Ecuador/ "Después del domingo ya no existe izquierda política en Ecuador" [Decio Machado - entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Abr 6 10:12:36 UYT 2017


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Correspondencia de Prensa

6 de abril 2017

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germain5 en chasque.net

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Ecuador

Entrevista a Decio Machado *

“Después del domingo ya no existe izquierda política en Ecuador”

Decio Machado (Sao Paulo, 1968), exasesor del presidente Rafael Correa
durante su primer periodo, es uno de los hombres que más ha seguido de cerca
el proceso de Alianza País (AP) en Ecuador, y sus diez años de Gobierno. Su
distanciamiento con AP, así como su escepticismo frente a los sectores de
derecha e izquierda, que se oponen al primer mandatario ecuatoriano, lo
sitúan en un inmejorable lugar para analizar, de forma más aguda el
acontecer del país vecino.

Felipe Pineda Ruiz

Democracia en la Red, abril 2017

http://www.democraciaenlared.com/

Los comicios del pasado domingo auguraban, desde el vamos, un desenlace y un
ganador decididos por “voto finish”. El devenir de los hechos estuvo a la
altura de las expectativas planteadas de antemano. El denominado “ciclo
progresista latinoamericano” depositaba todo su futuro, con el radio
prendido, en los resultados de las elecciones celebradas en el Ecuador.
Algunos analistas, como Alfredo Serrano Mancilla o Atilio Borón, definieron
estas elecciones como “el ballotage del todo o nada”. Borón llevó su
trascendencia más allá: definió la disputa entre el candidato oficialista
Lenin Moreno y el opositor Guillermo Lasso como la “batalla de Stalingrado”.
En medio de un panorama de intelectuales de izquierdas demasiado
radicalizados, a favor y en contra de los gobiernos progresistas
latinoamericanos, emerge la serena figura de Machado al margen del sesgo, el
gobiernismo, el odio y la polarización. Algunas de sus respuestas no dejan
de dejarnos perplejos, otras conservan un grado de crudeza al describir a
los diferentes actores del panorama político ecuatoriano. Para sorpresa de
esta casa, Democracia en la Red, Machado no tardó mucho en responder a
nuestro llamado y darle vida a un diálogo inicial devenido en entrevista.

-¿Cómo viste el proceso electoral del 2 de abril?

Vivimos una situación compleja. Si bien es cierto que Alianza PAIS gana las
elecciones y se prolonga en el poder ya con un nuevo liderazgo diferente al
de Rafael Correa, lo cierto es que la situación económica y social del país
es complicada. La falta de liquidez del Estado hace difícil que el país
pueda afrontar a corto plazo la política de endeudamiento interno y externo
agresivo realizado durante el último período de gestión correista, a la par
esta campaña electoral deja un fuerte nivel de polarización social que
empieza a tener cierta y preocupante semejanza con lo que sucede en
Venezuela.

Será complicada la cosa para el próximo gobierno, está por ver sus
capacidades para revisar los errores cometidos por el oficialismo durante
esta última década y posicionarse ya no como los herederos del pasado
inmediato sino como un nuevo gobierno con capacidad de enfrentar los nuevos
retos que tiene por delante… veremos qué pasa. Alianza PAIS, entre sus luces
y sombras, tiene muchas cosas que rectificar y algunos tenemos muchas dudas
sobre que tengan la voluntad y la capacidad para hacerlo.

-¿Tú crees que las protestas de CREO posteriores a los comicios, encabezadas
por el candidato Lasso, logren algún efecto concreto?

Personalmente creo que carecen aun del músculo militante necesario para
sostener una movilización prolongada con base al desconocimiento de los
resultados electorales. Sin embargo, es un hecho de que amplios sectores del
país están inconformes con el resultado electoral y la aptitud y el mal
hacer del Consejo Nacional Electoral tampoco ayuda en nada para solucionar
esta situación. Tanto en la primera vuelta como en la segunda vuelta, cuando
más se agudizaban las acusaciones de fraude electoral por parte de la
oposición hemos visto como la página web del mismo CNE quedaba inhabilitada.
Son errores imperdonables para una institución que está bajo sospecha por
parte de amplios sectores de la sociedad ecuatoriana. Demuestra falta de
profesionalismo, capacidad ejecutiva y estratégica.

Así las cosas, o cambian mucho las circunstancias que se desenvuelven en la
actual política ecuatoriana, o posiblemente asistiremos a un próximo
gobierno de perfil débil y cuestionado por ilegítimo bajo una estrategia
discursiva que será seguramente articulada desde los sectores más
reaccionarios del país. Esto se conjunta con que Alianza PAIS se ha ido
volviendo muy poco sexy para las y los ecuatorianos durante los últimos
años, su propuesta de gobierno ya no enamora como antaño.

-¿Cómo interpretas el mapa electoral que se consolidó en la elección del
domingo?

Creo que es pronto para digerir en todas sus dimensiones lo sucedido el
domingo. Tu pregunta en concreto es compleja y requiere de un análisis que
posiblemente se vaya realizando por parte de diferentes analistas en el
transcurso de los próximos días. En todo caso, los resultados del domingo
reflejan lo que ya se proyectó en la primera vuelta. Territorios con fuerte
influencia indígena y alta afectación de las políticas extractivas votaron
por el candidato conservador y el oficialismo ganó en lugares que antes
estaban en manos de los conservadores. Una mapa que en resumidas cuentas
refleja la complejidad política en la que está sumido ahora mismo el
Ecuador.

-¿Es posible inferir algún tipo de comportamiento electoral de las clases
medias?

Entre mis tareas pendientes está por analizar de forma detallada el voto
ecuatoriano por estratos sociales y targets poblacionales. En todo caso,
cabe significar que existe un discurso del conjunto del progresismo regional
muy crítico respecto a sus clases medias. Entienden su voto tanto en
Argentina, como en Brasil y ahora aquí, como una traición o un acto de
ingratitud respecto a gobiernos que han desarrollado políticas públicas que
han permitido que una parte de los sectores más populares se hayan podido
incorporar a dichas clases medias.

Personalmente yo no lo veo así, me parece que esa actitud mas bien refleja
la incapacidad de los tecnoburócratas del progresismo para entender un nuevo
perfil de demandas sociales que se establecen a partir del proceso de
modernización que vive la región. El Ecuador no es una excepción al
respecto. Las administraciones públicas deben cumplir con sus obligaciones
de servicios a los ciudadanos y ciudadanas que componen sus respectivas
sociedades, si están esperando gratitud por parte de los gobernados es mejor
que se dediquen a hacer música en la calle u obras de caridad en alguna
asociación dedicada a la beneficiencia.

-¿Crees que Alianza PAIS reformulará sus políticas o más bien las
radicalizará?

No creo que vayamos a asistir a ningún cambio radical en el proceso político
que vive el país. Ya nos prometió eso el presidente Correa en las elecciones
del 2013 y en lugar de ello se ha visto obligado, por las condiciones
económicas del país, a entrar en una lógica de privatizaciones y
entendimientos con el sectores del capital privado de las cuales apenas
hemos vivido la punta de iceberg. Creo que Lenín Moreno es un hombre con un
talante más tolerante y que ha expresado durante su campaña electoral
voluntad de diálogo con los sectores críticos al oficialismo, en esa medida
creo que posiblemente gestionará de forma diferente sus conflictos con las
disidencias políticas existentes en los movimientos sociales.

Ahora bien, en lo que respecta a avanzar hacia un modelo de desarrollo que
no sea lesivo con el entorno ambiental, la despenalización del aborto y la
superación de un modelo de sociedad de marcado carácter patriarcal, el
entender que el modo de producción y reproducción capitalista puede ser
sustituido por otro modelo no tan dañino para la humanidad, y otras tantas
cosas más que deben configurar un programa claramente de izquierdas está por
verse. Entre los sectores movimentistas ecuatorianos a priori no hay mucho
optimismo al respecto. En todo caso habrá que darle al nuevo gobierno que se
conforme a partir del mes de mayo en Ecuador el beneficio de la duda.

-¿Cómo interpretas el apoyo de una amalgama diversa de sectores de la
izquierda a Lasso?

Desde mi punto de vista, tras este proceso electoral ya no existe izquierda
política en Ecuador. Haciendo referencia al pasado inmediato, lo que hemos
definido como progresismo hoy ya no representa lo que vino a querer
significar en algún momento. Su evolución en las lógicas de gobierno
asociado a la real politik les han llevado a convivir de una forma
relativamente confortable con los sectores del gran capital y las
corporaciones transnacionales que manejan la economía nacional. Hay por lo
tanto un desajuste que se ha ido evidenciando a lo largo de estos años entre
lo que es el actual progresismo y lo que son los conceptos y valores
irrenunciables articulados en la historia de las luchas sociales
protagonizadas por la izquierda.

Basta con evidenciar como el progresismo carece de sentido clasista en la
actualidad, como olvidaron debates vinculados a la propiedad privada, sobre
quien recae el control de los medios de producción o como se olvidaron de
todo lo referente a la real nacionalización de los sectores estratégicos o
de sectores que desarrollan su intervención en el ámbito del interés
público, así como otras tantas cosas más que forman parte del legado
histórico y los valores de la izquierda.

Por otro lado, la izquierda a la izquierda del progresismo gubernamental
también perdió la brújula política en Ecuador. Su actual apoyo a un partido
político que es la expresión de los intereses del capital financiero
nacional e internacional no puede ser entendible más que desde la
perspectiva de que hipotecaron su ideología política en aras a la
agudización del conflicto con el actual gobierno. Esto nos abre una nueva
situación en Ecuador, pues hace de la necesidad de reconstruir a la
izquierda una tarea urgente y fundamental. Sin embargo, esta reconstrucción
debe realizarse con nuevos sectores sociales y una nueva generación política
posiblemente aun por proyectarse políticamente. Todo ello debe partir de un
debate fundamental, que es lo que entendemos por izquierda doscientos
veintiocho años después de la “Toma de la Bastilla” y la Revolución
Francesa, y que tipo de izquierda reclama hoy el Ecuador en base a las
problemáticas sociales, económicas, culturales y políticas que se vive en
este país en la actualidad.

* Decio Machado es ex asesor del Presidente de Ecuador Rafael Correa;
Miembro del equipo fundador del periódico Diagonal y colaborador habitual en
diversos medios de comunicación en América Latina y Europa. Investigador
asociado en Sistemas Integrados de Análisis Socioeconómico y director de la
Fundación Alternativas Latinoamericanas de Desarrollo Humano y Estudios
Antropológicos (ALDHEA) 5/3/2017

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