Balcanes/ Campamentos de migrantes. Una bomba sanitaria en tiempos de pandemia [Cécile Vanderstappen]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Abr 5 14:03:50 UYT 2020


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Correspondencia de Prensa

5 de abril 2020

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Balcanes



Campamentos de migrantes



Una bomba sanitaria en tiempos de pandemia



Cécile Vanderstappen

CNCD, 3-4-2020

https://www.cncd.be/

Traducción: Faustino Eguberri - Viento Sur

https://www.vientosur.info/



En un momento en que se pide a cada una y cada uno de nosotros que
respetemos escrupulosamente las medidas de distanciamiento social para
detener la expansión de la Covid-19, Grecia aboga por el confinamiento
colectivo de miles de migrantes en sus islas como medida para combatir la
propagación de la pandemia en el país. Sin embargo, si deseamos preservar la
salud de un máximo de personas, estos campamentos para el primer registro y
selección de personas migrantes (hotspots) deben ser evacuados con carácter
de urgencia y sus residentes acogidos en alojamientos donde el
distanciamiento social sea posible y donde la higiene básica y la atención
médica sean accesibles. Preservar la salud de las y los exiliados significa
preservar la salud de todas y todos nosotros.



Los llamamientos que piden la evacuación de los miles de personas que
residen en hotspots en Grecia están amontonándose  1/ a medida que se
multiplican los terribles testimonios. Peticiones de ONG, médicos y grupos
de ciudadanos, pero también indignación de las y los eurodiputados y del
Comisionado de Derechos Humanos del Consejo de Europa con respecto a los
peligros para la salud de los centros de detención. Sin embargo, nada se
está haciendo. Actualmente, Grecia, cuando no impide completamente la
entrada y salida de sus hotspots, traslada a cientos de personas de estos
lugares de detención para llevarlas a otras islas o centros cerrados en el
continente, lejos de todo, como en la tierra de nadie de Klidi (ver
https://vientosur.info/spip.php?article15798)
<https://vientosur.info/spip.php?article15798> en el norte del país. Sin
acceso adecuado a los servicios básicos (agua, alimentos, vivienda, higiene
y atención médica), sin acceso a una asistencia legal, con poco acceso a la
información y pocas oportunidades de comunicación con el exterior. Médicos
Sin Fronteras estima la población de los cinco campamentos insulares en
Grecia en 42.000 personas, cuando su capacidad total es de 6.000.



Denegación de acogida, denegación de asilo



Se añade a esta situación de no acceso a las medidas sanitarias recomendadas
por la OMS en tiempos de coronavirus (distanciamiento social, lavado regular
de manos, etc.), la imposibilidad temporal de solicitar asilo en Grecia y en
muchos de Estados europeos. En Bélgica, la Oficina de Inmigración ha cerrado
sus oficinas, lo que impide que las y los recién llegados sean recibidos por
su red de recepción coordinada por Fedasil. La CGRA ha suspendido sus
audiencias presenciales.



La UE propone a los Estados miembros medidas que no están a la altura de los
desafíos humanitarios de estos centros de detención. A mediados de marzo,
ante la situación de crisis en la frontera greco-turca, había propuesto a
los Estados miembros reubicar al menos a 1.600 menores no acompañados y
participar en la implementación de 5.000 retornos supuestamente voluntarios.
Desde entonces estas propuestas, ridículas en vista de la magnitud del
problema, se han bloqueado con la llegada del coronavirus. Actualmente, para
aliviar la congestión en los campamentos, sugiere que Grecia traslade a las
personas más vulnerables al continente (Grecia) o a otras islas.



La Covid-19 no tiene fronteras



Es difícil tener información fiable sobre la situación de los hotspots
italianos, las selvas informales en las fronteras o en los campamentos
superpoblados ubicados más allá de las fronteras europeas y que albergan al
80% de las personas actualmente desplazadas. En los últimos días, se han
detectado los primeros casos en los hotspots de Lesbos y Moria, otro en
campamentos improvisados en Siria y otros en las ciudades cercanas al
campamento de refugiados más grande del mundo, el campamento Cox’s Bazar en
Bangladesh. En Libia, las y los migrantes temen el contagio en los centros
donde languidecen.



Mientras la UE guarda silencio, la ONU, a través de la voz del Alto
Comisionado para los Refugiados, hace un llamamiento a los Estados para que
no cierren las vías de asilo, sino que adopten pruebas de detección y la
cuarentena de las y los refugiados si se identifica un riesgo para la salud
al cruzar las fronteras. Sin embargo, suspende los programas de
reasentamiento. Las Naciones Unidas también han lanzado un nuevo fondo de
emergencia para contrarrestar el impacto del coronavirus en los países en
desarrollo, particularmente en África, para garantizar que las personas más
vulnerables (incluidos las exiliadas) no sean abandonadas a su suerte en la
lucha contra el coronavirus.



Ante el abandono, algunas y algunos residentes de campamentos en Grecia han
tomado el asunto en sus propias manos. En Moria, las y los migrantes
reunidos en el Team Humanity (Equipo de Humanidad) han comenzado a coser sus
propias máscaras. Y en el campamento de Vathy en Samos, las y los niños
hicieron carteles educativos sobre el lavado de manos y la higiene  2/.



Bomba sanitaria como legado de la externalización



La pandemia Covid-19 revela nuevamente el impacto de políticas inadecuadas y
violentas implementadas con respecto a las y los migrantes, ya sean
demandantes de protección internacional o no.



¿Resultados de esta expulsión de migrantes? Hacinados campamentos de
personas exiliadas que se han vuelto insalubres en los países del Sur,
debido a la falta de mecanismos reales de recepción permanente y acogida en
Europa; la aparición de rutas y campamentos informales en las fronteras,
debido a la falta de rutas migratorias legales y seguras. Estos campamentos
superpoblados son verdaderas bombas de reloj sanitarias. Son el legado de
las políticas migratorias europeas destinadas a reprimir a las y los
migrantes que se dirigen al continente. Sin embargo, creer que la
preservación de la salud de ciertas personas se hará en detrimento de la de
otras es un error criminal. La pandemia nos afecta a todos y todas y solo
podremos superarla no dejando a nadie de lado. A corto plazo, como Portugal,
que anunció el sábado 28 de marzo la regularización temporal de muchas
personas migrantes, son posibles soluciones rápidas y efectivas. A largo
plazo, esto implica un cambio en las políticas de migración, cuyos objetivos
centrales deben ser una acogida solidaria y rutas legales y seguras de
migración.



El punto muerto en el que Europa se ha encerrado, basando sus políticas en
la represión, la externalización de las fronteras y el rechazo de la
solidaridad entre los Estados miembros, ahora se está volviendo contra ella,
agravando el riesgo sanitario en detrimento de su propia población. Esta
alerta debería crear la oportunidad de refundar las políticas de migración,
basándose en un enfoque solidario, el único que puede sacar a la Unión
Europea del atolladero.



Notas



1/
https://legalcentrelesvos.org/2020/03/24/greece-move-asylum-seekers-migrants
-to-safety-immediate-hotspot-decongestion-needed-to-address-covid-19/

2/
https://www.thenewhumanitarian.org/news/2020/03/27/greece-island-refugee-cam
ps-coronavirus

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