Estados Unidos/ "La violencia intrínseca de la institución policial" [James Nolan - Entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Jun 4 18:43:58 UYT 2020


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Correspondencia de Prensa

4 de junio 2020

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Estados Unidos



Entrevista a James Nolan



"La violencia intrínseca de la institución policial"



Frédéric Autran

A l´encontre, 1-6-2020

http://alencontre.org/ameriques/

Traducción de Faustino Eguberri - Viento Sur



-¿Cómo ves los eventos de los últimos días?



La situación no es nueva. Desde 2014, ha habido una serie de incidentes
similares muy mediatizados, cuando la policía ha matado a hombres
afroamericanos desarmados y no violentos. Hay una gran tentación de decir
que es un acto aislado de un oficial podrido, que basta con arrestarle y
encarcelarle. Pero el problema es, sobre todo, la forma en que funciona la
policía en los Estados Unidos, es decir, esencialmente como una fuerza
militarizada de mantenimiento del orden. Como si la policía fuera un juego,
un acontecimiento deportivo, con una lógica y unas reglas: las y los
oficiales se suben a un coche de la policía, van a los barrios y buscan a
las y los malos a los que hay que encarcelar; son promovidos y suben de
rango cuando persiguen agresivamente a criminales, hacen arrestos, confiscan
drogas y armas. En ese mundo hay personas heroicas y personas malas.



-Las autoridades políticas, a nivel local y nacional, no parecen capaces ni
están dispuestas a frenar esta actitud. ¿Cómo explicarlo?



Históricamente, las élites políticas siempre han utilizado a la policía como
un medio para mantener el status quo. Incluso bajo Bill Clinton o Barack
Obama, con Joe Biden como vicepresidente, continuaron fortaleciendo la
presencia policial en los barrios. Tanto los republicanos como los
demócratas siguen convencidos de que la función principal de la policía es
arrestar a quienes infringen la ley. Pero las leyes tal como existen, el
arsenal antidrogas o la política de "ventanas rotas" [de tolerancia cero,
que consiste en castigar constantemente los delitos menores para evitar
delitos más graves, nota del editor] han forjado una cultura en la que todo
el mundo parece sospechoso. Especialmente en los barrios donde viven las
minorías, donde la policía considera que toda la gente negra es delincuente
o delincuente potencial. En la policía, esto alimenta una mentalidad de
"nosotros" contra "ellos". Es el "habitus" del que habla el sociólogo Pierre
Bourdieu. La policía interioriza una visión del mundo que proviene del juego
que juega: "Somos los buenos y estamos buscando a los malos".



-¿Cómo se refuerza esta lógica con el equipo militar que a menudo se
distribuye a la policía?



Todo esto viene a ser lo mismo. Si la policía jugara otro juego, no vendrían
con vehículos blindados, armados hasta los dientes. Pero en sus mentes,
incluso si hay policía local, el verdadero asunto de la policía es la
guerra. Y el asunto de la gente que hace la guerra no es la paz. Se centran
solo en el combate y son aclamados por sus actos heroicos en el campo de
batalla. La doxa de la policía pretende que atrapando al mayor número de
delincuentes es como se hace seguro un lugar. Sin embargo, no estamos
trabajando para aumentar la seguridad de la comunidad, la confianza en la
policía o los vínculos dentro de la comunidad. La paradoja es que cuantas
más personas detengas, menos seguro estará el barrio, porque se rompe la
confianza y se fractura la relación con la policía...



-Derek Chauvin ha sido acusado de homicidio involuntario y puede ser
inculpado pero, en general, la policía casi nunca lo es. Chauvin ha sido
objeto de veinte denuncias desde el comienzo de su carrera. ¿Por qué tal
nivel de impunidad?



Cuando hay quejas internas, el proceso da una impresión de imparcialidad,
pero la mayoría de las y los agentes de policía salen de situaciones así sin
dejar pelos en la gatera. Derek Chauvin puede haber sido un policía
agresivo, pero precisamente por eso fue visto como un buen policía. Lo que
estaba haciendo correspondía al estado mental de la policía, que no cede
nunca y utiliza la fuerza bruta. La policía es formada así.
Desafortunadamente, que se despida a quienes mataron a George Floyd no hará
nada para evitar que esto vuelva a suceder. Incluso si son condenados a la
pena de muerte, la violencia continuará, porque parece necesaria, como en
una guerra. La única forma de detenerla es poner fin a la guerra.



-¿Qué papel juega el racismo en esta guerra policial?



Es a la vez una causa y una consecuencia de la estructura social. La mayoría
de los agentes de policía han vivido toda su vida en una sociedad donde la
mayoría de las acciones policiales se dirigen a personas negras. Esto
produce prejuicios a la vez que los fortalece. Lo vemos en las redes
sociales ahora, cuando hay policías que dicen: "Teníamos razón. Los
manifestantes son solo saqueadores, en realidad no protestan por Floyd, sino
porque son delincuentes codiciosos".



-Después de los disturbios de Ferguson en 2014, se lanzaron varias
iniciativas (que llevaran cámara de vídeo que grabaran sus intervenciones,
entrenamiento para combatir los prejuicios), pero sin mucho efecto y la
policía continúa matando a mil personas cada año. ¿Por qué?



Porque la policía nunca ha cambiado. Dijeron: "Vamos a ser más amables, pero
de todos modos somos la policía". Nunca cambiaron la visión de su misión.
Pueden tener mejor entrenamiento, aprender a realizar arrestos de una manera
menos violenta, no odiar a las personas de color. Pero es como si en el
fútbol americano, para reducir la cantidad de lesiones, propusiéramos
entrenar mejor a los jugadores. Cuando la brutalidad está en la naturaleza
misma del juego. Mientras no abandonemos la idea de que el trabajo de la
policía es hacer cumplir la ley, nada cambiará. La policía solo será más
amable y tendrá menos probabilidades de matar a alguien, cuando sea
recompensada por algo más que por encerrar a las personas.



-Otra solución es reclutar más agentes con origen en las minorías. Pero los
estudios han demostrado que no ha resuelto nada...



Cuando te conviertes en un oficial de policía, te conviertes en uno de
ellos, compartes su estado mental. Juegas el mismo juego para ganar puntos y
hacer carrera. Y terminas con la misma mentalidad. En los últimos cinco
años, la policía ha matado a más de 5.000 personas en todo el país, en su
mayoría hombres no blancos y desarmados. Las y los policías que dispararon
eran a menudo afroamericanos. No es racismo, interiorizaron las reglas del
juego.



-En Minneapolis, el 92% de la policía vive en otra ciudad, como Derek
Chauvin. ¿Cómo contribuye esto a la desconexión entre la población y la
policía?



En los años 80 y 90, cuando era oficial de policía, teníamos la obligación
de vivir en la ciudad en la que trabajábamos. Los sindicatos policiales
negociaron con éxito que las y los oficiales pudieran residir en otro lugar,
argumentando que resultaban vulnerables al vivir demasiado cerca de los
barrios en los que patrullaban y arrestaban a las personas. Pero no
necesariamente sería un problema si el lema no fuera un mantenimiento del
orden por la fuerza, y la policía fuera vista como un apoyo a la comunidad,
no como algo extraño, extranjero, enemigo.



* James Nolan es profesor de sociología en la Universidad de West Virginia,
ex agente de policía y agente del FBI. Entrevista publicada en Libération,
1-6-2020.

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