Catalunya/ Referéndum: y si nos impiden votar, ¿qué hacemos? [David Caño y Marc Casanovas]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Sep 26 22:18:19 UYT 2017


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Correspondencia de Prensa

26 de setiembre 2017

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Catalunya

Referéndum del 1-O

Y si nos impiden votar, ¿qué hacemos?

David Caño y Marc Casanovas *

Versión original en catalán

http://www.elcritic.cat/blogs/sentitcritic/2017/09/25/i-si-ens-impedeixen-vo
tar-que/

Viento Sur, 26-9-2017

http://www.vientosur.info/

Detenciones, registros en sedes de Consejerías, en periódicos, imprentas,
intervención de las cuentas de la Administración catalana, amenazas de penas
por sedición, prohibición de actos, de libertades civiles básicas como la
reunión y la expresión, desembarque por tierra, mar y aire de fuerzas del
orden ... A estas alturas es evidente que la escalada represiva del Estado
ha dado un salto cualitativo y nos encontramos ante la aplicación del 155 de
facto vía Consejo de ministros. Pero también las movilizaciones en defensa
del 1-O han experimentado un salto cualitativo. El 20 de septiembre (20-S)
la calle volvió a tomar la iniciativa con unas movilizaciones masivas que,
por su carácter espontáneo y sus elementos de autoorganización, más allá del
repertorio habitual de la sociedad civil institucionalizada, algunos ya
empiezan a llamar el 15- M soberanista.

Ante el estado de excepción de facto que se ha impuesto desde el Estado,
será fundamental preservar y potenciar estos elementos heterogéneos, de
autonomía y de autoorganización, que se han empezado a activar al margen del
repertorio habitual que hasta ahora canalizaba el grueso del Proceso. Sera
fundamental para poder votar el 1-O y también para evitar un cierre
restaurador de la crisis por arriba. Si a pesar de la movilización de la
gente en defensa de las urnas se nos impide físicamente votar este 1 de
octubre, la respuesta no puede ser otra que tomar las calles y paralizar el
país, es en este sentido que se plantea convocar una huelga general y social
para el 3 de octubre. Tres sindicatos IAC, COS y CGT ya han realizado los
preavisos necesarios.

La huelga general como opción

Necesitaremos ser muchos/as para conseguir votar este 1 de octubre, sólo con
la activación popular masiva podremos garantizarlo, y aun así será difícil.
El Gobierno ya ha demostrado estos últimos días que ninguna imagen a escala
internacional los condicionará para impedir el referéndum y que están
dispuestos a todo. Si han entrado en la sede de la CUP sin orden judicial, y
también han ocupado los departamentos y detuvieron personas ... ¿Por qué no
deberían entrar a retirar las urnas este 1 de octubre?

Por eso la huelga general y social no debe ser sólo una movilización de
respuesta que manifieste el malestar y denuncie la represión, sino que es el
instrumento que permitirá preservar este carácter heterogéneo y de
autoorganización popular que ha comenzado a manifestarse este 20-S. La
entrada en escena y el protagonismo del mundo del trabajo tiene un carácter
estratégico en un doble sentido: permite interpelar y ampliar la base social
de este proceso a la vez que amplía y potencia los elementos de
autoorganización desde abajo del movimiento. En la medida que esto ocurra y
el mundo del trabajo y los movimientos sociales se pongan, a través de una
huelga social general, al frente de la defensa del derecho a decidir del
pueblo catalán, también el ámbito de las soberanías y del derecho a decidir
se ampliará. Y la agenda social de estos movimientos y estos sectores
populares comenzará a tener una fuerza constituyente si encabezan la lucha.
Esto es fundamental para empezar a construir y visualizar una nueva
correlación de fuerzas en el campo soberanista ante la agenda constituyente
neoliberal de Junts Pel Sí.

Sería en este contexto de huelga general y movilización en la calle cuando
se debería exigir un gesto al presidente Puigdemont y no es otro que la
proclamación de la República Catalana y la apertura de un proceso
constituyente. Proclamar la República en un contexto de huelga general,
acompañada del apoyo de más de un 80 % de alcaldes que en estos momentos
también están amenazados por el Estado español, podría tener una enorme
fuerza catalizadora que hiciera precipitar la crisis de régimen aquí y en
todo el Estado.

Las movilizaciones de solidaridad que hemos visto estos días, desde Madrid a
la Coruña, pasando por Andalucía o el País Vasco, no hacen impensable que
ante el estado de excepción y la involución de libertades que tienen un
efecto evidente en todo el Estado, se activaran huelgas solidarias y
movilizaciones masivas con el apoyo activo de los ayuntamientos del cambio y
las demás fuerzas progresistas del resto del estado que han estado
defendiendo el derecho a un referéndum en Catalunya.

La República Catalana no sería una DUI sino que, como el referéndum,
representaría mantener efectiva la ruptura con la legalidad del Estado a
través de un mecanismo mucho más integrador y democrático que la DUI. Ésta
es el terreno común en el que se encuentran las fuerzas soberanistas,
independentistas y no independentistas, que reconocen el carácter soberano
del pueblo de Catalunya. La República Catalana que debería definirse en el
marco del proceso constituyente (también su relación con el resto de pueblos
de España desde su libre decisión) se proclamaría, por tanto, en un contexto
donde las clases trabajadoras y populares se encontrarían comprometidas y
movilizadas o interpeladas desde los municipios y en un escenario de huelga
general. Evidentemente, el Estado no se quedaría de brazos cruzados y
aumentaría la represión. Pero la proclamación de la República sería la
proyección más lógica para mantener el pulso con el Gobierno de una forma
masiva y democrática después de que se nos haya impedido repetidas veces un
referéndum pactado y se haya bloqueado por la vía de la fuerza el referéndum
unilateral.

La convocatoria de elecciones con lista única como derrota

La otra posibilidad es que, si se nos impide el referéndum, y más allá de si
hay o no huelga general, que estamos convencidos de que tendría que haberla,
el gobierno quiera convocar elecciones y proponer una lista única y con la
DUI como único punto. Este escenario, nos llevaría a la derrota. Por un
lado, porque nos devuelve a la legalidad española (convocatoria de
elecciones autonómicas) y, por otra, nos volveremos a encontrar con una
lista de los comunes que, sin posicionarse en estos términos, y por tanto
sin que se les pueda computar en ninguna de las dos opciones, nos volvería a
llevar a una mayoría de escaños independentistas, pero no a una mayoría de
votos (volvemos al principio, bucle, el día de la marmota). Con el agravante
de una CUP integrada dentro de una lista única.

Por lo tanto, y más allá, de movilizarnos, de exigir la libertad de las
personas presas y de organizarnos para defender el referéndum, hay que
empezamos a pensar qué haremos si no podemos votar, y eso no se puede
improvisar- ni lo podemos fiar a un pacto entre partidos y los líderes de
las entidades soberanistas.

Nunca habíamos tenido la libertad de nuestro pueblo más cerca, un escenario
de crisis de régimen que pueda abrir procesos constituyentes aquí y en todo
el Estado tan cerca, con lo que esto puede significar también para Europa.
En los próximos días tenemos la posibilidad de que las fuerzas
constituyentes de derechos sociales puestas en marcha por el 15-M y el
proceso independentista se encuentren aquí y se activen en todo el Estado en
defensa de la democracia ante la involución represiva (ya hemos visto vistas
en los últimos días). Pero el principio unificador de la represión no es
mecánico, hay que activar las subjetividades antagonistas de los de abajo e
intervenir activamente sobre la actual crisis. Hay que exigir de forma bien
clara y convertirlo en un aviso hacia el gobierno español: o nos dejan votar
o convocaremos una huelga general y social que acabará con la proclamación
de la República Catalana.

La crisis de régimen de España abre una posibilidad emancipadora para todos
aquellos sectores populares que estamos sufriendo las políticas
austeritarias estos años y es también una defensa efectiva de la democracia
y el derecho del pueblo a decidir su futuro. Todo ello irá ligado
necesariamente a que los sectores populares seamos los protagonistas de la
resolución y, mientras, no dejaremos en casa nuestra agenda social
constituyente sino que será nuestra mayor fuerza y el mejor instrumento de
ruptura para hacer efectivo este derecho. República Catalana y proceso
constituyente son los mejores instrumentos que los y las de abajo tenemos si
el 1 de octubre nos impiden votar.

* David Caño es activista y poeta. Marc Casanovas es redactor de Viento Sur.

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