Ecuador/ Comunidades indígenas. La nueva pandemia se cruza con viejas luchas [Cecilia Pérez]
Ernesto Herrera
germain5 en chasque.net
Sab Mar 28 15:39:40 UYT 2020
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Correspondencia de Prensa
28 de marzo 2020
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Ecuador
Para las comunidades indÃgenas de Ecuador la nueva pandemia se cruza con viejas luchas
La dirigente Patrica Gualinga, integrante de la organización Mujeres Amazónicas, señala que al extractivismo en los territorios indÃgenas, el racismo y la impunidad, se suma ahora un riesgo sanitario que puede golpear fuerte a esas comunidades.
Cecilia Pérez
La Diaria, 28-3-2020
https://ladiaria.com.uy/
Unos dÃas antes de que el gobierno de Ecuador dispusiera el toque de queda para frenar la propagación del nuevo coronavirus, un grupo de mujeres indÃgenas y algunos representantes de AmnistÃa Internacional entregaron a la FiscalÃa General del Estado de ese paÃs más de 250.000 firmas. Las recolectaron en una campaña internacional que se extendió por 168 paÃses, para reclamar que se investiguen las amenazas y ataques que sufrieron cuatro integrantes del colectivo Mujeres Amazónicas.
La FiscalÃa se comprometió a revisar esos casos, que abarcan desde amenazas de muerte hasta el incendio de la vivienda de una de las activistas. Los ataques ocurrieron en 2018 y las vÃctimas fueron Nema Grefa, Salomé Aranda, Margoth Escobar y Patricia Gualinga. Desde entonces, las investigaciones parecen estancadas, según las denunciantes.
“Ellos dicen que van a tratar de agilitarlas, pero veremos si pasamos de los dichos a los hechosâ€, dijo Gualinga a la diaria, en diálogo telefónico. “Ya llevamos dos años presionando para que den con los responsables de quemar la casa de Margoth, para saber quién vino a romper los vidrios del departamento donde yo estaba, quién nos amenazó de muerte, y no ha habido resultados. Aparecen filmaciones de cámaras en sitios que nada tienen que ver. Hay una investigación que realmente no es lo que deberÃa serâ€, agregó. La entrega de firmas busca poner en evidencia que estos casos no sólo despiertan la atención en Ecuador, “sino que hay 168 paÃses que están apoyando este proceso de las mujeresâ€.
Cuando Gualinga fue amenazada de muerte y su vivienda fue apedreada, AmnistÃa Internacional reclamó al gobierno de Ecuador que actuara y que reconociera la legitimidad del trabajo de los defensores del medioambiente y el derecho a la tierra.
La dirigente, de 50 años, es una de las caras más visibles de Mujeres Amazónicas, un movimiento creado en 2013 para defender sus derechos, los de sus comunidades y sus territorios frente a diversas industrias extractivas, en particular la del petróleo. También ha liderado esa lucha como dirigente del pueblo kichwa de Sarayaku ‒una localidad de la provincia ecuatoriana de Pastaza‒ y es consejera indÃgena de la organización Amazon Watch. Uno de sus logros y los de su pueblo fue conseguir un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a favor de esa comunidad, en 2012.
Pueblos sin nombre
Las integrantes de Mujeres Amazónicas se movilizaron desde el comienzo contra la explotación petrolera en la Amazonia ecuatoriana. Cuando Gualinga habla sobre esto, se refiere a los “bloquesâ€, territorios habilitados para esa explotación. “Nos han dividido en bloques petroleros o mineros o hidroeléctricosâ€, dice la dirigente, en referencia a las autoridades. “Ellos ni siquiera nos ubican por el nombre de nuestros pueblos, nos ponen números. Desde ese mismo momento nos niegan nuestra identidad. Dicen: ‘Este es el bloque 28 y abarca todo este territorio, unas 200.000 hectáreas’, y ‘este es el bloque 10’. Y en ese bloque hay muchos pueblos indÃgenas, comunidades. Ya no somos los sarayakus, ya no somos los de [el pueblo de] Curaray. Desde que concesionan a las petroleras, nos convirtieron en bloques. Y eso pese a que somos territorios indÃgenas legalmente reconocidos dentro de la Constitución y con ese reconocimiento ganado en la Justicia y la leyâ€.
El territorio sarayaku es de 135.000 hectáreas y allà viven 1.340 personas. “No manejamos ese espacio para la agricultura extensiva, sino que lo tenemos como bosque primario y sólo utilizamos ciertos espacios, que son rotativosâ€, explica Gualinga. “Nosotros hemos logrado detener varios procesos de intromisión, expulsarlos. Hemos logrado que las rondas petroleras no avancen, y es una lucha diaria de muchÃsimos añosâ€, destacó la dirigente. “Realmente a mi territorio no creo que se atrevan a entrar tan fácilmente, porque tenemos una sentencia de la CIDH y hemos estado muy visibles en los últimos añosâ€, agregó.
Ahora luchan para que no se amplÃen los bloques 10 y 28, algo que para la dirigente es inconstitucional. Si fueran ampliados, la medida afectarÃa a unas 25.000 personas de distintos pueblos, estimó.
De Correa a Moreno
Durante la presidencia de Rafael Correa, de 2007 a 2017, la relación del gobierno con las organizaciones de los pueblos indÃgenas fue muy crispada. El sucesor de Correa, LenÃn Moreno, que fue aliado del ex presidente y ahora es su enemigo polÃtico, prometió dialogar con esas organizaciones. Pero ese diálogo nunca llegó, dijo Gualinga.
Consultada sobre si los movimientos indÃgenas notan algún cambio de un gobierno a otro, la dirigente dijo que no. “Lo que uno [Correa] hacÃa de una manera muy frontal, con insultos, este gobierno lo hace de una manera más discreta, pero es lo mismo. No ha cambiado absolutamente nada en el tema de la extracción y de las concesiones territoriales. Sigue la misma polÃtica, las mismas personas, los mismos ministerios. Sólo cambió el rostro del presidente para nosotrosâ€, afirmó la dirigente, y agregó: “Yo creo que ambos gobiernos han estado casados con el capital extractivoâ€.
Si durante lo que va el gobierno de Moreno no hubo diálogo, el año pasado la distancia entre el Ejecutivo y los movimientos indÃgenas se acrecentó. El punto de quiebre fue el decreto del 3 de octubre, que eliminó el subsidio a los combustibles, lo que aumentó el precio del transporte público y fue la causa de protestas masivas que continuaron por 11 dÃas. El Ejecutivo de Moreno declaró el estado de excepción y reprimió brutalmente las manifestaciones, hasta que finalmente tuvo que dar marcha atrás y volver a aplicar el subsidio.
El movimiento indÃgena fue uno de los protagonistas de estas protestas, en particular la Confederación de Nacionalidades IndÃgenas de Ecuador (Conaie), que entre muchas otras organizaciones tiene entre sus integrantes a Mujeres Amazónicas. Consultada sobre el papel que ellas tuvieron en ese contexto, Gualinga señaló que Mujeres Amazónicas no participó en las manifestaciones como organización, pero sà lo hicieron algunas de sus lÃderes desde otras organizaciones que integran, pertenecientes a sus comunidades, “solidarizándose, tratando de ver una salidaâ€. La dirigente agregó: “Lo que nosotras hicimos fueron varios pronunciamientos en los que llamamos a la paz, a una salida pacÃfica, a que no hubiera agresividadâ€.
“Pero obviamente lo de octubre fue desproporcionado, por la arremetida del gobierno, la represión que sufrió el pueblo, y porque en medio de tanta gente que se movilizó, creo no habÃa un control de aquella gente que podÃa estar generando el caosâ€, afirmó Gualinga. “El Estado no pudo tener ningún control y lo único que se le ocurrió fue reprimir con una violencia brutal que costó varias vidasâ€, señaló.
En su opinión, octubre, además, “desnudó una parte camuflada del Ecuador: el racismo hacia los pueblos indÃgenasâ€. La Conaie fue una cara visible de las protestas, y por eso “culparon de todo a los indÃgenasâ€, dijo. “Pero no era solamente el sector indÃgena el que salió a manifestarse: eran los barrios, la gente de escasos recursos, los pequeños comerciantes. Fue fácil culpar a los lÃderes indÃgenas para no ver la desconformidad de toda una población que estaba ahà luchando, tratando de que alguien los representara y respondiera por ellos. La única que estaba ahà presente fue la Conaieâ€, agregó.
Una vez que el decreto fue derogado, “se volvió a una relativa calmaâ€. De lo contrario, “iba a haber mucha pérdida de vidas humanasâ€, en una situación en la que tanto el gobierno como los manifestantes estaban decididos a mantener sus posiciones, y la represión no se detenÃa.
Para Gualinga, el problema de fondo en Ecuador y en aquella crisis es la inequidad social; sin embargo, considera que “fue un gran logro que se derogara el decreto, independientemente de lo que eso pudiera significar en términos ambientales o en análisis profundosâ€. Desde aquel punto, agrega, “no se ha avanzado másâ€.
“Yo creo que hay todavÃa un abismo profundo entre las organizaciones sociales, el gobierno, la Conaie, pero sobre todo he visto un abismo profundo con la sociedad media-alta intelectual de Quito, de Guayaquil, que de alguna manera se desnudó con una actitud de insultar y decir: ‘¡Estos indÃgenas!’â€, afirmó la dirigente. Agregó que en su paÃs “el racismo nunca fue superado, siempre estuvo ahà y lo que se hizo fue desnudar esoâ€.
Comunidades ante el coronavirus
Hasta el jueves, Ecuador habÃa registrado casi 1.400 casos de Covid-19 y 34 muertes por esa enfermedad. Gualinga afirma que está aterrada por el impacto que puede tener el coronavirus en los pueblos indÃgenas. “No quiero ni imaginarme lo que puede pasar si llega la pandemia a las comunidades. Hemos sido exterminados en la historia por virus como la viruela, el sarampión, las gripes. Y ahora esta nueva pandemiaâ€.
Como medida preventiva, los dirigentes de la Confederación de Nacionalidades IndÃgenas de la Amazonia Ecuatoriana se pronunciaron ante el avance del coronavirus y decidieron suspender actividades, y restringir la entrada y la salida de personas ajenas a sus pueblos. Lo mismo hicieron distintas organizaciones de base reunidas en esa confederación, señaló Gualinga.
“Hay comunidades en las que no hay ni siquiera un centro de salud, ni siquiera hay alcohol lÃquido. ¿Cómo lo vamos a afrontar?â€, se preguntó la dirigente. “No hay centros hospitalarios que estén preparados para esta situación. Si llega a las comunidades esto va a ser un exterminioâ€, agregó la dirigente, y concluyó que si estos pueblos “antes eran desatendidos, ahora van a estar peorâ€.
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