América Latina/ Fact checking regional. Las falsedades sobre la educación sexual integral [Dossier]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Feb 1 15:09:20 UYT 2020


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Correspondencia de Prensa

1° de febrero 2020

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redacción y suscripciones

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América Latina 

 

Fact checking regional

 

Las falsedades sobre la educación sexual integral en América Latina

 

Nueve medios e iniciativas de verificación de la región relevaron cuáles son
las desinformaciones más divulgadas sobre la educación sexual integral (ESI)
en América Latina. El trabajo de Chequeado, de Argentina; la Agencia Lupa,
de Brasil; La Nación, de Costa Rica; GK y Ecuador Chequea, de Ecuador; la
Agencia Ocote, de Guatemala; Verificado, México; El Surtidor, de Paraguay, y
Convoca, de Perú, fue publicado inicialmente en la plataforma de El
Surtidor. Aquí presentamos algunos de esos contenidos y recordamos las
falsedades referentes a la ESI que también circularon en el discurso público
en Uruguay.

 

La Diaria, 1-1-2020

https://feminismos.ladiaria.com.uy/

 

Falsedad 1: “La ESI promueve el aborto”

Esto es falso. En orientaciones técnicas internacionales sobre educación en
sexualidad de la UNESCO dicen claramente que “en ningún caso se debe
promover el aborto como método de planificación de la familia”.

Dónde se dijo: Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú.

Quiénes lo dijeron: Activistas y organizaciones autodenominadas “pro vida”,
autoridades religiosas y públicas.

Que la educación sexual integral o ESI promueve el aborto es una de las
desinformaciones más comunes que se han divulgado en varios países de
América Latina. Esta afirmación es falsa porque los lineamientos
internacionales para la educación sexual integral señalan que uno de los
objetivos de un buen currículo educativo es proveer información a los
estudiantes para que puedan tomar sus propias decisiones. Las orientaciones
técnicas internacionales sobre educación en sexualidad de la UNESCO,
utilizadas por diferentes países para crear sus planes de estudio, dicen
claramente que “en ningún caso se debe promover el aborto como método de
planificación de la familia”.

Dentro de los objetivos de aprendizaje del documento está el entender que
hay lugares donde las personas pueden tener acceso a consejería, servicios
de anticoncepción y atención médica para el aborto y el posaborto. Sin
embargo, puesto que existen países en los que el aborto está penado por ley
o no está legalizado, también se incluyen en las orientaciones técnicas el
análisis de las leyes nacionales y acuerdos internacionales que abordan los
derechos humanos y la salud sexual y reproductiva. Entre estos temas están
el matrimonio infantil, la igualdad de género, el aborto, las violaciones,
los abusos sexuales y el acceso a los servicios de salud sexual y
reproductiva.

De hecho, en el documento se hace hincapié en que se debe proveer
información sobre servicios de aborto en los países donde la práctica sea
legal y en ningún caso debe promoverse como método de planificación de la
familia. Asimismo, se recomienda proporcionar un trato humanitario y
orientación a las mujeres que hayan recurrido al aborto, y agrega que se
debe asignar siempre máxima prioridad a la prevención de los embarazos no
planificados. “Y habría que hacer todo lo posible por eliminar la necesidad
del aborto”, señala.

Las distintas versiones de una misma falsedad en diferentes países

Que la ESI promueve el aborto es una desinformación que fue reproducida en
varios países de América Latina de diferentes formas. Según los hallazgos
del fact checking regional de nueve medios asociados para esta iniciativa,
la desinformación sobre una supuesta promoción del aborto a través de la ESI
circuló en al menos seis países: Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala,
Paraguay y Perú.

En algunos se hizo a través de miembros de organizaciones que se oponen a la
ESI. En Paraguay, Alicia Calabró, activista “pro vida”, aseguró en Twitter
que el aborto está “como mecanismo de salud sexual y reproductiva” en una
guía de educación sexual integral para docentes de la educación permanente
diseñada por el Servicio Paz y Justicia (Serpaj), una organización de la
sociedad civil. Dicha guía fue prohibida en marzo de 2019 por el Ministerio
de Educación y Ciencias (MEC) de ese país.

El MEC argumentó que el material no respeta las capacidades del ciclo
evolutivo de los menores de edad, infravalora los conceptos de feminidad y
masculinidad y promueve la construcción de la identificación sexual en forma
“libertina”. El ministro de Educación y Ciencias paraguayo, Eduardo Petta
San Martín, es evangélico y reconocido conservador. El Surtidor verificó que
las guías no están diseñadas para niños, niñas o adolescentes –es una guía
opcional para docentes–, y además que no infravalora los conceptos de
feminidad y masculinidad porque los utiliza para el análisis de la
sexualidad.

En 2017, en Ecuador circularon desinformaciones por Whatsapp sobre la guía
pedagógica del Ministerio de Educación, señalando que en instituciones
educativas se daban clases para que niñas, niños y jóvenes “obtengan
material para vivir la sexualidad en libertad: anticonceptivos,
preservativos, pastillas del día después”, con manuales que enseñaban a
“tener relaciones sexuales de todas las formas inimaginables”. Después de
que se divulgaron esos mensajes, grupos religiosos y conservadores
convocaron a movilizaciones en el país. Según Ecuador Chequea, el Ministerio
de Educación de ese país desmintió estas afirmaciones.

En ocasiones, falsedades y tergiversaciones de este tipo surgen después de
que medios de comunicación consulten a fuentes con estos discursos, como la
afirmación que sigue de miembros de la Asociación la Familia Importa (AFI),
en Guatemala, a quienes se entrevistó con motivo del Día Internacional de la
Mujer. “La ideología de género muchas veces promociona la educación sexual y
reproductiva, y sí queremos que sea así, pero esta debe venir de los padres,
no tiene que ser implementada, porque muchas veces invita a la promiscuidad
y a que la mujer puede tener derecho a abortar, y eso no existe”, afirmó en
marzo de 2015 Beatriz López, directora de la AFI.

También en Guatemala, la iglesia católica publicó un comunicado en 2011
sobre varios temas, entre ellos la ESI: “No distinguir entre métodos
anticonceptivos y métodos abortivos en la regulación de los embarazos, no
sólo confunde el valor moral de ambos, sino que incluso encontramos en un
documento del Estado la promoción de métodos que no protegen la vida desde
su concepción y son por lo tanto inmorales e inconstitucionales”.

Las desinformaciones se realizaron en momentos clave en todos los países,
como en procesos electorales. En otras ocasiones, fue en contextos de debate
de leyes o programas relacionados con los derechos sexuales y reproductivos.
Por ejemplo, en Argentina, mientras se discutía la legalización del aborto
en el Congreso, circuló por Whatsapp una cadena que aseguraba que la ESI
promueve métodos anticonceptivos abortivos e informa a alumnas y alumnos
sobre cómo “practicarse un aborto medicinal no quirúrgico”.

Chequeado realizó una nota explicativa en la que desmintió desinformaciones
que circularon por redes sociales y Whatsapp relacionadas con la ley de ESI.
En el texto se explica, nivel por nivel, qué tipo de contenidos incluyen los
materiales educativos elaborados y distribuidos por el Ministerio de
Educación de la Nación de ese país.

Falsedad 2: “La ESI promueve la homosexualidad”

Esto es falso porque la orientación sexual no es algo que se pueda promover.

Dónde se dijo: Argentina, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México,
Paraguay, Perú.

Quiénes lo dijeron: Grupos autodenominados “pro vida”, autoridades públicas
y religiosas.

Una de las desinformaciones más comunes sobre la ESI es que promueve la
homosexualidad. La misma desinformación ha circulado de diferentes maneras
en Argentina, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Paraguay y
Perú. Esto es desinformación porque la ESI no incentiva la homosexualidad,
ni la orientación sexual se puede promover.

La ESI no promueve la homosexualidad porque la orientación sexual no es algo
que las personas puedan aprender, como a leer o escribir. La Asociación
Americana de Psicología define la orientación sexual como una “atracción
emocional, romántica, sexual o afectiva duradera hacia otros”. Señala que es
resultado de una “interacción compleja de factores biológicos, cognitivos y
del entorno”, y, como tal, no se puede elegir ni cambiar. Mucho menos curar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la homosexualidad una
variación natural de la sexualidad humana, no una condición patológica. Por
eso, ya en 1990 la eliminó del Catálogo Internacional de Enfermedades,
mientras que la Asociación Americana de Psiquiatría lo hizo incluso antes,
cuando en 1973 excluyó la homosexualidad de la clasificación de trastornos
mentales.

Lo que contempla la ESI es otra cosa. La UNESCO define a la educación sexual
integral como un “proceso de enseñanza y aprendizaje de los aspectos
cognitivos, emocionales, físicos y sociales de la sexualidad, que tiene una
base curricular”. La doctora Alma Virginia Camacho, asesora regional de
salud sexual y reproductiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas
(UNFPA), explica que la ESI promueve que niñas, niños y adolescentes
adquieran habilidades, conocimientos, actitudes y valores que les permitan
“tomar decisiones conscientes, críticas y responsables sobre su salud sexual
y reproductiva, impactando en su desarrollo integral, bienestar y dignidad”.

ESI contra la discriminación sexual

En 2016, el primer informe mundial de Naciones Unidas sobre violencia por
motivos de orientación sexual y expresión/identidad de género reveló cómo
estudiantes LGBT están más expuestos a sufrir acoso escolar en al menos seis
países de América Latina y el Caribe. Por ejemplo, cita que en Ecuador 26%
de los estudiantes homosexuales y bisexuales manifestaron haber
experimentado violencia física durante su vida escolar, mientras que en
Argentina 45% de los estudiantes transgénero abandonaron el colegio debido
al acoso transfóbico o porque fueron expulsados. Según el informe, la forma
de violencia más frecuente reportada en la región es la violencia verbal,
seguida de la violencia física, perpetrada por compañeros y personal
educativo tanto en escuelas del sector público como del privado.

“Me atormentan todo el tiempo tirándome cosas, manchando mi uniforme y
poniéndome apodos. Me siento muy infeliz”, cuenta un estudiante en un portal
de denuncias habilitado por el Ministerio de Educación de Perú (Minedu). De
2013 a 2019 el Minedu registró 520 casos de violencia escolar por
orientación sexual e identidad de género, lo que representa el quinto lugar
entre las denuncias de agresión escolar en el país.

Para prevenir situaciones de discriminación escolar, la doctora Camacho
señala que la educación debe reconocer y respetar la diversidad sexual. “La
función de la escuela y de la ESI es ayudar a que las personas que tengan
una orientación o identidad sexual no heterosexual puedan crecer y
desarrollarse integralmente sin sufrir ningún tipo de violencias por estos
motivos”, dice.

La ESI también es fundamental para prevenir la violencia fuera del aula. La
Organización Panamericana de la Salud había advertido sobre las denominadas
terapias de reorientación sexual en algunos países latinoamericanos. La
oficina regional de la OMS rechaza estas prácticas y recuerda que carecen de
justificación médica, además de que son éticamente inaceptables, puesto que
no se puede plantear “curas para una enfermedad que no existe”. En 2015, los
mecanismos de derechos humanos de Naciones Unidas condenaron estas prácticas
médicas, a las que consideran una forma de tortura.

Las diferentes versiones de una misma falsedad

Según los hallazgos del fact checking regional de los nueve medios de
América Latina asociados para esta iniciativa, la desinformación sobre una
supuesta promoción de la homosexualidad a través de la ESI circuló de
diferentes maneras en al menos ocho países: Argentina, Brasil, Costa Rica,
Ecuador, Guatemala, México, Paraguay y Perú. La difusión de esta mentira fue
impulsada por grupos que se autodenominan “pro vida” y “pro familia”, que
gozan de creciente influencia y apoyo político en sus respectivos países.

En general, aprovecharon contextos de alta polarización para viralizar esta
falsedad, como ocurrió tras el debate por la interrupción voluntaria del
embarazo en Argentina o cuando el Minedu introdujo la perspectiva de género,
lo que derivó en la creación del movimiento Con Mis Hijos No Te Metas.

Pese a que Argentina cuenta con una ley de educación sexual integral desde
2006, circulan desinformaciones sobre su aplicación, entre ellas la que
indica que la norma promueve la homosexualidad. En noviembre de 2018, una
publicación en una página de Facebook afirmaba que el Ministerio de
Educación de ese país había distribuido los libros Anita y sus dos mamás (un
cuento infantil sobre una familia diversa) y In bed with David and Jonathan
(un cómic sobre una pareja homosexual) en las clases de ESI. “Una verdadera
apología a la homosexualidad”, decía la publicación que luego fue desmentida
por el Ministerio de Educación y la editorial de uno de los libros, como
pudo constatar Chequeado. Este tipo de contenidos se intensificaron después
del debate por el aborto legal, que se aprobó en la Cámara de Diputados y
fue rechazado en el Senado.

En Perú, la ESI no se discute como tal sino como enfoque de género. El
movimiento Con Mis Hijos No Te Metas dice que la perspectiva de género
pretende homosexualizar a los niños. Según Convoca, este grupo se consolidó
cuando el Minedu del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski introdujo un nuevo
plan curricular que planteaba la igualdad de género y, en consecuencia, una
educación integral de la sexualidad. Pero el partido con mayoría en el
Congreso, Fuerza Popular, censuró al ministro de Educación que había
impulsado la Nueva Currícula Nacional, Jaime Saavedra, e hizo lo mismo con
su sucesora, Marilú Martens.

En Brasil, las desinformaciones sobre educación sexual integral se mezclan
con ataques a personas LGBT y a las políticas públicas antidiscriminación.
El presidente, Jair Bolsonaro, lo ha hecho desde su campaña, cuando se lanzó
contra esta iniciativa: “El Plan Nacional de Promoción de Ciudadanía y
Derechos Humanos LGBT son 180 ítems, entre ellos la deconstrucción de la
heteronormatividad, enseñando [...] que hombre y mujer está mal”. Su
afirmación era falsa, según la Agencia Lupa, puesto que sólo un ítem del
plan nacional cita la “deconstrucción de la heteronormatividad”, en el
capítulo sobre el Sistema Único de Salud, con el objetivo de incluir parejas
no heterosexuales en el sistema de información de salud.

En Paraguay, grupos autodenominados “pro vida” tienen representantes clave
en el poder, como el citado ministro Petta, un líder evangélico que
contribuye a divulgar ciertas desinformaciones sobre la ESI. En marzo de
2019, el ministro prohibió una guía de ESI para docentes alegando que
promovía una educación sexual libertina y contraria al sexo de las personas.
Un discurso reforzado por activistas católicos como Eduardo Morales, que
vincula la ESI a un supuesto “lobby LGBT” para “adoctrinar a niños”. Como
verificó El Surtidor, estas afirmaciones son falsas porque el material no
tiene ese abordaje y está dirigido a profesores de educación permanente que
trabajan con mayores de 15 años, no a niños. Además, la guía fue censurada
antes de ser distribuida a docentes.

Falsedad 3: “La ESI promueve conductas inapropiadas en niños y niñas, como
la masturbación”

Esto es falso. Lo que en general se enseña a niños y niñas es el cuidado del
cuerpo y a identificar sus partes privadas, con el foco sobre todo en que
puedan identificar abusos y así alertar sobre ellos.

Dónde se dijo: Argentina, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México,
Paraguay, Perú.

Quiénes lo dijeron: Autoridades públicas y religiosas, candidatos
presidenciales.

La ESI no enseña a los niños de cinco años a masturbarse, aunque esta
desinformación circula en varios países de América Latina.

En distintos estados se ha divulgado que la educación sexual les enseña
conductas inapropiadas a niños y niñas. Una de las más comunes es que les
enseñaría a masturbarse y que esto se haría desde edades muy tempranas, como
a los cinco o seis años.

Sin embargo, no hay menciones a esto en las recomendaciones de los
organismos internacionales sobre qué debe incluirse en los contenidos de
educación sexual. Lo que en general se enseña a niños pequeños son
cuestiones de cuidado del cuerpo y a identificar sus partes privadas, con el
foco sobre todo en que puedan identificar casos de abuso y así alertar sobre
ellos.

Es el caso, por ejemplo, de la Guía Técnica Internacional sobre Educación
Sexual, de varias organizaciones de la ONU, en la que se menciona la
masturbación recién en la etapa de entre los nueve y los 12 años. Y, en ese
caso, lo hace para explicar que chicos y chicas pueden empezar a masturbarse
durante la pubertad, que es algo que no causa daño físico ni psicológico y
que debe hacerse en privado.

La doctora Camacho explica que no hay ninguna relación entre la ESI y muchos
de los materiales divulgados por grupos opositores. “Muchas veces los grupos
opositores muestran materiales que no son los impartidos por el sistema
educativo en los que comentan que en ellos se enseñan conocimientos
vinculados a la masturbación o prácticas sexuales explícitas. Quiero
resaltar que esto está muy lejos de reflejar la realidad de la ESI, que
jamás imparte este tipo de contenidos”, dice Camacho.

Y agrega que “por el contrario, brinda conocimientos y habilidades para que
niñas, niños y adolescentes comprendan críticamente los mensajes impartidos
por los medios de comunicación y las redes sociales sobre pornografía y
otros medios a los que se enfrentan diariamente en soledad, en donde sí se
imparten ese tipo de contenidos”.

“A nivel general, en las recomendaciones que se hacen en la Ley 26.150 y en
las resoluciones oficiales en Argentina, al igual que en las orientaciones
técnicas de la UNESCO sobre ESI, no se fomenta el tema de la masturbación en
nivel inicial”, explicó a Chequeado Carolina Sánchez Agostini, directora de
la Diplomatura de ESI de la Universidad Austral. Y agregó: “En el caso de
los materiales que se utilizan es más difícil saber qué se incluye, dado que
hay muchos organismos que producen su propio material, pero en los
materiales oficiales del Ministerio de Educación de la Nación disponibles en
la web no se fomenta tampoco la masturbación en nivel inicial”.

Qué sí enseña la ESI

Lo que se enseña específicamente en cada país varía mucho y depende de los
contenidos que las autoridades determinen y los marcos legales. En 2008,
buena parte de los gobiernos de la región –30 ministros de Salud– se
comprometieron, en una reunión de ministros, a implementar estrategias de
educación sexual para detener el VIH y las infecciones transmitidas
sexualmente en la región. En varios países, sin embargo, no existe una
legislación que defina cómo debe llevarse adelante esto, como es el caso de
Brasil y Paraguay.

En Argentina, por otro lado, sí hay un ley, de 2006, sobre ESI, y existen
guías del Ministerio de Educación de la Nación sobre lo que debe enseñarse.
En esas guías, lo que se recomienda para chicos de menos de cinco años, por
ejemplo, es enseñar a identificar las partes “íntimas”: “Son aquellas que
podés ver o tocar sólo vos o aquellos que te cuidan cuando lo hacen por
razones de higiene y salud. Si alguien quiere tocarlas o te pide que las
muestres por otros motivos, no lo hagas y contáselo a una persona adulta
para que te pueda ayudar”.

Las diferentes versiones de una misma desinformación

Según los hallazgos del fact checking regional de los nueve medios de
América Latina asociados para esta iniciativa, la desinformación sobre una
supuesta promoción de conductas sexuales inapropiadas en niños y niñas a
través de la ESI también circuló en al menos ocho países: Argentina, Brasil,
Paraguay, Perú, Guatemala, Ecuador, Costa Rica y México. Se divulgó en
contextos de elecciones, al momento de discutir leyes o normas contra la
violencia hacia la mujer o durante debates sobre la legalización o
despenalización del aborto.

En Argentina se han divulgado mensajes de Whatsapp que, entre otras cosas,
decían que se les enseñaba a los chicos “la importancia de masturbarse desde
pequeños como un hábito saludable”, a pesar de que no es lo que está
previsto que se enseñe en las clases de educación sexual.

Durante las elecciones de 2018 en Brasil, el entonces candidato y ahora
presidente, Jair Bolsonaro, dijo que su contrincante Fernando Haddad, que
antes fue ministro de Educación, había repartido en las escuelas un “kit
gay” que enseñaba a los chicos a acariciarse y besarse. Se trataba de un
folleto hecho por una ONG dedicada a temas de tolerancia y diversidad que no
enseñaba esos contenidos y que nunca fue aprobado por el Ministerio de
Educación, como informó la Agencia Lupa en su momento.

Movimientos como Con Mis Hijos No Te Metas se oponen a la educación sexual y
están presentes en varios países. Uno de ellos es Perú, donde una de sus
voceras aseguró que se enseñaba en los manuales escolares la masturbación
como algo bueno, algo falso de acuerdo con el análisis de Ojo Público.

En Ecuador, en redes sociales circuló también la desinformación de que en
las instituciones educativas se daban manuales a estudiantes que les enseñan
a “tener relaciones sexuales de todas las formas inimaginables”. La mentira,
que fue desmentida por Ecuador Chequea, circuló cuando se estaban elaborando
informes para el primer debate en comisiones encargadas de trabajar las
reformas al Código Orgánico de la Salud y para elaborar la ley orgánica
integral para la erradicación de la violencia de género contra las mujeres.

En Paraguay, el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, se refirió al
tema este año en una homilía reforzando la desinformación que el ministro de
Educación Petta instaló sobre unas guías sobre ESI para docentes elaboradas
por Serpaj. Petta prohibió con una resolución la circulación de dichos
materiales en el sistema educativo. “Vean y comenten sobre estos textos
sobre sexualidad integral que realmente son un desastre de orientación
humana. Ofrecen experiencias sexuales terribles a los niños”, dijo el
arzobispo, en una señal de apoyo a la decisión tomada por el ministro. Pero
El Surtidor verificó que las guías ni estaban diseñadas para niños, niñas o
adolescentes, ni contenían material que los pudiera poner en riesgo, ni se
distribuían en escuelas o colegios.

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¿Y por casa cómo andamos?

 

Resistencias a la educación sexual en Uruguay

 

Natalia Uval

La Diaria, 1-1-2020

 

Uruguay no ha sido ajeno a las presiones, protestas y elaboraciones
contrarias a la educación sexual en las escuelas, aunque estas acciones no
provinieron de lugares de poder tan destacados como en otros países de
América Latina.

 

El punto de mayor fricción lo constituyó la presentación por parte del
Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), en 2017, de un texto sobre
educación sexual integral (ESI) dirigido a maestros, denominado “Propuesta
didáctica para el abordaje de la educación sexual en Educación Inicial y
Primaria”. En los discursos públicos de las autoridades religiosas y
políticas, no se acusó directamente a la propuesta de promover el aborto, la
homosexualidad o la masturbación, sino que se utilizaron otros argumentos:
en particular, la “libertad” y el “derecho” de los padres a decidir qué
educación brindarles a sus hijos e hijas en esta materia. Además, abundaron
las referencias críticas a lo que algunas organizaciones religiosas y
antiderechos denominan “ideología de género”.

 

La iglesia católica estuvo en la primera línea a la hora de criticar el
texto. El arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, sostuvo en julio de 2017,
en su audición de Radio Oriental, que el artículo 41 de la Constitución
dispone que “el cuidado y educación de los hijos para que estos alcancen su
plena capacidad corporal, intelectual y social es un deber y un derecho de
los padres”. Este artículo de la Constitución tiene un segundo párrafo, que
no fue citado por Sturla, que establece: “La ley dispondrá las medidas
necesarias para que la infancia y juventud sean protegidas contra el
abandono corporal, intelectual o moral de sus padres o tutores, así como
contra la explotación y el abuso”.

 

Sturla argumentó que el Estado “no puede ponerse en el lugar de los padres y
darles a los chicos una educación que no es la que su familia considera
conveniente”, y añadió que esto es “propio de estados totalitarios”. El
arzobispo también criticó que en un Estado “laico, plural y democrático” se
asuma “una ideología determinada, como es la ideología de género”, la que
“se nos quiere imponer subrepticiamente”.

 

Un mes después, la iglesia católica presentó un curso de educación sexual
online denominado “Aprender a amar”. En enero de 2018, Sturla cuestionó en
un evento religioso el enfoque de la diversidad sexual y explicó que la
iglesia católica elaboró una propuesta de educación sexual “según los
criterios naturales y cristianos, los del Evangelio, los de la creación”.

 

Otro enfoque de resistencia a la ESI desde la religión provino del fundador
de Beraca y de la iglesia Misión Vida para las Naciones, el pastor Jorge
Márquez. En su caso, cuestionó la “ideología de género” y la Guía Educativa
de Diversidad Sexual elaborada en 2015 por el Ministerio de Desarrollo
Social. En el programa Desayunos informales, de Teledoce, en febrero de
2017, Márquez dijo que la guía sostiene que “por cuanto nacemos sexuados, el
placer sexual es un derecho humano fundamental intrínseco desde el
nacimiento. Por lo tanto, producir o provocar el placer sexual en los
menores es un derecho”, según interpretó. “Para la ideología de género
ningún tipo de acto sexual es malo en sí mismo y esto incluye relaciones
sexuales de mayores con menores, relaciones con animales”, aseguró. “Esa
frase que yo dije está en varios manuales elaborados por el Ministerio de
Salud o Desarrollo, muchos de ellos redactados por grupos como las Ovejas
Negras u otros grupos que pertenecen a la ideología de género”, añadió. Lo
dicho por Márquez es falso; la mencionada guía no contiene ninguna
referencia al sexo con animales (zoofilia) o al sexo de mayores con menores
–que según la legislación vigente, se tipifica salvo excepciones como
violación o como abuso sexual..

 

“Los que somos creyentes pagamos la enseñanza laica, gratuita y obligatoria
para que les enseñen a nuestros hijos lo que es ajeno a nuestra fe y
conciencia. Algo está mal, ¿no?”, inquiríó Márquez. Además, acusó al “lobby
gay” de estar impulsando el sexo con menores y animales y sostuvo que estas
directivas incluso están presentes en las Naciones Unidas y en la UNESCO.

 

Sectores político-partidarios también expresaron resistencia a la guía del
CEIP; diputados del Partido Nacional como Álvaro Dastugue y Graciela Bianchi
criticaron el texto utilizando el argumento de la libertad y el derecho de
los padres y madres a educar a sus hijos e hijas en estos temas.

 

La única acusación explícita que se hizo a la propuesta didáctica del CEIP
de promover la homosexualidad se formuló durante una marcha de “A mis hijos
no los tocan”, precisamente en contra de la guía, en agosto de 2017. Según
informó el 23 de agosto Portal 180, en la convocatoria a la marcha, firmada
por el pastor Sebastián Vilar, se aseguraba que la guía contenía imágenes
pornográficas y que su contenido “es adoctrinamiento a la homosexualidad”.
“A mi hijo lo educo yo” y “No a la guía de educación sexual” fueron algunas
de las consignas que expresaron los manifestantes frente al Ministerio de
Educación y Cultura.

 

Padres responsables

 

Pero la oposición más organizada y estable a la ESI parece configurarla el
grupo autodenominado Red de Padres Responsables, que tiene un sitio en
internet con desarrollos teóricos contrarios a la “ideología de género”. En
uno de esos documentos sostienen que la guía del CEIP implica “una
intromisión en temas íntimos” con “una finalidad deconstructiva,
problematizadora, sin que se haya evaluado las consecuencias que ello podría
tener para el desarrollo psicológico del menor”.

 

Afirman también que la creación de nuevos derechos, sancionados “por la
presión del movimiento de la diversidad sexual uruguayo”, ha tenido como
propósito “producir un cambio en la moral”. “Por eso, se pretende pasar del
reconocimiento legal a la imposición moral”, añaden. Afirman que por más que
el matrimonio igualitario y el aborto estén permitidos, eso no debería
impedir considerar que esas acciones “no son buenas, valiosas para todos,
sino sólo tolerables”. Y concluyen que se pretende “imponer un pensamiento
único” y “dominar las conciencias”.

 

En noviembre de 2017, la Red de Padres Responsables elevó un petitorio al
Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de
Educación Pública solicitando que el organismo dictara una resolución que
“expresamente ampare la objeción de conciencia de aquellos educadores que no
estén de acuerdo con la línea de educación sexual propuesta por el Codicen”.
Nada nuevo bajo el sol: similares acciones se impulsaron en países como
España (2009) y Argentina (2018) en busca de impedir que se imparta
educación sexual en las escuelas.

 

El Codicen rechazó en dos instancias este pedido, y el colectivo presentó
una acción de nulidad ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo
(TCA) que aún sigue su curso. En paralelo, presentaron un proyecto de ley
ante el Parlamento en abril de 2019 sobre “derecho de los padres y educación
sexual”. Entre otros puntos, la iniciativa exige recabar el “consentimiento
escrito, informado y libre de los padres o tutores” para que “se traten con
sus hijos o pupilos determinados temas”.

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