Guatemala/México/ La nueva Guardia Nacional propaga miedo entre migrantes [Maya Averbuch y Kirk Semple]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Jun 25 12:07:07 UYT 2019


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Correspondencia de Prensa

25 de junio 2019

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Guatemala/México



La nueva Guardia Nacional mexicana propaga miedo entre quienes migran



Maya Averbuch y Kirk Semple, desde Nentón, Guatemala

The New York Times, 24-6-2019

https://www.nytimes.com/es/



La familia Aguilar se había estado preparando desde febrero para emigrar al
norte. Pidieron prestados 2600 dólares, le dieron un adelanto al
contrabandista y a mediados de junio dejaron su casa, en el norte de
Guatemala.



Sin embargo, al llegar a la frontera de Guatemala con México, el
contrabandista les dio malas noticias: era demasiado arriesgado intentar el
cruce. Después de un acuerdo alcanzado el 7 de junio entre las autoridades
mexicanas y Estados Unidos para reducir la migración hacia el norte, había
demasiadas fuerzas de seguridad en la frontera.



Hasta el momento, la movilización de la Guardia Nacional se ha quedado corta
en comparación con el despliegue dramático que prometió el gobierno
mexicano: solo una fracción de los seis mil integrantes estaban operando en
el sur de México.



Aun así, su despliegue ya ha trastornado el flujo típico de personas y de
comercio que se traslada por esta frontera históricamente porosa, lo que ha
generado miedo entre las personas que buscan cruzar la frontera y también
entre los coyotes.



“No sabemos nada, si este cambio es definitivo o solo temporal”, dijo Juan
Alberto Aguilar, de 27 años, quien emprendió el viaje con su esposa y su
hija de 3 años. La familia estaba sentada, desanimada, en la plaza central
de Nentón (pueblo cercano a la frontera guatemalteca-mexicana), en espera de
una camioneta que la llevaría de regreso a su casa.



El despliegue de la Guardia Nacional es parte de un acuerdo entre el
gobierno de Andrés Manuel López Obrador y el de su homólogo estadounidense,
Donald Trump, pensado para evitar la imposición potencialmente devastadora
de aranceles a los productos mexicanos.



En Ciudad Hidalgo, pueblo mexicano en Chiapas, al suroeste de la frontera,
los comerciantes dijeron que han tenido una reducción significativa en sus
negocios desde el inicio de junio. La mayoría de sus clientes son
guatemaltecos que evitan pagar aranceles en sus compras al regresar por
medio de balsas por el río Suchiate, que demarca la frontera, en vez de
volver por el cruce oficial.



“La gente tiene miedo de venir porque temen que el gobierno llegue a
quitarles la mercancía”, dijo Mary, comerciante en Ciudad Hidalgo que pidió
no hacer público su apellido por temor a represalias de las autoridades.
“Vivimos de este comercio, comemos gracias a ese comercio”.



En Nentón, Guatemala, del otro lado de la frontera, la dueña de una tienda,
Silvia Avaja, de 30 años, dijo que generalmente viaja a México cada tres
meses para abastecerse de productos como jabón, desodorante y pasta dental.
Sin embargo, las nuevas medidas fronterizas de México la tienen asustada.



Ella también escuchó el rumor de que las autoridades mexicanas están
confiscando las compras hechas en el mercado negro.



“Estoy pensando en ya no ir más”, dijo Avaja.



No obstante, el efecto del despliegue lo han sentido en particular las
personas migrantes que cruzan sin autorización y ahora ven en México un
obstáculo impenetrable.



Jonathan, de 28 años y estudiante seminarista de Nicaragua, dijo que huyó de
su hogar debido a la persecución del gobierno y a amenazas de muerte que
recibió por participar en las protestas del año pasado en contra del
gobierno. Jonathan primero intentó quedarse en Costa Rica; sin embargo, dijo
que después de recibir más amenazas de muerte en territorio costarricense,
decidió huir hacia Guatemala y cruzar por tierra hacia México.



Llegó hasta Frontera Comalapa, en Chiapas y a unos 40 kilómetros en el
interior de México, antes de que las nuevas medidas de control migratorio
pusieron fin a su trayecto.



“Nunca pensé que iba a ser así”, dijo Jonathan, mientras estaba en una
cocina comunitaria y reconsideraba si iba a poder moverse más hacia al
norte.



Tres amigos nicaragüenses suyos que también llegaron hasta Frontera Comalapa
ya habían regresado a territorio centroamericano, en espera de un mejor
momento para buscar llegar a Estados Unidos.



Jonathan dijo que regresar a Nicaragua no es una opción para él. Su meta
sigue siendo alcanzar territorio estadounidense, donde ve la promesa de una
mejor vida.



“Voy a pelear”, aseguró (pidió que se mantenga anónimo su apellido debido a
su estatus legal en México). “Voy a hacer todo lo posible para llegar allá”.



Sin embargo, por ahora, estaba considerando la posibilidad de solicitar
asilo directamente en México. Defensores de los derechos migrantes
comentaron que muchos más centroamericanos han estado optando por hacer eso,
pues es de las pocas opciones que ven ante las nuevas medidas.



En otras partes de la frontera, quienes se ganan la vida con los servicios
que les ofrecen a los migrantes hablaron de una caída pronunciada en la
demanda.



“Antes cruzaban familias enteras”, dijo Israel López Ordóñez, de 52 años, y
balsero veterano en el río Suchiate. “Ahora no”.



En la ciudad guatemalteca de La Mesilla, cerca de Frontera Comalapa, un
hombre que trabaja en conversión de divisas, Carmelo, de 50 años, dijo que
varias personas que conoce —incluyendo amigos y familiares— han abandonado
sus planes de emigrar hacia el norte en las últimas dos semanas.



“No está bien”, dijo Carmelo, acerca de las nuevas medidas. “Si alguien de
Guatemala viaja hacia Estados Unidos, mucha gente acá puede vivir gracias a
ese guatemalteco”.



Hasta los contrabandistas de migrantes o coyotes, responsables de llevar a
casi todas las personas que buscan cruzar hasta la frontera suroeste de
Estados Unidos con México han estado retrasando o cancelando sus viajes.



Al igual que le sucedió a la familia Aguilar, Ottoniel López, migrante
guatemalteco de 19 años, se quedó a nada del cruce hacia la frontera
mexicana cuando el contrabandista al que le había pagado le dijo que se
diera la vuelta de regreso a la casa que dejó.



López comentó que había emprendido el viaje camino a Estados Unidos a
sabiendas de que se iba a encontrar con varios obstáculos, como el
cansancio, el hambre y posiblemente la violencia. Pero no había incluido en
sus cálculos las medidas de mano dura del gobierno mexicano.



“Siempre sabes que será difícil”, dijo desde Nentón, donde estaba en la
camioneta que lo iba a regresar parte del camino hasta su casa en el
suroeste guatemalteco. “Pero ahora dicen que no es posible pasar por los
bloqueos”.



El acuerdo con la Casa Blanca le dio al gobierno de López Obrador un total
de 45 días para que México le compruebe a Washington que puede reducir la
cantidad de migrantes que intentan cruzar desde su territorio hacia Estados
Unidos. Los funcionarios mexicanos primero dijeron que enviarían a la recién
creada Guardia Nacional al sur del país para impedir el flujo de personas
sin documentos.



Sin embargo, ese despliegue ha sido confuso y titubeante.



Estuvieron retrasando el despliegue. Luego, los funcionarios mexicanos
cambiaron su promesa inicial de movilizar a seis mil integrantes de la
Guardia Nacional y dijeron en cambio que se trasladarían miembros de las
fuerzas armadas.



Maximiliano Reyes Zúñiga, subsecretario de Relaciones Exteriores para
América Latina, dijo el pasado 18 de junio que solo el 40 por ciento de los
seis mil efectivos serán desplegados en los estados de la frontera sur
mexicana.



Funcionarios en Chiapas también reconocieron que sería extremadamente
difícil —si no es que  imposible— frenar la migración que atraviesa ese
estado mexicano, que tiene una amplia frontera con Guatemala.



La región montañosa está repleta de caminos de terracería y veredas. Los
residentes del estado y otros mencionaron que no creen que la corrupción
arraigada entre muchos integrantes del gobierno, que han permitido el paso
de contrabandistas y de migrantes, vaya a ser eliminada de inmediato. Aunque
sí han aumentado la cantidad de retenes del gobierno en muchas carreteras
del sur de México, a decir de los habitantes locales. Agregaron que las
autoridades migratorias y fuerzas de seguridad que están en esos puntos de
revisión han sido más rigurosos al revisar vehículos en busca de personas
migrantes.



Las autoridades también han empezado a ejecutar acciones más ambiciosas de
combate a operativos de contrabando que son responsables de escoltar a la
gran mayoría de los migrantes hacia el norte.



Los defensores de los derechos de personas migrantes han advertido que con
las nuevas medidas hay posibilidad de violaciones a los derechos humanos,
preocupaciones que quedaron claras con la muerte reciente de una mujer
salvadoreña de 19 años que iba en la parte trasera de un camión que se
dirigía a la frontera estadounidense. Los testigos les dijeron a los
investigadores que hombres que parecían ser policías y que iban en una
patrulla dispararon contra el camión cuando se pasó de largo por un retén en
el estado de Veracruz.



Los integrantes de la Guardia Nacional todavía no tienen mucha presencia en
la región de la frontera sur mexicana, pero efectivos de las fuerzas
militares, algunos con brazaletes que usarán los miembros de la misma
Guardia Nacional, tienen nuevas órdenes para realizar patrullajes nocturnos
y de interrogar a los ocupantes de vehículos, así como de inspeccionar sus
cargamentos.



Los defensores de los migrantes anticiparon que la presencia aumentada de
las fuerzas de seguridad continuará disminuyendo la cantidad de gente que
busca migrar al norte en el corto plazo, pero vaticinaron que con el tiempo
los flujos aumentarán de nuevo, tal vez por medio de caminos más remotos y
peligrosos.



“Va a ser como cuando Trump se volvió presidente, que la tasa de migración
disminuyó por unos meses, pero luego se disparó otra vez”, dijo David
Tobasura, consultor en materia migratoria con sede en Chiapas para el
American Friends Service Committee. “Esto no va a detener la migración.
Seguramente en unas semanas o meses va a aumentar. Va a ser igual que
antes”.

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