Venezuela/ la escalada, el país entrampado [Michael Penfold]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Oct 27 22:56:56 UYT 2016


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Correspondencia de Prensa

27 de octubre 2016

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Venezuela

La escalada

Michael Penfold *

Prodavinci, 27-10-2016 

http://prodavinci.com/

1

El bloqueo del Referendo Revocatorio es un punto de quiebre tanto para el
gobierno como para la oposición. El chavismo ha provocado una ruptura
constitucional que lo lleva ineludiblemente a la profundización de un
sistema autoritario, pero además borra cualquier salida electoral a la
crisis venezolana, al menos en el corto plazo. Así se plantea un problema de
gobernabilidad muy serio para el chavismo en su conjunto, y no sólo para
Nicolás Maduro, pues el gobierno ha roto incluso con las propias reglas bajo
las cuales funcionaba la revolución. Al parecer sólo les queda el apoyo de
los militares para mantenerse en el poder.

Al negar la salida electoral, el chavismo también negó su origen popular. Ya
la revolución no es cívico-militar, sino un asunto estrictamente castrense,
por lo que también deja de ser estrictamente chavista. Si el chavismo más
radical pensó que el Referendo Revocatorio podía poner en riesgo el legado
revolucionario, entonces también es cierto que la decisión de frenar su
realización fulminó ese mismo legado que lo justifica.

Y no será sencillo para el chavismo convivir con esta decisión: la procesión
va por dentro y semejante acontecimiento debe haber producido enormes
fisuras.

2

La oposición también ha entrado en otro juego político, uno que es
sustancialmente diferente a la visión bajo la cual venían operando: han
pasado de un camino electoral donde ya es mayoría aunque sus poderes
públicos sean sistemáticamente vaciados de contenido, a un camino de
rebelión ciudadana orientando a aumentar la protesta social para forzar el
restablecimiento del hilo constitucional.

La movilización de calle a nivel nacional, la presión internacional y la
necesidad de cuestionar el ejercicio de la presidencia a través de un juicio
de responsabilidad política pasan a ser ahora esfuerzos que buscan
precipitar una crisis interna dentro de la coalición oficialista, todo con
miras a resquebrajar el sistema actual o al menos obligar a una posible
negociación que asegure la restauración de la gobernabilidad democrática del
país.

La estrategia de la oposición se conoce como blitzkrieg, con miras a hacer
tan alto el costo de la represión a la movilización popular que obligue al
gobierno a considerar la posibilidad de retractarse de la suspensión del
referendo, adelante unas elecciones generales o acepte un colapso final del
sistema.

El alto rechazo popular del gobierno como consecuencia de la crisis
económica, el amplio triunfo de la oposición en las elecciones legislativas
y haber cumplido con los requisitos iniciales para activar el referendo les
permite hacer esa apuesta.

El gobierno, por su parte, redobla su dependencia del estamento militar y su
control sobre las instituciones del Estado como mecanismo disuasivo ante la
ofensiva opositora. Un sendero que implica el endurecimiento de la represión
(sobre todo la represión selectiva) de una sociedad que se va a mostrar
rebelde, pues permanece frustrada ante su incapacidad de producir un cambio
político y económico por medio del uso de su propia Constitución.

3

El sustrato de esta dinámica es una escalada del conflicto venezolano que
supone, ineludiblemente, una nueva espiral de violencia. Muchos argumentarán
que era previsible, dada la naturaleza intransigente del chavismo. Sin
embargo, lo triste es que no sabemos si podremos salir de este proceso pues
esta lógica sólo termina cuando alguna de las partes logre imponerse, bien
sea a través de la presión popular o a través de la violencia.

Lo cierto es que el CNE, al bloquear la activación del único derecho
constitucional que permitía promover un cambio democrático en el corto
plazo, (incluso luego de condicionarlo con todo tipo de reglamentaciones)
pasó a exacerbar la tragedia venezolana: al acatar la decisión de una
instancia penal estadal sobre una competencia electoral nacional, mostró su
lado más oscuro y complaciente del ejercicio del poder y abdicó sus
funciones.

En medio de este contexto aparece El Vaticano como facilitador de una mesa
de diálogo y negociación, pero cuya agenda va a tener que cambiar debido a
la abrupta suspensión del revocatorio. Y aunque ambas partes reconocen a
este actor internacional como un facilitador legítimo, todos ven este
proceso con suspicacia. La mesa se convierte por lo tanto en un factor que
divide a todo el espectro político del país.

Es decir: el diálogo y la negociación están comprometidos porque nadie los
quiere, pero ambas partes lo necesitan.

El gobierno no quiere negociar, pero dialogar le permite ganar tiempo. Y la
oposición quiere negociar sin dialogar para poder obtener las concesiones
que reclama.

Y si bien algunos creen que los tiempos de Dios son perfectos, los de la
Iglesia podrían ser diferentes.

4

El país está entrampado.

La posibilidad real de que surjan unas elecciones generales adelantadas como
resultado de acuerdos alcanzados en esta mesa es una opción realista, al
menos en la medida en que la situación sea socialmente tan efervescente que
obligue a los militares a imponer un acuerdo y una salida democrática.

Del diálogo mediado por El Vaticano puede resucitar también el revocatorio,
pero esta vez con un mapa que contenga un potencial gobierno interino y la
liberación de los presos políticos, a cambio de algunas garantías para el
chavismo. Es lo que buscaría precipitar la oposición con las acciones que ha
anunciado y es lo que una parte del chavismo aceptaría.

¿Y si la mesa se convierte en otro fracaso, como los que ya hemos
experimentado en el pasado? Ante la magnitud del conflicto político
venezolano, la intransigencia de las partes y el apoyo del sector militar al
gobierno a la hora de contener a la sociedad sin la necesidad de convocar a
elecciones, eso sería un triunfo para el gobierno, aunque igualmente tendrán
que pagar un costo muy alto a nivel internacional.

Si eso pasa, Venezuela puede quedar aislada regionalmente.

Es cierto que Venezuela ya entró en una nueva coyuntura histórica. Incierta.
Volátil. Riesgosa. Incluso marcada por la escalada de un conflicto que
determinará, sin duda alguna, la relación futura entre el Estado y la
Sociedad.

Es seguro que este país no volverá a ser el mismo. 

* Michael Penfold es Investigador Global del Woodrow Wilson Center, Profesor
Titular del IESA en Caracas y Profesor Invitado de la Universidad de Los
Andes en Bogotá. Es Ph.D de la Universidad de Columbia especializado en
temas de Economía Política y Política Comparada. Fue Director de Políticas
Publicas y Competitividad de la CAF Banco de Desarrollo de América Latina.
Es Co-autor junto con Javier Corrales de Un Dragón en El Trópico: La
Economía Política de la Revolución Bolivariana (Brookings Institution) que
fue seleccionado por Foreign Affairs como mejor libro del Hemisferior
Occidental. Autor también de Dos Tradiciones, Un Conflicto: El Futuro de la
Descentralización (Mondadori) Editor del Costo Venezuela: Opciones de
Política para Mejorar la Competitividad y Las Empresas Venezolanas:
Estrategias en Tiempo de Turbulencia.  

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