Estados Unidos/ La gama de medidas del racismo antinegro de Trump [Alexis Goldstein]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Jun 5 19:34:33 UYT 2020


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Correspondencia de Prensa

5 de junio 2020

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Estados Unidos



La gama de medidas del racismo antinegro de Trump



Alexis Goldstein *

A l´encontre, 2-6-2020

http://alencontre.org/ameriques/

Traducción de Faustino Eguberri – Viento Sur



Durante el fin de semana, el presidente Trump amenazó abiertamente con que
el Servicio Secreto utilizaría "perros feroces" contra manifestantes que
estaban frente a la Casa Blanca protestando contra la brutalidad policial
tras el asesinato de George Floyd en Minnesota la semana pasada. Los
llamamientos de Trump a la violencia contra las y los manifestantes reflejan
el racismo antinegro de las políticas económicas que él y el Partido
Republicano han seguido implacablemente desde 2016, incluidos los recientes
intentos de destruir los empleos del sector público y hacer que la
discriminación en los préstamos los haga casi imposibles de obtener [para
las personas negras].



Una de cada cinco personas negras americanas trabaja en el sector público,
donde ganan más y se enfrentan a menos disparidades salariales que en el
sector privado. El Servicio Postal de los Estados Unidos (USPS) es un
empleador del sector público que durante mucho tiempo ha sido un centro de
organización de las y los trabajadores negros y, por consiguiente, un
objetivo para la privatización. En 2006 , George W. Bush firmó una ley que
obligó al USPS a prefinanciar sus pensiones con 75 años de adelanto. Trump
ha intentado ir aún más lejos, amenazando en marzo con vetar la Ley CARES
[una ley destinada a luchar contra las consecuencias económicas de la
pandemia de Covid-19. Ndt] en caso de que contenga alguna ayuda para el
USPS, incluso si este se llegara a encontrar en riesgo de bancarrota. A
pesar de esta amenaza, la Ley CARES contenía un préstamo de 10 mil millones
de dólares para el servicio postal, préstamo que debe ser administrado por
el Departamento del Tesoro, que según los informes planea usarlo como
palanca para forzar cambios.



La determinación de la administración Trump de dejar que la oficina de
correos quiebre es un ataque contra las y los trabajadores negros. Como
Thomas Kennedy escribió para Truthout , las y los trabajadores negros
excluidos de numerosos empleos debido al racismo sistémico "tradicionalmente
han encontrado un empleo bien remunerado y estable en la oficina de
correos". Un estudio de 2000 realizado por la Oficina de Responsabilidad del
Gobierno encontró que a partir de 1999, el 21% de las y los empleados de
USPS eran negros, en comparación con el 11% de la fuerza laboral civil del
país en general. A partir de 2011, alrededor del 25% de los trabajadores de
USPS eran negros. Las y los trabajadores negros también constituían el 14,3%
de la gestión ejecutiva de la oficina de correos. Al igual que muchos
trabajadores de primera línea, las y los empleados de USPS han estado y
están especialmente en riesgo durante la pandemia. Según el Sindicato
Nacional de Administradores de Correo Postal, 1.100 personas trabajadoras
postales han dado positivo por coronavirus y 54 han muerto por ello.



Durante la Gran Recesión (2008-2009), las pérdidas en los empleos del sector
público afectaron más a las y los trabajadores negros, ya que perdieron sus
empleos dos veces más rápidamente que los blancos. Cuando el líder de la
mayoría en el Senado, Mitch McConnell, sugiere que los estados azules
[demócratas] simplemente deberían declararse en bancarrota durante la
pandemia, está expresando su determinación de diezmar el empleo de las
personas negras. Con los presupuestos estatales y locales confrontados a
déficits masivos, casi se garantiza así que la pérdida en el trabajo del
sector público que vieron las y los afroamericanos después de la última
recesión se repetirá en ésta.



La administración Trump también se ha dedicado a crear nuevas barreras a la
vivienda para las y los residentes estadounidenses negros y morenos. La Ley
de Reinversión Comunitaria [CRA: Ley de financiación comunitaria que debía
uniformizar las relaciones bancarias con las colectividades,
independientemente de las diferencias estadísticas de solvencia]) fue
promulgada en 1977 en respuesta a la discriminación financiera racista, para
garantizar que los bancos no aplicasen políticas discriminatorias en sus
préstamos. Muchos bancos se enfrentaron a la CRA durante la última crisis
financiera, incluido OneWest [muy presente en el sur de California], por lo
que los grupos de defensa denunciaron que Trump eligiera al ex ejecutivo de
OneWest Joseph Otting para dirigir la Oficina del Contralor de la
Competencia, el organismo estatal encargado de regular y de supervisar los
bancos nacionales. Otting supervisó una reforma radical de la CRA,
permitiendo a los bancos reducir sus préstamos a comunidades de bajos
ingresos, una medida que recibió una amplia condena por parte de los grupos
de derechos civiles.



Después de haber logrado adoptar estos cambios, que no dejarán de ampliar la
brecha racial de riqueza y de exacerbar los problemas relativos a las
relaciones entre los bancos y las y los negros, Otting dimitió en plena
pandemia, diciéndole al personal de la institución que planeaba jugar mucho
más a golf y tenis. El legado duradero de Otting se concretará en la mayor
probablidad da discriminación en préstamos hipotecarios y bancarios; con
suerte, no será un legado duradero; la National Community Reinvestment
Coalition [que moviliza contra las discriminaciones en los préstamos para
vivienda, entre otros] ya ha anunciado que emprenderá acciones judiciales
para bloquear la nueva regla.



Como la mayoría de los diferentes tipos de discriminación, la discriminación
en la vivienda puede ser difícil de notar, ya que las y los propietarios
tienen una gran variedad de excusas para justificar sus negativas, desde
carencia de garantías de solvencia hasta falta de referencias. Como ha
escrito Ta-Nehisi Coates , "la discriminación en la vivienda es difícil de
detectar, difícil de probar y difícil de perseguir judicialmente". Bajo
Trump, el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) ha estado
trabajando para hacer que detectarla y procesarla sea aún más difícil.
Después de la última crisis financiera, el Departamento de Justicia procesó
a Wells Fargo por otorgar desproporcionadamente préstamos de riesgo a
prestatarios negros y latinos y préstamos a tasas preferenciales a blancos,
incluso cuando sus calificaciones de crédito e ingresos eran las mismas.
Wells Fargo, en este caso, no dijo explícitamente que su objetivo era
discriminar, pero los resultados de sus préstamos fueron discriminatorios
porque había un "modelo o práctica de discriminación".



La administración de Obama formalizó esta norma jurídica con su regla 2013
sobre el impacto difrenciado (2013 Disparate Impact rule) que precisa que se
produce una violación de la Ley de Equidad de Vivienda cuando las prácticas
conducen a la discriminación, aunque no hubiera una intención explícita y
comprobable de discriminar. Ahora bien, el HUD no se ha contentado con
vaciar esta regla de su sustancia; la agencia fue aún más lejos, diciendo
que los prestamistas no son responsables si utilizan un algoritmo de un
experto independiente que da lugar a la discriminación, lo que permite
efectivamente a los prestamistas esquivar la denuncia. Impedir todas las
discriminaciones, excepto las más flagrantes, sería casi imposible según la
regla propuesta por HUD, y ahí está precisamente el problema.



Trump está viviendo de acuerdo con el legado de su padre, que regularmente
negó la vivienda a los negros. Pero también está recuperando el mismo
objetivo político discriminatorio utilizado por los políticos supremacistas
blancos como Bull Connor [1897-1973, representante de Alabama; una figura de
la lucha y de la represión contra el movimiento de los derechos civiles] y
Walter E. Headley [jefe de la policía de Miami]. Trump evocó los métodos de
Connor de enviar perros policía para atacar a las y los manifestantes por
los derechos civiles en la década de 1960 cuando amenazó el 30 de mayo con
que si las y los manifestantes que estaban alrededor de la Casa Blanca
saltaban la valla, serían "recibidos con los perros más feroces y las armas
más amenazadoras".



Connor era el Comisionado de Seguridad Pública en Birmingham, Alabama, que
apuntó con mangueras contra incendios y soltó perros sobre los manifestantes
por los derechos civiles en 1963. La víspera del 30 de mayo, Trump calificó
a las y los manifestantes de Minneapolis como "THUGS" (delincuentes) y citó
la declaración de Headley de que "cuando comienza el saqueo, comienza el
tiroteo" en un tweet que luego fue censurado por Twitter por "glorificar la
violencia". Headley fue el jefe de policía de Miami desde 1948 hasta 1968,
supervisando dos décadas de violencia contra las y los negros en Miami,
incluido el uso de armas y perros así como controles y registros. Y como
mucha gente electa de hoy, Headley desestimó las demandas de las y los
manifestantes, llamándolos "delincuentes que se aprovechan de la campaña de
derechos civiles".



Trump continúa celebrando la brutalidad de su respuesta a los levantamientos
tras el asesinato policial de George Floyd retwitteando los llamamientos a
"usar una fuerza abrumadora". Sus cargos políticos y su administración
utilizan una fuerza similar para perpetuar la violencia a través de
políticas anti personas negras.



* Alexis Goldstein es un ex profesional de Wall Street que ahora trabaja en
política financiera. Es copresentadora del podcast "Humorless Queers".
Artículo publicado en Truthout, el 2 de junio.

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