Apartheid médico/ Israel niega la vacuna a los palestinos. [Ariel Elyse Gold]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Ene 8 23:05:20 UYT 2021



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Correspondencia de Prensa

8 de enero 2021

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Apartheid médico



Israel niega la vacuna a los palestinos



La campaña de inmunización israelí es muy celebrada por estas horas. La
potencia ocupante, sin embargo, excluye de la vacunación a los ocupados. Se
dice dispuesta a concederles, quizás, el stock sobrante.



Ariel Elyse Gold *

Brecha, 8-1-2021

https://brecha.com.uy/

Traducción de María Landi



Los medios de comunicación están llenos de titulares como este de The New
York Times del 1 de enero: «Cómo Israel se convirtió en líder mundial en la
vacunación contra el covid-19». Mientras que Estados Unidos hasta ahora sólo
ha vacunado al 1,3 por ciento de su población, Israel ya ha dado la vacuna
de Pfizer/Biontech a más del 14 por ciento de sus ciudadanos. Al explicar
esto, los medios de comunicación citan el sistema de salud pública de
Israel, el hecho de que el país es pequeño pero rico (lo que le permite
pagar 62 dólares por dosis, en comparación con los 19,50 dólares que paga
Estados Unidos) y la naturaleza altamente digitalizada de su sistema de
salud. Pero tras los titulares que celebran las tasas de vacunación de
Israel hay una historia mucho más oscura sobre la desigualdad en materia de
salud.



Israel tiene una población de alrededor de 9 millones de habitantes. El 20
por ciento son ciudadanos palestinos de Israel. Estas personas pueden votar
en las elecciones, tienen representación en el Parlamento y están siendo
vacunadas contra el covid-19. Pero hay alrededor de 5 millones de personas
palestinas que viven bajo el dominio israelí, sin derechos y que, al igual
que el resto del mundo, también sufren la pandemia.



Desde 1967, la población de colonos israelíes en territorio palestino
ocupado se ha disparado a cerca de 500 mil habitantes; los consejos
regionales de las colonias controlan, de acuerdo a la organización israelí
de derechos humanos B’Tselem, el 40 por ciento de las tierras de
Cisjordania. A pesar de que los acuerdos de normalización facilitados por
Estados Unidos entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Marruecos
–firmados en el último semestre del año pasado– supuestamente habían
detenido la anexión de una parte de Cisjordania a Israel, lo cierto es que
en 2020 el gobierno de ese país otorgó el mayor número de permisos para
construcción o expansión de colonias desde que el grupo de vigilancia Peace
Now comenzó a hacer el seguimiento en 2012.



A pesar de que la Autoridad Palestina y Hamas son supuestamente los
«gobiernos oficiales» en Cisjordania y Gaza, Israel es quien manda
realmente. Israel controla las fronteras, la moneda, el banco central e
incluso recauda impuestos en nombre de la Autoridad Palestina. Mantiene el
derecho de llevar a cabo operaciones militares en territorio palestino y
controla la cantidad de libertad, o la falta de ella, que se concede a la
población palestina. Incluso en zonas como Ramala, supuestamente bajo el
control total de la Autoridad Palestina, Israel se reserva el derecho de
entrar en la ciudad en cualquier momento, de cerrar calles y tiendas, de
irrumpir en las casas y de hacer arrestos militares nocturnos sin orden
judicial.



La distribución de la vacuna contra el covid-19 por parte de Israel está
lejos de ser el único sistema de desigualdad en el país. Las elecciones
israelíes no incluyen a los aproximadamente 5 millones de palestinos que
viven en Cisjordania y Gaza bajo su dominio. La población palestina de
Jerusalén este (anexada a Israel desde 1967), si bien puede votar en las
elecciones municipales, no puede votar en las nacionales, como la que está
prevista para marzo (la cuarta en dos años).



Tal vez la demostración más flagrante de que Israel tiene dos conjuntos de
leyes para dos grupos de población es su sistema judicial en Cisjordania.
Mientras que los colonos israelíes, que viven allí ilegalmente según el
derecho internacional, están sujetos a la legislación civil israelí, sus
vecinos palestinos viven bajo la legislación militar. Esto les subordina a
decretos como la orden militar 101, que prohíbe incluso la protesta
pacífica.



Según los Acuerdos de Oslo, firmados en 1993, la Autoridad Palestina es la
única responsable de la atención sanitaria de la población palestina en
Cisjordania y Gaza. Sin embargo, esos acuerdos formaban parte de una visión
que contemplaba la firma de un acuerdo de paz más completo en un plazo de
cinco años. Casi tres décadas después, este acuerdo de paz más amplio no se
alcanzó e Israel ha afianzado su empresa de ocupación colonial, al tiempo
que desobedece el derecho internacional y elude sus obligaciones morales,
jurídicas y humanitarias como potencia ocupante. Proporcionar la vacuna
contra el covid-19 a la población palestina ocupada es una de esas
obligaciones.



La población palestina de Cisjordania y Gaza necesita desesperadamente la
vacuna. Hasta el 6 de enero de 2021, ha habido 144.257 casos y 1.663 muertes
por covid-19 en los territorios palestinos. La infección y las tasas de
mortalidad están aumentando peligrosamente. En un período de sólo 24 horas,
se anunciaron 1.191 nuevos casos y 20 muertes por el virus. La situación en
Gaza es particularmente preocupante. Los gazatíes padecen hasta 12 horas
diarias sin electricidad. Gracias al bloqueo aéreo, terrestre y marítimo
impuesto por Israel, así como a los múltiples ataques militares sobre ese
enclave superpoblado, hay una grave escasez de medicamentos y equipamiento
médico, junto con una pobreza y un desempleo considerables. Establecer una
cuarentena y mantener los servicios sanitarios en Gaza es extremadamente
difícil.



El sistema Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS), destinado a
ayudar a los países empobrecidos, se ha comprometido a vacunar al 20 por
ciento de los palestinos que viven en los territorios ocupados. Pero las
vacunas del Covax aún no cuentan con la necesaria aprobación de la OMS para
su «uso de emergencia». Gerald Rockenschaub, jefe de la oficina de la OMS en
Jerusalén, dijo recientemente que es probable que las vacunas de ese sistema
no estén disponibles para su distribución en los territorios palestinos
hasta «principios o mediados de 2021». Según el Ministerio de Salud
palestino, los territorios han sufrido una crisis financiera que los ha
dejado casi sin fondos para comprar dosis de vacunas. Incluso cuando
lograron conseguir el dinero, las que intentaron comprar a Rusia en
diciembre no pudieron ser entregadas, ya que ese país determinó que no tenía
suficientes dosis para vender.



En la primera semana de 2021, la Autoridad Palestina comenzó a indagar si
Israel les ayudaría a obtener la vacuna. Hasta ahora, los funcionarios
israelíes (en particular el viceministro de Salud, Yoav Kisch) han dicho que
quizás podrían ofrecer a Cisjordania y Gaza lo que les sobre después de
vacunar a la población israelí y a la palestina de Jerusalén este. Si eso no
es un apartheid médico, se parece bastante.( (Artículo publicado en
Mondoweiss: https://mondoweiss.net/)



* Activista judeoestadounidense, codirectora nacional de la organización
feminista Codepink y responsable de su campaña por los derechos del pueblo
palestino. Por su activismo en ese terreno, Israel le ha negado la entrada
al país.

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