Estado español/ Podemos: ¡por fin acaba Vistalegre II [Brais Fernández]
Ernesto Herrera
germain5 en chasque.net
Lun Feb 13 16:42:31 UYT 2017
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Correspondencia de Prensa
13 de febrero 2017
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Estado español
¡Por fin acaba Vistalegre Dos!
Brais Fernández *
Viento Sur, 10-2-2017
http://www.vientosur.info/
Es difícil añadir algo nuevo sobre la Asamblea de Podemos, más conocida como
Vistalegre Dos. En realidad, podría haberse llamado Operación Triunfo,
porque más que un debate congresual parece que los espectadores están
eligiendo al candidato que abandona la Academia. Un espectáculo vergonzoso
(para todas las partes), sazonado de un ritual permanente de disculpas y
flagelos que no cuestiona las razones de fondo de la situación: incluso
Miguel Urbán, seguramente la persona que más ha hecho por evitar este show,
ha pedido “perdón” en público, aun sin tener motivos para hacerlo.
Todavía es prematuro narrar lo que ha sido este proceso, así que he optado
por resaltar 4 cuestiones que me parecen interesantes.
I - Podemos es algo más que sus dirigentes
La última encuesta del CIS, ya “cocinada” después de la apertura de la
batalla abierta en la dirección de Podemos, seguía manteniendo a Unidos
Podemos como segunda fuerza en intención de voto. Sabemos que en estos
tiempos las encuestas no son muy fiables. Sin embargo, la encuesta revela
algo más. Al igual que al M5S de Beppe Grillo, las crisis públicas afectan
relativamente poco a nivel electoral a Podemos. Por una parte, eso refleja
que hay un sustrato social descontento e impugnador que mira más allá del
espectáculo: un voto “populista”, en un sentido de hartazgo plebeyo, que más
que apoyar incondicionalmente a sus líderes, buscan castigar a élites. Por
otra parte, esta situación revienta la hipótesis de la “autonomía de lo
político”: desacraliza la presunta infalibilidad papal de la dirección de
Podemos (“el equipo que nos había traído hasta aquí”), y pone en primer
plano la existencia de una marea profunda de descontento que, aunque
desmovilizada y débil organizativamente, sigue latente en la sociedad.
II - Podemos, internamente, vive en permanente crisis
Crisis, dimisiones, fraccionalismo: la arrogancia de los que habían creído
poder olvidar la historia se ha vuelto en su contra. Los círculos son
agrupaciones de partido, que en muchos casos (no en todos, hay excepciones y
ejemplos muy positivos que contradicen esa tendencia general) no se
relacionan apenas con la sociedad. Los Consejos Ciudadanos son parlamentos
de fracciones. Las iniciativas públicas son armas de propaganda de cada
corriente. La cultura política “podemita” tiende a fabricar políticos (como
describió magníficamente Emmanuel Rodríguez:
http://www.vientosur.info/spip.php?article12188)
<http://www.vientosur.info/spip.php?article12188> y un lenguaje vacío, que
confunde propaganda con análisis. Sinceramente, no creo que todo eso se
pueda revertir, que a corto plazo vaya a haber una afluencia a los círculos
que regenere Podemos. Sólo hay dos opciones: que Podemos se autodestruya en
una pelea sucia y suicida que dure meses, o acordar una serie de reglas que
traigan la calma, aun asumiendo periódicos estallidos de tensión. Si esto es
posible, se verá el lunes. Que nadie tenga fe en los dirigentes: todo
dependerá del resultado, de la relación de fuerzas, de la necesidad.
III - Podemos concentra discusiones
Una de las principales características de una democracia liberal es la
autonomía de la representación. Este Vistalegre Dos ha terminado
convirtiéndose en un “parlamento” en donde los “representantes” de las
diferentes tendencias concentran a través de la discusión las diferentes
posiciones que existen en el movimiento. No ha habido canales de
participación para las escasas bases que siguen activas: toda la
participación se ha dado a través de las corrientes. Sin embargo, a pesar de
todas estas distorsiones, me parece que se han clarificado tres polos muy
definidos.
La propuesta estratégica del errejonismo es clara: partiendo de un profundo
pesimismo antropológico, lo máximo a lo que podemos aspirar es a restaurar
las condiciones previas a la crisis. Para ello, es necesario ganar para la
causa a las clases medias, sostenedoras del futuro, para un pacto social más
favorable a los de abajo. Sin cuestionar el marco institucional, sólo su
uso, el errejonismo es lo que Bernstein fue en la socialdemocracia alemana:
los que en realidad reflejan lo que está haciendo Podemos, pero que en vez
de criticarlo, lo convierten en estrategia. Es decir, aunque el errejonismo
ha perdido poder interno, es la corriente hegemónica (que no dominante)
porque sus “formas” (en el sentido de marco conceptual) marcan la dinámica
del debate: todo el mundo habla de ganar cuando todo el mundo sabe que a no
ser que haya una reactualización de los acontecimientos externa, Podemos no
ganará las elecciones. Todo el mundo, de repente, es comunicólogo y habla de
“gente”, “marcos” y “los que faltan”. Se podrá derrotar al errejonismo
numéricamente; ideológicamente, que es el terreno fundamental, llevará más
tiempo.
El “pablismo” ha presentado una propuesta “togliatiana”: partido de lucha
para el período de oposición, partido de gestión para el período de
gobierno. Hay dos cosas que llaman la atención en el “pablismo”. Por una
parte, su extrema debilidad ideológica: el “pablismo” depende totalmente del
carisma incuestionable de Pablo Iglesias y de su agudeza intelectual. Pocas
veces se ha visto una dependencia mayor, no sólo simbólica, de una corriente
que no ha sido capaz de generar un programa ni una estrategia, sino solo una
serie de impulsos basados en la inspiración de su líder, que oscila entre un
instinto político en ocasiones muy lúcido y una evidente incapacidad para la
construcción hegemónica. Sus cuadros gobiernan en clave pre “gramsciana”,
esto es, sustituyendo el consenso por la fuerza. La segunda cuestión es que
el pablismo tiene una cosa que el resto de corrientes no tiene, al menos en
Madrid: una base popular, entre los sectores más precarizados de la
población, tradicionalmente inaccesibles para la izquierda. Por desgracia,
el pablismo no utiliza esa potencia para crear “la vanguardia dirigente” del
bloque histórico, sino para golpear a sus adversarios internos.
El sector animado por Anticapitalistas (Podemos en Movimiento), ha
presentado una estrategia que trata de romper con el marco podemita. No se
trata de “ganar”, sino de conquistar el poder: para ello, hay que ir más
allá del asalto al Estado a través de las elecciones. De lo que se trata es
de generar contrapoderes, instituciones, comunidad, de construir un bloque
histórico en torno a un sujeto de clase: en definitiva, de construir algo
parecido a lo que fue la CNT de los años 30, eso sí, con un dispositivo
electoral capaz de ser una herramienta de ganar elecciones. Ese sector asume
(o asumimos) que Podemos sólo ya no basta, aunque sin Podemos no será
posible.
Fijada la tarea de tener una cuña en Podemos, la incógnita y el reto es
saber si conseguirá (conseguiremos) ser decisivos aportando los elementos
ideológicos y materiales necesarios para el desarrollo de la hipótesis
propuesta. Para ello, se enfrentará (nos enfrentaremos) a varios retos. Por
una parte, resistir las presiones materiales a la podemización. Ser
híbridos, estar en otras realidades, no ser una “Izquierda Socialista”, esto
es, críticos de izquierda funcionales a los aparatos, no dejarse arrastrar
por la política de notables. Por otro lado, ser capaces de mantener una
apertura en dos sentidos: hacia el mundo Podemos, donde Anticapitalistas
gana apoyos por ser un foco de racionalidad frente a los aparatos, y seguir
conectados con ese “afuera” irreductible a Podemos, cada vez más alejado de
él, y sin embargo, tan en relación con el mismo.
Eso no significa soportar todos los caprichos y delirios de los sectores del
activismo social (un mundo en el que las vergüenzas de Podemos también
existen, incluidos los egos y los pontífices, solo que a otra escala) sino
ser un puente para la creación de un área radical con una pata en la esfera
político-representativa y muchas en las calles, en los barrios, en las
luchas y en los centros de trabajo. Difícil, sin duda. Pero pocas veces una
fuerza revolucionaria se había enfrentado a tantos retos y por lo tanto,
dificultades, como Anticapitalistas y Podemos en Movimiento.
IV - La vida sigue
Podemos seguir con el “drama” todo lo que queramos. Esto no acaba el lunes y
la ópera bufa tendrá muchos episodios más. Que nadie lo dude. Pero mientras
tanto, habrá luchas, dispositivos por construir, experiencias por hacer.
Para mí, ganará Vistalegre dos quien no se deje atrapar por el remolino de
aparato. Quien sepa utilizar Podemos para lo que sirve, que es para mucho:
mantener al fascismo lejos, tener una herramienta para la política electoral
y representativa como no hemos tenido nunca. La ofensiva, la posibilidad de
construir un poder constituyente, está ahí fuera y está por inventarse.
* Brais Fernández, militante de Anticapitalistas y miembro de la redacción
de Viento Sur.
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