Uruguay/ Cárceles: una "expresión de la contracara de la violencia" [Juan Miguel Petit - Entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Lun Jun 22 14:43:31 UYT 2020


  _____

Correspondencia de Prensa

22 de junio 2020

 <https://correspondenciadeprensa.com/> https://correspondenciadeprensa.com/

redacción y suscripciones

 <mailto:germain5 en chasque.net> germain5 en chasque.net

  _____



Uruguay



La situación en las cárceles es una “expresión de la contracara de la
violencia”



Para Juan Miguel Petit, comisionado parlamentario penitenciario “no hay
seguridad pública sin un sistema carcelario eficiente”.



Santiago Magni

Montevideo Portal, 20-6-2020

https://www.montevideo.com.uy/



El Ministerio del Interior informó que en la mañana del pasado martes 16 de
junio hubo un nuevo homicidio en la Unidad N° 4 Santiago Vazquez, el
exComcar. En el mes de mayo hubo seis homicidios en cárceles. Uno en la
barraca 1 de la Unidad N°7 de Canelones y el resto en la unidad 4 del
exComcar.



Estos hechos que se dan en los primeros seis meses del 2020 parecen ser una
constante y se denuncian año a año. La noticia impacta en su momento, pero
como en otros temas se da vuelta la página y volvemos a recordarlo cuando
ocurre nuevamente. El 15 de abril el comisionado parlamentario
penitenciario, Juan Miguel Petit, presentó a la presidenta de la Asamblea
General, Beatriz Argimón (vice presidenta de la República), el informe 2019
sobre la situación carcelaria nacional.



A noviembre de 2019, el sistema carcelario uruguayo tenía 11.574 internos,
unos 328 cada 100.000, casi al tope entre los países de América Latina con
más presos. En 2019 se registraron 31 muertes violentas dentro del sistema
penitenciario; la cifra es una de las más altas desde que existe registro de
este indicador extremo (2005), siendo solamente superada por la de 2016,
donde se registraron 32 muertes violentas.



Entrevistado por Montevideo Portal, el comisionado parlamentario Juan Miguel
Petit sostiene que "se ha avanzado mucho" en ver que "sin resolver la
cuestión carcelaria no resolveremos la cuestión social".



-Montevideo Portal: ¿Qué análisis puede hacerse de la cantidad de homicidios
y suicidios en cárceles en el mes de mayo?



Juan Miguel Petit: La cantidad de homicidios y suicidios en cárceles, en
particular en los mega penales del área metropolitana, exComcar, Penal de
Libertad, Cárcel de Canelones y Punta de Rieles, es expresión de la
contracara de la violencia: la existencia de una muy pobre convivencia que
deshumaniza las relaciones sociales.



Esto pasa en un barrio y en una cárcel, en cualquier ámbito que haya
personas viviendo. Si no hay acceso a lo que nos hace humanos, a eso que
llamamos la dignidad humana, que se cristaliza en derechos, derecho a la
salud, a la educación, a la familia, a la comunicación, al deporte, aparece
la violencia. Es inevitable. A mayor deshumanización, mayor violencia. Por
eso el camino, en todos los ámbitos, en un barrio y en una cárcel es el
mismo: humanizar, dignificar, enriquecer la convivencia con educación,
cultura, salud y vida sana. Sin eso, nos deshumanizamos y aparece la peor
faceta de lo humano, la violencia, hacia otros o hacia sí mismo o hacia
todos.



-MP: Se incautaron varios cortes carcelarios, drogas y demás elementos en
las últimas semanas ¿Cómo se trabaja para evitar que los presos tengan estos
elementos?



JMP: La Constitución es muy clara: las cárceles no son para mortificar sino
para educar. El artículo 26 de la Constitución (en la sección II - derechos,
deberes y garantías) siempre está vigente y en línea con las normas
internacionales. Allí está la receta, seguridad, control, aplicación de las
normas. Pero con la finalidad de educar, rehabilitar, fomentar lo mejor de
las personas. Los cortes carcelarios y las armas ilegítimas allí desaparecen
en la medida que existen controles que se complementan con educación y
enfoque técnico de la convivencia. Sin uno de los dos pilares la mesa se
cae.



-MP: ¿Por qué Uruguay va rumbo a un sistema carcelario con más de 12 mil
presos a fin de año?



JMP: Vamos rumbo a un sistema de 13.000 presos en diciembre porque como
país, y esto no es un tema de una, dos o tres administraciones, no hemos
encontrado el modelo para atender dramas sociales muy profundos que terminan
en una transgresión penal, el delito, y que pueden tener otras maneras de
"rendición de cuentas" que la cárcel. ¿Dónde se fabrican buena parte de las
trasgresiones? Por un lado, en ámbitos con malas condiciones de crianza y
pobreza, deserción educativa, ruptura familiar, abandono, problemas de salud
mental, adicciones. Esa es una fuente.



La otra fuente es un sistema carcelario que no logra bajar la reincidencia y
se vuelve origen de nuevas trasgresiones. Una nueva generación de políticas
sociales debería abarcar todas esas zonas de tejido social pobres en
nutrientes, de convivencia violenta, generadores de desamparos, con líneas
de acción, redes de contención y asistencia, que cubran y conecten todo el
territorio, dando densidad a los derechos y accesibilidad a la posibilidad
de desarrollarse como personas.



Hay varios estudios que muestran cómo el delito ha tenido tendencias
parecidas en Occidente, en particular en el Occidente de mayor desarrollo,
Estados Unidos, Canadá, Europa, los países nórdicos, donde las grandes
corrientes indican que hubo una caída de delitos luego de 1950, una alza
luego de los años 60, muy pronunciada, y luego un descenso que se inicia en
1990. Los estudios indican que la cantidad de delitos que se producen son
una variable independiente de la cantidad de presos que hay. O sea, más
presos no significa menos delitos. Estados Unidos optó por una política de
"mano dura y muchos presos y mucho tiempo en la cárcel" y sus altas y bajas
en cantidad de delitos fueron las mismas que Canadá, que mantuvo parejo el
porcentaje de presos sobre la población total que siempre tuvo.



O sea, bajar el delito no pasa por tener más delitos, penas más duras, pocos
mecanismos excarcelatorios. Nosotros recorrimos el camino de EEUU desde
1995, y tenemos el índice de prisionización, o sea cantidad de presos cada
100.000 habitantes, más alto de América del Sur luego de Brasil. Leyes duras
con más presos más tiempo presos no solo no bajan la delincuencia, sino que
hay muchos indicios de que tienen el resultado inverso, aumenta la
delincuencia pues se establece en un sistema carcelario gigante que irradia
su violencia a toda la sociedad.



Creo que esto requiere mucho diálogo técnico e institucional, y asumir que
hay muchas cosas que no sabemos cómo resolver. Hay problemas muy complejos
que están pendientes no por mala voluntad o falta de voluntad de
resolverlos, están pendientes porque son muy complejos, aquí y en todas
partes, y se necesita una acumulación de voluntades, de conocimiento basado
en evidencia y de potentes plataformas institucionales para transformar la
preocupación en política pública.



-MP: Las denuncias de estas situaciones datan de hace años y usted las ha
reiterado ¿Cree que el sistema político no está escuchando el mensaje?



JMP: Creo que se ha avanzado mucho en ver que sin resolver la "cuestión
carcelaria" no resolveremos la "cuestión social". En otras palabras: no hay
seguridad pública sin un sistema carcelario eficiente, educativo y con baja
reincidencia. Creo que esto está en la agenda, arriba de la mesa y que los
parlamentarios ven allí un tema que requiere debate, acuerdos y nuevas
líneas de acción, que tomen lo bueno hecho y avancen sobre lo pendiente.
Creo que hay conciencia de la necesidad y urgencia de esto. Avanzar en
acuerdos concretos que se expresen en presupuestos, políticas públicas e
innovaciones de programas, requiere un enorme trabajo. Llegar a un nuevo
sistema carcelario debe ser visto como una obra pública en beneficio de la
vida de todos. Tratamos de aportar en ese sentido.



Es un desafío del siglo XXI lograr que los sistemas carcelarios sean un
mecanismo de pacificación y no una de las principales fuentes de violencia
social. Si el sistema es gigante, como el nuestro, y ni que hablar si sigue
creciendo, es seguro que tendremos un sistema ineficiente, infinanciable,
donde las malas noticias serán una constante.



Tener un sistema carcelario eficiente, y por lo tanto una cantidad de
privados de libertad manejable, por supuesto no significa que quien delinca
no rinda cuentas de sus actos ante la justicia, rendir cuentas de lo hecho,
de la trasgresión es propio del Estado de derecho. El tema es cuál es el
mecanismos de rendición de cuentas. Y ahí es donde tenemos que avanzar:
medidas especiales para los adictos, centros terapéuticos, medidas
alternativas para delitos leves para evitar que el delito leve sea el primer
paso en una carrera antisocial, combate a las adicciones, trabajo coordinado
con las familias y conexiones con el mundo exterior.



-MP: ¿En la ley de urgente consideración no ve contemplado los cambios
necesarios? ¿Hay aspectos que afectarían negativamente, por ejemplo el
aumento de penas?



JMP: En ambas comisiones que han estudiado la Ley de urgente consideración
entregué documentos con numerosas observaciones, tuve largos diálogos con
las comisiones y señalé que está ley va en el mismo sentido que estamos
legislando de 1995 y que es necesario pensar en otros rumbos. Hace muchos
años venimos con el mismo rumbo, penas más largas, menos posibilidades
liberatorias que estimulen la rehabilitación, más población penitenciaria.
Estados Unidos, entre otros países, ha tenido este rumbo durante años y
luego de mucho estudio y debate, hace un par de años que giró hacia otra
ruta: cárceles chicas, tratamientos, educación, medidas alternativas,
libertades asistidas, tratamiento diferenciado de las adicciones. Lo mismo
Alemania y los países nórdicos, los que han logrado abatir el delito.
Tenemos que explorar ese camino.



-MP: ¿Cómo ve la creación de una cárcel de máxima seguridad? ¿es una
necesidad o no es el camino más cárceles?



JMP: Se ha planteado construir una cárcel de máxima seguridad, lo que es
necesario ya que el Penal de Libertad, en especial su viejo celdario que se
ve desde la ruta, no es adecuado. Máxima seguridad también implica máxima
intervención técnica y es un gran desafío para pensar en todas las piezas
del sistema.



Hace no mucho en una charla Ted, un fiscal norteamericano, Jeff Rosen,
analizaba el fracaso del sistema penal y carcelario norteamericano y
aplaudía las reformas que empezaban a hacerse. Lo comparaba con el alemán.
EEUU tiene 10 veces, en promedio, más presos que Alemania. Y el sistema
alemán es mucho más eficiente, menos presos, menos delitos.



En EEUU veía macro penales, despersonalizados, sucios, violentos, presos
regimentados con uniforme, pocas actividades socio educativas, poca salud
mental, pocos beneficios excarcelatorios, muy malas medidas alternativas. En
Alemania destacaba cárceles chicas, incluso las de máxima seguridad, la
posibilidad de todo preso de postular a medidas alternativas, muchos
programas educativos, trabajo con las familias, cárceles limpias, presos sin
uniforme y que se cocinan en sus celdas y programas contra la adicciones.



Así como EEUU empezó hace cuatro años a cambiar su gigantesco sistema, en
Uruguay también tenemos el desafío de recoger la experiencia mundial y
transformar el sistema penitenciario. Creo que uno de los desafíos del siglo
XXI para Uruguay, así como lo fue en su momento la construcción de la
rambla, la red de saneamiento, el sistema monetario, la matriz educativa y
tantas otras cosas que nos definen como país, es seguir avanzando en una
reforma penitenciaria que logre curar una de las fuentes de los delitos
cotidianos: el sistema carcelario.



Más presos en más tiempo puede comprometer esa transformación y hacernos
vivir con un foco de violencia sin solución. Un sistema eficiente requiere
encarar el sistema con integración de todos los componentes de las políticas
sociales que hacen a la dignidad de las personas, donde la seguridad es el
marco pero, lo central es el contenido educativo de lo que ocurre.

  _____





--
El software de antivirus Avast ha analizado este correo electrónico en busca de virus.
https://www.avast.com/antivirus


------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20200622/ea8fc13d/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa