México/ La pandemia exige aplicar moratoria contra los desalojos [Daniela Rea]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Lun Ene 25 12:20:51 UYT 2021


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Correspondencia de Prensa

25 de enero 2021

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México



Aplicar moratoria contra desalojos, la pandemia lo exige



Las consecuencias económicas de la pandemia han dejado a familias sin casa.
El gobierno no ha otorgado apoyos económicos ni alternativas legales para
evitarlo. Organizaciones de derecho a la vivienda solicitan que se apliquen
moratorias, como ya sucedió en otros países



Daniela Rea *

Pie de Página, 25-1-2021

https://piedepagina.mx/



“Estoy casada y tengo un hijo de 6 años, antes de la pandemia mi esposo
trabajaba de bar tender en un antro y yo en una ONG. Se quedó sin trabajo
mucho antes de que empezaran a cerrar antros, los dueños del lugar
decidieron cerrar anticipadamente y pues el sueldo de Ricardo era el que
compensaba los pagos de la renta. Vivíamos en Iztapalapa donde la renta no
es tan cara, pagábamos 4 mil 500. Sin su sueldo empezamos a viviral día, era
una situación difícil y estresante, pedíamos dinero para terminar los gastos
del mes y tomamos la decisión de dejar la casa porque ya no podíamos pagar
la renta”.



Éste es el relato de Pamela, una joven que recién comenzaba su vida
independiente, con su familia, y por las consecuencias económicas de la
pandemia tuvo que dejar el departamento que rentaba, y volver a la casa
familiar. En un breve sondeo a través de redes sociales Pie de Página puede
acceder a su relato, el de otras personas que dejaron la casa por falta de
pago y una más que fueron desalojados por deudas.



“Desde que Ricardo se quedó sin trabajo en marzo yo sostenía la casa,
sabíamos que esto no iba a mejorar y en junio decidimos movernos con mis
suegros, que nos prestaron un cuarto en Neza. Ha sido complicado porque es
una decisión que nos aleja de lo que eran nuestros trabajos presenciales, de
nuestra independencia. Las redes familiares nos ayudaron pero seguimos con
deudas”.



¿Cuál es el impacto de la pandemia en el derecho a la vivienda en México? Es
difícil saberlo aún. La Encuesta de Seguimiento de los Efectos del covid-19
publicada en junio del año pasado advierte que la pandemia podría llevar a
la pobreza al 76.2 por ciento de la población, esto es 95.2 millones de
personas.



Entonces la encuesta advertía que 14 por ciento de la población
económicamente activa se encontraba desempleada o descansada sin goce de
sueldo; 65 por ciento tenía sus ingresos reducidos y un 30 por ciento
reportaba reducción de más de la mitad de su ingreso.



Silvia Emanuelli, coordinadora de la Coalición Internacional para el
Hábitat,  señala que los datos de desalojos (y de quienes han tenido que
dejar su casa o departamento sin desalojo) aún no están disponibles.



“Los resultados de los tribunales van retrasados, un juicio de arriendo
tarda en promedio un año en resolverse, así que aún no tenemos esos datos de
desalojos. Por otro lado están quienes no a fuerzas han vivido desalojo
judicial sino que han decidido irse del lugar donde vivían porque ya no
tienen posibilidad de pagar la renta, y han tenido que volver a su ciudad de
origen, con los padres; otros han logrado acuerdos”.



Pamela relata que antes de la pandemia estaban estables económicamente;
destinaban el 30 por ciento del sueldo de su compañero para pagar la renta y
comenzaron a adquirir deuda para comprar muebles de su casa. “Somos una
pareja joven y cuando nació mi hijo vivimos dos años con mis papás. Tener un
departamento propio significaba independencia, tomar las riendas de nuestra
familia y de la crianza de nuestro hijo. Pareciera que volver a una cosa
familiar era dar un pasito atrás de lo que habíamos consolidado”.



La ONU recomienda que se destine máximo el 30 por ciento del ingreso a la
renta, sin embargo en el país este porcentaje sube hasta un 50 por ciento.



Dejar la casa



La Coalición para el Hábitat realizó un cuestionario a 1498 personas entre
1° y el 12 de mayo, para conocer cuál era el impacto de la pandemia en el
derecho a la vivienda. Si bien se trata de una muestra que no se puede
generalizar al conjunto de la población, explica Silvia Emanuelli, permitió
poner sobre la discusión qué está pasando.



Una tercera parte de las personas encuestadas vive en departamentos o casas
independientes; el resto se reparte casi por partes iguales entre vivir en
vecindades, casas de interés social, en un cuarto en una vivienda más
amplia; y en menor medida en un cuarto de azotea.



De los encuestados 44% son propietarios de la vivienda, casi 40% la rentan,
11% es prestada y 3% viven en casa de algún familiar.



En los resultados encontraron que se realizaron 56 desalojos que afectaron a
256 personas. De las personas desalojadas, una tercera parte vivía en
Iztapalapa, el resto en Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero y Coyoacán.



El 59% de las personas desalojadas dijeron que fue por la imposibilidad del
pago del alquiler por falta de recursos económicos atribuidos a la pandemia;
el 14% a que el propietario dejó de prestar o pedir que cuiden su vivienda y
el 7% fueron desalojados por riesgo de contagio.



Toda una vida se fue con el préstamo



Este relato lo hace Carola. Hasta finales del año pasado su hija vivía con
su papá, en un departamento propio. Sin embargo, las consecuencias
económicas de la pandemia le impidieron pagar un préstamo del cual el
departamento estaba en garantía. El 25 de noviembre del 2020 fueron
desalojados por el banco. El hogar se perdió.



“Mi hija y su papá vivían en un departamento en la colonia Juárez donde
vivían desde hace 20 años, desde que ella nació. El papá pidió un préstamo,
el trabajo fue mal, no se pudo pagar el préstamo, el departamento quedó como
garantía. Se había dicho que no habría desalojos en la pandemia, incluso él
fue a hablar a jurídico del banco y le dijeron que no, pero no fue así. El
25 de noviembre en la mañana llegaron seis hombres con sellos y ganchos a
informar que iban a desalojar y tomar posesión del departamento, que le
pertenecía al banco. Mi hija y su papá no se resistieron, era un
departamento que estaba valorado en 3 millones de pesos.



“De mi hija pudimos recuperar su ropa, cosas de la escuela, pero no hubo
dinero para rentar una bodega y poner los muebles, los regalamos a unas
personas que están  acampando a la vuelta en la colonia Juárez que también
fueron desalojadas hace años, ahí quedó esa historia de 20 años, 25 años de
ese departamento”.



“Ahora mi hija vive conmigo, el papá no tiene casa, se quedó sin nada, solo
una bolsa negra con ropa y zapatos. Lamentablemente es una historia muy
común. Uno queda tan mal emocionalmente que no está listo para enfrentar una
acción, no le alcanza a rentar, está en casa de amigos. No sabe qué va a
hacer”.



Renta



En México el 16 por ciento de la población accede a la vivienda a través de
la renta, que equivale a 5 millones de viviendas, según el INEGI. Kalycho
Escoffié, directora en el Centro de Derechos Humanos de la Facultad Libre de
Derecho de Monterrey, explica que la renta  es el medio por el cual la clase
media accede a la vivienda, la clase media joven, generaciones que tienen
obstáculos para alcanzar un inmueble, sobre todo en ciudades donde el suelo
es excesivamente caro.



Sólo el 41 por ciento de los contratos de arrendamientos en México cuenta
con un contrato escrito, el resto pone en desprotección a los propietarios
como a los inquilinos, agrega Escoffié.



En la encuesta que realizó Hic-Al se refiere a que 597 hogares de los  mil
498 entrevistados pagan renta, el 62 por ciento afirmó tener dificultades
para asumir el pago y el 37 por ciento afirmó no tener dificultades para
seguir haciéndolo.



De las personas que afirmaron tener dificultades para pagar, dos terceras
partes no han podido llegar a un acuerdo con el dueño; y el resto que sí
pudo llegar a un acuerdo las opciones fueron varias como reducir el precio
de la renta, condonar o aplazar el pago.



Algo que advierte la encuesta es la dificultad creciente para mantener el
pago:  dos terceras partes de las personas encuestadas dijeron que había
posibilidades de no poder pagar la renta los próximos meses.



La encuesta retoma datos de la organización civil El Caracol, según la cual
en la ciudad de México hay 6 mil 700 personas en situación de calle, por lo
que se recomienda destinar recursos para garantizarles un hogar en la
emergencia sanitaria, ya sea en albergues o acceso a los hoteles o vivienda
temporal.



La red familiar ante la omisión gubernamental



“Soy Alfonso Sierra, tengo 30, estudio un doctorado (sexto semestre) en la
UNAM con beca de CONACyT, soy papá soltero y mi beca termina en un año. Tuve
que dejar mi casa y regresar con mis papás como una medida para ahorrar esa
renta para el futuro.



“Mis papás tienen 60 años, mi mamá es pensionada y mi papá maneja un autobús
de pasajeros, mi papá es diabético y con obesidad, su trabajo es de alta
exposición al virus y preferimos que dejara de trabajar, esto fue desde
marzo hasta noviembre, entonces los ingresos en su casa fueron muy escasos.
Yo les ayudaba prácticamente con la mitad de sus ingresos. Acordamos que era
mejor mantener una sola casa y ahorrar parte de mi beca ante la
incertidumbre del fin de la pandemia.



“Sé que mi caso no es una tragedia, que hay historias horribles. Pero
finalmente, sí, la pandemia me obligó a dejar mi casa donde era muy feliz
solo.



“¿Qué significó para mí dejar mi casa? Fue triste, pero más que nada
incómodo… perder mi privacidad, mi espacio y mis reglas para volver a mis 30
años al espacio familiar. Además era una renta relativamente baja por una
casita muy muy linda, ubicada en un pueblo de usos y costumbres entre
Cuernavaca y Tepoztlán. Procuro que este cambio imprevisto me afecte lo
menos posible en mi plan a largo plazo, que es terminar el doctorado para
establecerme en Alemania, viéndolo de este modo aún puedo recuperar algo de
lo perdido”.



Moratorias, la alternativa en otros países



En abril del 2020 la ONU recomendó a los países cancelar los desalojos hasta
el final de la pandemia, pues justo el hogar con acceso a servicios como el
agua potable es uno de los espacios que permite comenzar a cuidarse del
coronavirus.



Estados Unidos aplicó por decreto federal una moratoria sobre desalojos de
vivienda que expiró el 31 de diciembre; el gobierno de Nueva York los
extenderá hasta el 1 de mayo. Otros países que las han aplicado son
Alemania,  Argentina,  Australia, Austria, Chile, Colombia, España, Francia,
India, Italia, Malasia, Reino Unido y Sudáfrica.



En México, sin embargo, el gobierno federal y el gobierno de la Ciudad de
México han sido omisos en generar apoyos para la atención a los problemas de
vivienda que ha dejado la pandemia, advierten Silvia Emanuelli y Kalycho
Escoffié.



“Lo único que han dado en apoyo: aprobar permisos de construcción y
facilitar créditos para comprar casa, es decir se está rescatando al sector
de la construcción, no es un tema de respuesta social”, dice Escoffié.



“El gobierno no está sacando recursos para hacerse cargo de esta situación,
no asume gastos específicos sino que pide a la sociedad una solidaridad.
Habíamos planteado que el gobierno estableciera moratoria de desalojos:
evitar los desalojos hasta que dure la pandemia. Hay países que han hecho
esto y otros que han previsto medidas para el pequeño propietario que
depende de su renta”, explica Emanuelli.



Kalycho Escoffié señala que no hay un manual de lo que cada país debe hacer
para proteger el derecho a la vivienda en la pandemia, de acuerdo con su
contexto.



“Pero la moratoria de desalojos ha sido una de las medidas más utilizadas:
esto no implica amnistía al pago, es decir, no implica que te perdonen la
deuda, sino que frente a la contingencia una moratoria lo que puede ayudar
es que la gente no se vea en situación de calle en un contexto en el que de
por sí hay más oferta de vivienda. Es decir, permitir desalojos no solo pone
en riesgo a las personas, tampoco es garantía de que las personas van a
conseguir rentar sus departamentos”.



Kalycho explica que además de la moratoria hay otros mecanismos que ayudan a
complementar los apoyos, por ejemplo en Ontario, Canadá, se dio apoyo para
la vivienda de alquiler. Si se vence ese tiempo en que les dan el apoyo
entran en moratoria; en Los Ángeles, por ejemplo, el gobierno local rentó
hoteles para que las personas sin hogar pudieran pernoctar.



Silvia Emanuelli señala que desde la sociedad civil plantearon al gobierno
de Ciudad de México impulsar las moratorias de desalojo. En junio (del 2020)
presentaron una iniciativa de reforma al código civil de la ciudad para
lograr un desequilibrio entre arrendador y arrendatario, y plantear
elementos de justicia alternativa cuando hay conflicto entre las partes,
como la mediación, la justicia alternativa, pero en agosto la iniciativa se
fue a la congeladora dos meses después.



“Quisimos el debate y ni oportunidad del debate nos dieron, estaba
representados los notarios, la empresa privada, pero no la sociedad, se
trataba de una propuesta de izquierda que no fue retomada por la izquierda”,
dice Emanuelli.



Perder la independencia



La señora Lupita tiene 55 años y vive en Toluca. Ella rentaba un espacio en
el centro de Toluca, cerca de su trabajo en un restaurante, el cual pensaba
compartir con alguna estudiante. Llegó en febrero del 2020 y para marzo ya
estaba el acuerdo de compartir el espacio, lo cual no se concretó por el
inicio del confinamiento.



Para junio, la situación económica estaba mal. Lupita recibió apoyo
económico de su familia, pero para septiembre ya no fue posible. Lupita
intentó un acuerdo con la casera, pero éste duró hasta diciembre. En enero
Lupita dejó el departamento que rentó para tener su independencia y se fue a
Ciudad de México a casa de su hija.



“Ella trabajaba en un restaurante de Toluca, pero sus patrones no apoyaron a
los empleados de ninguna manera, de hecho solicitaron el apoyo de los
empleados para que laboraran con el sueldo mínimo y que esperaran de manera
indefinida sus pagos, la mitad fue despedida, se aprovecharon de esos
despidos para abrir vacantes y hacer lo de semana de prueba y no
contratarlos”, relata una hija de Lupita.



“Para mí el haber dejado mi casa no es un retroceso, es frustración, tengo
conflictos emocionales. Vivir sola y ser independiente me generaba una gran
satisfacción, tener algo propio. Hay mucha incertidumbre, no sabes qué va a
pasar, tienes miedo de enfermarte, de la situación económica; en mi caso la
mitad de mi sueldo se me iba en renta y subía hasta el 65 por ciento si
incluía los servicios. Tengo sentimientos encontrados de si no he tomado las
mejores decisiones. Me siento aliviada y acompañada, tengo incertidumbre,
hace mucho tiempo que no vivía una situación así”.



Yeudiel Infante



“Soy músico, me llamo Yeudiel Infante. Me dedico profesionalmente a la
composición y producción musical. En febrero de 2020 me mudé a rentar con mi
novia. Todos mis ingresos venían de la industria musical, del teatro y de la
docencia. Iniciado el confinamiento se vino todo abajo. De un mes a otro
dejé de tener entradas de dinero. Mi campo laboral es muy inestable,
entonces no tenía muchos ahorros y cerca de abril me quedé en ceros.



“Mi familia me apoyó para terminar de pagar las rentas que restaban en mi
contrato y la pude llevar para sobrevivir gracias a algunos alumnos que
aceptaron mudarse al Zoom y a una beca de la UNAM que tengo porque formo
parte de la Unidad de Investigaciones Periodísticas.



“Pero para agosto tuve que volver a casa de mis padres. Ahí sigo por ahora.
La renta la pagaba a mitades con mi novia, eso era una gran ayuda. De
ingresos totales en promedio se me iba como un 40% en renta.



“La situación para mí ha representado, sobre todo, un fuerte desajuste de
las pocas cosas estables que consideraba en mi vida acá en CDMX.
Prácticamente todo en lo que trabajo cambió y sigue cambiando”.



Recomendaciones



-Coalición para el Hábitat presentó a las autoridades una lista de
propuestas para atender el derecho a la vivienda en el contexto de la
pandemia.



-Establecer medidas legales que permitan parcializar, reducir o suspender y
prorrogar sin ninguna penalización, pagos de rentas de inmuebles usados para
viviendas o micro y pequeños negocios familiares a solicitud de la persona
que compruebe su situación de necesidad.



-Regular el precio de los alquileres. Evitar que los precios incrementen
considerando la pérdida de ingresos en las familias.



-Suspender todos los desalojos -tanto los judiciales como los extra
judiciales- por el riesgo sanitario que implica quedarse sin un lugar para
resguardarse.



-Legislar en materia de alquileres para garantizar adecuadamente los
derechos de arrendadores y arrendatarios.



-Garantizar vivienda alternativa y refugios temporales para las personas que
los necesiten, en condiciones dignas y salubres, como viviendas vacías,
subutilizadas, abandonadas o terrenos baldíos que se adecuen como vivienda
de emergencia o refugio, con base en el principio de la función social de la
propiedad.



-Garantizar agua, saneamiento y alimentos y otros apoyos a las personas que
carecen de ellos.



* Daniela Rea es reportera, autora del libro “Nadie les pidió perdón”; y
coautora del libro La Tropa. Por qué mata un soldado”. Dirigió el documental
“No sucumbió la eternidad”. Escribe sobre el impacto social de la violencia
y los cuidados.

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