época
en que ya no se respetan más las instituciones. Una presidente electa
democráticamente sufrió impeachment sin crimen. Y el presidente del Senado
no cumple un orden judicial. Para que sirven entonces las instituciones?”,
cuestiona.

El religioso también resalta que condena la invasión militar de cualquier
templo religioso. “Existen convenciones internacionales que resguardan los
templos religiosos como lugares de paz. Además de eso, en el mundo esa
directriz se respeta desde la Edad Media. Pero peor que violar una iglesia,
es atacar a la persona humana, a los manifestantes que están protestando por
sus derechos”, resalta el religioso.

Violencia extrema

El fuerte aparato militar usado por la PM para reprimir el acto impresionó a
los trabajadores. “Usaron la caballería, motos de diversos tipos, carros de
choque con hombres en la parte trasera disparando, por lo menos un blindado,
muchas bombas de gas lacrimógeno, de gas pimienta, de efecto moral, con
fragmentos que queman la piel, incluso me quemé levemente en el brazo”,
contó el integrante de Mídia Ninja entrevistado por Brasil de Fato. El
profesor Leon Diniz dice que también quedó impresionado con la violencia de
la PM. “El grado de violencia que vimos sólo se compara a las represiones de
2013”, afirma el profesor.

Respuesta de la PM y de la Arquidiócesis

En una primera versión sobre el episodio, el comando de la PM del Río de
Janeiro informó a través de sus redes sociales que “fue necesario que
policías de choque entraran en la iglesia vecina a Alerj para frenar
acciones violentas en el interior y en el entorno”. Mientras, no hay
relatos, imágenes o vídeos de manifestantes dentro de la iglesia, que estaba
con las puertas cerradas.

Entretanto, según nota de la Arquidiócesis de Río de Janeiro, en la mañana
del último día 7, el Coronel Wolney Dias Ferreira, comandante general de la
PMERJ, se reunió con el cardenal arzobispo Don Orani Tempesta, pidió
disculpas y se comprometió a garantizar que esta conducta no vuelva a
suceder. “El comandante general de la PMERJ, con sus asesores, llegó a
presentar aclaraciones y pedir una disculpa formal por lo desafortunado que
pasó”, informó la Arquidiócesis, que considera que el tema superado y
cerrado.

La Iglesia Católica también repudió el uso de la violencia aplicada por la
PM. “El recurso a la violencia nunca es solución. Las soluciones efectivas
surgen de la solidaridad, del diálogo y del sacrificio. Si grandes son los
problemas, mayores deben ser nuestra capacidad de dialogar incansablemente,
la fuerza de nuestra solidaridad y el cuidado, para que los más pobres no
sufran una carga aun mayor con una dosis desproporcionada de sacrificio”,
decía la nota de la Arquidiócesis, comandada por el arzobispo don Orani
Tempesta.

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