Nicaragua/ ¿Del mecenazgo bolivariano a las sombras chinescas? [José Luis Rocha]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Lun Feb 21 14:05:37 UYT 2022


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Correspondencia de Prensa

21 de febrero 2022

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Nicaragua



¿Del mecenazgo bolivariano a las sombras chinescas?



Luego de la violenta represión de las protestas, el gobierno de Daniel
Ortega retomó el control del país y asumió en enero su cuarto mandato
consecutivo, tras detener a los principales candidatos opositores. Pero se
enfrenta a problemas de financiamiento en el marco de las sanciones
internacionales, sobre todo de Estados Unidos, y de la crisis de Venezuela.
Su abandono del apoyo a Taiwán y el viraje hacia China plantean numerosos
interrogantes.



José Luis Rocha *

Nueva Sociedad, enero-febrero 2022

https://nuso.org/



Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo (quien es, además, su
esposa) parecen tener todo bajo control: las calles sin manifestantes, la
política sin rivales, la policía sin escrúpulos, los juicios sin defensores,
los funcionarios públicos sin alternativas laborales, los militantes
sandinistas sin iniciativa. Tuvieron también urnas sin votantes en las
elecciones del 7 de noviembre de 2021 y siete aspirantes a la Presidencia en
prisión, acusados de lavado de dinero y delitos contra la patria, y eso les
está costando condenas internacionales. Las elecciones no fueron la
oportunidad de convertir los protocolarios aplausos de los otros mandatarios
en tácitas aprobaciones, como Ortega calculó, sino un abuso más a repudiar.
Y eso podría tener un costo letal: arcas sin dólares.



Ese es su mayor problema en el nuevo periodo presidencial, uno en el que las
fuentes de financiamiento se le escurren entre los dedos. Tanto si Ortega
apuesta por revitalizar el populismo como si le urge mantener un
autoritarismo artillado, necesita fondos externos, porque las últimas
reformas fiscales ya exprimieron en exceso a un número de contribuyentes que
el creciente exilio no deja de reducir: más de 100.000 refugiados en apenas
tres años, provenientes de un país con poco más de seis millones de
habitantes.



Necesita préstamos y donativos porque siempre los ha necesitado. El programa
de Ortega dependió desde sus primeros días de la ayuda externa, como también
ocurrió con el régimen sandinista en la década de 1980. La historia de las
finanzas del orteguismo es una historia de vasos comunicantes regionales. Y
ahora quiere ser una historia de interconexiones globales.



La necesidad de Ortega y la generosidad de Chávez



Cuando subió al poder en 2007, Ortega necesitaba combustible financiero para
poner en marcha un proyecto político que consideró continuación de la
Revolución Sandinista y encontró un combustible en sentido estricto: el
petróleo venezolano que empezó a recibir en términos concesionales desde ese
año. Ortega se hizo con el poder en el momento en que los astros
latinoamericanos estaban alineados de la manera que le podía ser más
propicia. Ese fue el año en que Hugo Chávez dio un giro mayor hacia el
autoritarismo después de que, con su abstención o su rechazo, el 2 de
diciembre de 2007 la mayoría de los venezolanos no avaló la reforma
constitucional de la Revolución Bolivariana (1). Derrotado en un referéndum
en el que la oposición vio un primer paso para la salida democrática de la
crisis, Chávez palpó abolladuras en su popularidad: «la derrota había hecho
añicos el mito de la invencibilidad de Chávez», concluyó Jon Lee Anderson
(2). Ese año también hubo un punto de inflexión en Cuba. Vencido por su
invencibilidad, Fidel Castro dobló su rey ante la vejez, aseguró la sucesión
y en 2008 entregó el poder que ejerció durante 49 años sin dar ni darse
tregua. El marcado deterioro físico y mental había estado golpeando con
insistencia: «En junio de 2001 se desmayó de cansancio y de calor durante
una larga alocución pública, y en 2004, después de pronunciar un discurso,
tropezó y cayó, astillándose la rodilla izquierda y fracturándose el brazo
derecho [y] a veces le tiemblan las manos y le falta estabilidad al andar;
tiene brotes de amnesia y expresión incoherente; y en ocasiones se queda
dormido en público», recuerda Anderson, antes de dar cuenta de los temores
que pululaban: «La tensión entre la Cuba pública de las manifestaciones y
las tribunas y esta Cuba clandestina [del mercado negro] está aumentando, y
varios cubanos y funcionarios estadounidenses con los que he hablado temen
que el caos contenido pueda estallar a la muerte de Castro» (3).



Chávez compartió esos temores y, a modo de remedio preventivo, aplicó más
compresas de donativos: 2.500 millones de dólares anuales a Cuba, a cambio
de docentes, personal médico y entrenadores deportivos (4). Para la región:
300.000 barriles diarios de petróleo al Caribe con descuento y un plazo de
20 años, y 22.500 millones de dólares transferidos a cuentas extranjeras
desde el Banco Central de Venezuela solo entre 2004 y 2007 (5). Venezuela
llegó al extremo de gastar cinco veces más que Estados Unidos en ayudas a
países latinoamericanos. Esta filantropía de alto voltaje politizado fue
posible durante un tiempo porque el precio del barril de petróleo pasó de 10
a más de 100 dólares entre 1998 y 2008, y el presupuesto de la República
Bolivariana de Venezuela saltó de 7.000 a 54.000 millones de dólares (6).



En 2008 llegaron las primeras sanciones del Departamento del Tesoro contra
tres altos funcionarios del chavismo. Al fracaso en la popularidad interna
se sumó ese escollo internacional. Chávez reaccionó con desaforados castigos
a los medios opositores: la expropiación de RCTV cierres y estrangulamientos
hasta dejar un solo canal de televisión independiente (7). Sin proponérselo,
estaba escribiendo el guion que Ortega seguiría una década después. El
político de izquierda Teodoro Petkoff estimó que Castro solía imprimir en
Chávez una moderación pragmática y que su salida de la política activa hizo
que su discípulo perdiera contención y brújula (8). La ausencia del
autoritario Castro precipitó a Venezuela hacia un autoritarismo más duro y
hacia un mayor acercamiento al régimen cubano, cuya presencia en Venezuela
ya era palpable: la numerosa guardia pretoriana de Chávez y 15.000 médicos
en 2005 (9)



Chávez reaccionó también fortaleciendo la Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América (alba) mediante cuantiosos préstamos a los países
que se fueron sumando como miembros. En febrero de 2007, Nicaragua fue el
tercer país en afiliarse. Así fue como el populismo de Ortega empezó a
depender casi por completo de los petrodólares otorgados en términos en
extremo concesionales: 25 años de plazo, dos años de gracia, 2% de interés y
la posibilidad de pagar 50% en especie (10). Los préstamos venezolanos a
Nicaragua durante la fiebre del oro negro de 2010 a 2014 promediaron 540
millones de dólares anuales y en total sumaron 7.275 millones, más de la
mitad del PIB anual de Nicaragua. Pero en 2017 descendieron a 31 millones,
en 2018 a 27 millones y al año siguiente desaparecieron de forma
irreversible cuando la crisis en Venezuela hizo inviable la continuidad de
esa línea crediticia (11).



Ortega y el gran capital nacional y regional



En los años de las vacas gordas, muchos empresarios nicaragüenses fueron
invitados al festín, aunque no todos se beneficiaron en partes iguales. Los
más aventajados obtuvieron contratos para desarrollar construcciones y
megaproyectos energéticos, precios de mercado cautivo ajenos a la oferta y
la demanda y millonarias exenciones de impuestos bajo la edulcorada
modalidad de incentivos fiscales que han favorecido sobre todo a empresas
mineras, turísticas y energéticas. Solo en 2010, los empresarios se libraron
de pagar 494 millones de dólares, es decir, una cifra no muy inferior a los
522,5 millones de dólares que Venezuela prestó ese año (12). Entre 2004 y
2010 las exoneraciones promediaron 9,3% del pib anual de Nicaragua en ese
periodo: esa suma representa 90,8% de la recaudación tributaria neta de la
Dirección General de Ingresos (DGI) en 2014, y 78,1% estimado para 2015
(13).



El petróleo funcionó como argamasa de piezas que otrora parecieron reacias a
encajar juntas en una misma edificación: Ortega y la oligarquía contra la
que él había vertido un improperio tras otro durante toda la década de 1980;
Ortega y el militarismo regional de derecha. Sobre el terreno nacional, los
petrodólares posibilitaron las exoneraciones fiscales y así sostuvieron el
«modelo de alianza y consenso» entre el gobierno de Ortega y el gran
capital. Con ese nombre fue perifoneado por la propaganda oficial (14). En
la región, los petrodólares fueron el nudo central de una abigarrada red
constituida por individuos que tienen la doble función de testaferros y
operadores políticos: tesoreros de partidos, presidentes de comisiones
gubernamentales, viceministros y otros funcionarios de los regímenes de
Ortega, del hondureño «anticomunista» Juan Orlando Hernández y de los
salvadoreños del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (fmln)
Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, y algunos también vinculados al
actual mandatario millennial Nayib Bukele. A ese crony capitalism se sumó la
lumpemburguesía guatemalteca, con instalación de ingenios y adquisición de
latifundios para la plantación de palma africana. Poco importó a Ortega que
todos los gobiernos del norte del istmo se apoyaran –con mayor o menor
acoplamiento– en los ejércitos que todavía están parcialmente dirigidos por
los chafarotes antiinsurreccionales, formados en la Escuela de las Américas.
Esa es la verdadera integración regional. Y en gran medida, la única. (15)



Ese capítulo de lazos comerciales y financieros no terminó en 2017 con el
desplome de los petrodólares ni en 2019 con su extinción total, pero la
rebelión de 2018 le asestó un duro golpe. Aunque no logró su propósito, la
revuelta sembró dudas sobre la estabilidad del régimen de Ortega y le
arrancó la careta de ogro filantrópico. El «Modelo de Alianza y Consenso»
fue erosionado por el apoyo que un sector del empresariado dio a las
demandas de justicia y democracia, y terminó por ser enterrado en vísperas
de las elecciones, entre junio y octubre de 2021, cuando Ortega hizo
encarcelar al presidente, al vicepresidente y a un ex-presidente del Consejo
Superior de la Empresa Privada (Cosep), y también arrestó a dos
ex-directivos de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y
Social (Funides), el think tank del empresariado, varios de cuyos directivos
salieron al exilio tras ser citados por la Fiscalía. Las organizaciones
empresariales emitieron rutinarias y susurrantes protestas. El acuerdo
tácito y de mutua conveniencia es que seguirán con los business as usual,
mientras Ortega no se meta con ellos. Y no se meterá por los beneficios que
obtiene: los negocios mancomunados en palma africana y energía, y las
crecientes inversiones en la banca y la zona franca, imprescindibles para la
salud económica de los próximos años.



Pero esa continuidad –lastrada por las rupturas irreparables– no basta para
sustituir las fuentes de divisas perdidas. Ortega percibe en el
financiamiento multilateral una tabla de salvación, pero tras las sanciones
de EEUU, esa tabla emite señales de tornarse un tanto elusiva. Las
instituciones financieras multilaterales le han seguido proporcionando
fondos, si bien no en la misma medida y solo bajo ciertas condiciones. Entre
2019 y 2021, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desembolsó 357
millones de dólares, el Banco Mundial (BM), 205 millones y el Fondo
Monetario Internacional (FMI), 187 millones. No cerraron el grifo. A todos
los superó el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), con 715
millones. Si comparamos los promedios anuales de 2007-2017 con los de
2019-2021, obtenemos los siguientes contrastes: el BCIE, el BM y el FMI
subieron de 63, 37 y 26 millones a 239, 68 y 62 millones respectivamente.
Solo el BID bajó de 164 a 119 millones. En conjunto, los desembolsos anuales
aumentaron de 290 a 488 millones por año (16.) O más, si añadimos los 382,6
millones que el BCIE desembolsó en diciembre de 2021, que eleva su promedio
anual del último trienio a 366 millones (17). Esos incrementos indican que
Ortega concibe estas fuentes como compensatorias de la pérdida de Venezuela
y que ha hecho denodados esfuerzos por conservarlas. Otro asunto –Ortega lo
barrunta– es si esas fuentes seguirán siendo accesibles a mediano plazo. El
BM, el FMI y el BID le dieron préstamos en el marco del covid-19,
ateniéndose a una cláusula de la Ley de Condicionalidad de Inversiones de
Nicaragua (nica Act), aprobada en 2018 y orientada a vetar los préstamos a
Nicaragua, salvo los dedicados a la atención de necesidades humanas básicas.
(18) La Ley renacer, con la que EEUU busca sancionar el gobierno de Ortega,
mantiene esa excepción, pero introduce la obligación de identificar cuándo
realmente aplica, con lo cual esa fuente se puede ir agostando o extinguirse
de forma abrupta. (19)



El BCIE ha sido una fuente más segura, pero insuficiente. Ahí también opera
la integración regional. Los representantes por país son tecnócratas que
toman decisiones políticas, normalmente esperando reciprocidad. Por eso
vemos a Honduras y El Salvador votando siempre a favor de concederle
préstamos a Ortega. Dieron su venia para los últimos 382,6 millones de
dólares que no contaron con la aprobación de Guatemala, Costa Rica,
República Dominicana y España. (20) Sin embargo, seis votos a favor y cuatro
en contra no constituyen una posición sólida. La ruptura de relaciones con
Taiwán, socio extrarregional del banco, pone en peligro un voto que
Nicaragua dio por sentado y que en este último préstamo fue neutro por
ausencia. México, Argentina y Corea podrían eventualmente dar la espalda.



Oscilando de una China a la otra



Ortega no puede atenerse al BCIE y menos con los nubarrones que se ciernen
en su cielo financiero. El mandatario nicaragüense miró hacia el norte y
notó que el Tratado de Libre Comercio con EEUU peligra –Nicaragua está en el
alba, pero también en el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y
EEUU (Cafta, por sus siglas en inglés)–. Oteó hacia el este y vio que la
porción de la Federación Rusa en las exportaciones nicaragüenses apenas ha
sumado exiguos 161 millones desde que inició su gobierno, con un pico de
21,7 millones en 2010, que luego fue disminuyendo hasta llegar a seis
millones en 2020. Nicaragua tampoco es un mercado importante para los
productos de la Federación Rusa: 63 millones en 202021. Irónicamente, si no
fuera por las remesas que vienen de EEUU, esa asimétrica balanza comercial
sería insostenible. Entonces Ortega miró hacia el sur y concluyó que la
relación entre Costa Rica y China puede mostrar una senda a seguir, como ya
lo había entendido Bukele cuando en 2018 rompió relaciones con Taiwán y en
mayo de 2021 ratificó un acuerdo de cooperación con China.



Nicaragua se convirtió en el cuarto país centroamericano en girar hacia
China, volviendo a la situación de 1985-1990. A propósito del tema, fue muy
difundido el análisis del profesor de la Escuela de Guerra del Ejército de
EEUU Evan Ellis. Su tesis medular es que China se dedica a financiar
populismos autoritarios en las áreas del hemisferio occidental más cercanas
a EEUU y que esa amenaza en crecimiento –presente entre los viejos aliados
del imperio estadounidense– conlleva riesgos secundarios: presencia de otros
rivales de Washington –Rusia e Irán–, reforzamiento del populismo de
izquierda, incremento de los flujos de drogas y otras actividades del crimen
organizado, y disminución de la cooperación en materia de seguridad, porque
el dinero chino permite burlar las sanciones estadounidenses (22). La
experta en asuntos asiáticos Marisela Connelly tiene un punto de vista
similar y leyó la alianza China-Nicaragua a partir de los regímenes
antidemocráticos de partido único que rigen estos países. (23) Pero ambos
analistas dejan de lado el nada desdeñable detalle de que el pionero
regional de la relación con China, y su mayor socio comercial en la zona, es
Costa Rica, cuya democracia tiene fama de ejemplar e incorruptible. Y lo ha
demostrado en su relación con ese país asiático, con el cuestionamiento de
algunos megaproyectos y cierta contención en el manejo de la deuda pública
bilateral.



La percepción de Giovanni Arrighi es que Washington está entrampado en su
política exterior, mientras China ha ido expandiendo sus mercados, incluso
con los socios comerciales asiáticos más importantes para EEUU Japón y Corea
del Sur. (24) EEUU orienta sus elecciones con análisis como los de Ellis y
Connelly; China es pragmática.



Otro asunto es lo que Nicaragua pretende con este giro. Resulta por lo menos
extraño que, tras 15 años de publicar las fotos del embajador de Taiwán
entregando viviendas a manos llenas un día sí y otro también, los medios
oficiales proclamen hoy «que el gobierno de la República Popular China es el
único gobierno legítimo que representa a toda China, y Taiwán es una parte
inalienable del territorio chino» (25). Recordemos que Ortega tuvo al mismo
tiempo lo mejor de las dos Chinas. Las donaciones de Taiwán y el proyectado
canal interoceánico, a cargo de un empresario chino, no fueron mutuamente
excluyentes. Ahora el presidente nicaragüense, después de que su socio Wang
Jing perdiera casi 90% de su multimillonaria fortuna en 2015, 46% del resto
en 2020 y después fuera expulsado de la Bolsa de Valores de Shanghái, decide
dar un puntapié a Taiwán y estrechar lazos con China (26).



El apoyo de Taiwán no ha sido de poca monta. En 2020 este país donó 28
millones de dólares, invertidos predominantemente en programas de asistencia
humanitaria y cooperación técnica. En años anteriores, fue el omnipresente
donante de los programas de vivienda que el gobierno distribuye con
criterios clientelistas. Desde que el Frente Sandinista de Liberación
Nacional (FSLN) retornó al poder en 2007 y hasta 2020, la cooperación
taiwanesa ha aportado un total de 350,6 millones de dólares, es decir, 12%
del valor de toda la cooperación bilateral. Únicamente Japón, con 405
millones, ha superado esa cifra. La gigantesca Federación Rusa quedó por
debajo con sus 295 millones que vinieron ante todo bajo la forma de trigo
(139 millones), buses (61 millones) y otros medios de transporte (53
millones). (27) Su último donativo, de apenas 1,4 millones de dólares, lo
dio en 2015, según las cuentas del Banco Central. Pero la expresión «otros
medios de transporte» podría ser un eufemismo para los 50 tanques que la
Federación Rusa donó al Ejército de Nicaragua en 2016. (28).



Costa Rica: ¿un modelo a seguir?



China continental –se espera en el gobierno nicaragüense– suplirá con
donativos y en préstamos la cooperación taiwanesa. Para tener una idea más
adecuada de lo que cabe esperar, hay que echar un vistazo a la relación
china con Costa Rica. El gobierno de este país celebró la incorporación de
China a su panoplia de donantes en 2007, año en que estableció relaciones
diplomáticas con Beijing tras haberlas cortado con Taiwán. Tres años
después, ambos gobiernos firmaron un tratado de libre comercio.



A pesar de los 14 años de relación y del monumental tamaño de la economía
china, el año pasado esa nación solo compró 3% de las exportaciones
costarricenses. Nicaragua adquirió 4%, Holanda, 7% y EEUU, 43% de los 12.864
millones de dólares de exportaciones colocadas de enero a noviembre de 2021.
China piensa en Costa Rica ante todo como un mercado para sus dólares y sus
productos. Estos representan 13% de las importaciones costarricenses, solo
por debajo del 39% de las provenientes de EEUU. Costa Rica tiene en China a
su segundo mayor socio comercial, con un volumen de intercambio bilateral
que en 2021 ya supera los 2.174 millones de dólares y una deuda con ese país
de 232 millones. (29) Obviamente ambos factores están conectados: los
empréstitos se invierten en proyectos desarrollados con asesores, materiales
y equipos chinos, y el déficit comercial es en parte financiado por los
préstamos. La deuda externa de Costa Rica saltó de 7.950 millones a 31.882
millones de dólares entre 2007 y 2020: de 30% a 51,5% del PIB y de 1.804 a
6.258 dólares per cápita. (30) La deuda alcanzó su pico en 2019, al llegar a
428 millones de dólares. Costa Rica ha sabido moderarse, en un contexto de
creciente endeudamiento.



¿Qué puede esperar Nicaragua de China?



China podría buscar en Nicaragua un proveedor de materia prima. De oro, por
ejemplo, que se ha convertido en el principal producto de exportación,
aunque con la limitación de que la producción está en manos de compañías
canadienses y estadounidenses que venden 97% de la producción aurífera a
EEUU. China tendría que iniciar sus propios proyectos de exploración y
explotación. Por otra parte, podría estar interesada en colocar algunos
préstamos para hacer viable una canasta comercial que la favorezca.



Podría hacer algunos donativos, como ha hecho en Costa Rica. En 2006-2008
China aportó 180 millones de dólares, una contribución de 39,4% de la
cartera de cooperación que la convirtió en el principal donante, seguida por
Alemania con 62 millones. Pero no sería un donante generoso ni de largo
aliento. No lo ha sido en Costa Rica: en el quinquenio de 2014-2018, China
solo aportó a esa nación cerca de 67 millones de dólares, apenas 7% del
total de la cooperación. Japón, EEUU y Alemania participaron en esa cartera
con aportes más sustanciales,(31) En 2019, la contribución de China
disminuyó a escasos 11 millones de dólares. (32) Beijing no escancia sus
ánforas de donaciones con tanta profusión como las de los préstamos. Eso no
le gustará a Ortega y en ese terreno saldrá perdiendo a mediano plazo con
respecto de Taiwán.



A Ortega sí puede gustarle que China tenga una acerada fe en el poder
coercitivo: el gigante asiático donó 50 millones de dólares para la
construcción de una nueva Escuela Nacional de Policía en Costa Rica. (33).
Ese tipo de colocaciones encajaría en la tendencia de Ortega a reforzar el
patrullaje y las competencias policiales. En materia de préstamos, sin duda
su gobierno no tendría la misma contención de Costa Rica, precisamente
porque lo que más le urge es dinero rápido. Sin embargo, no es seguro que
obtenga el volumen de crédito que tiene en mente porque China es un acreedor
que se ha movido con más cautela tras la pandemia y porque Nicaragua no
puede ofrecer lo mismo que Costa Rica. En 2020 Nicaragua tuvo un volumen
total de importaciones de 4.768 millones de dólares. China tendría que
hacerse con un inalcanzable 46% del mercado de importaciones nicaragüense
para llegar a los 2.204 millones que Costa Rica le compró en 2020 (34). Esos
inconvenientes podrían ser compensados por un programa de explotación minera
muy agresivo y por la revivificación del proyecto del canal interoceánico,
ya sea como gancho para atraer inversiones, como cubilete de especulaciones
o como acicate de provocaciones geopolíticas. Lo que sea, menos un canal de
verdad, porque China no perjudicará a Panamá, un país donde sus inversiones
llegan a 2.585 millones de dólares. (35). Por otro lado, ¿apostará China por
un régimen tan altamente inestable como el de Ortega?



El presidente nicaragüense podrá sustituir una China por otra, pero no
convertir a China en el pivote financiero de su administración. Taiwán era
para un one night stand y es sustituible, EEUU es la pareja indisoluble. Es
el «amienemigo» inevitable al que Nicaragua está ligada por un imperativo
estructural. Al margen del dinamismo que puedan alcanzar en el futuro las
relaciones con China, Nicaragua seguirá atada a la potencia del Norte.
Continuará dependiendo de los más de 2.000 millones de dólares de remesas
que provienen principalmente de ese país y que colman el déficit de la
balanza de pagos,(36). No podrá alterar el hecho de que 71% de los depósitos
del sistema financiero estén en dólares.(37) y que EEUU sea el principal
socio comercial (27% de las importaciones y 49% de las exportaciones) y el
mercado por excelencia de los bienes y servicios del régimen de zona franca
que tienen un valor de casi 3.000 millones de dólares. (38). Y el Ejército
no sacará los fondos que tiene en la Bolsa de Nueva York para colocarlos en
la de Shanghái. Esos fondos no han sido tocados hasta ahora por las
sanciones del Departamento del Tesoro ni han sido retirados de ahí por el
sancionado general Julio César Avilés. Son fondos de cuyo rendimiento y
seguridad dependen las pensiones de los numerosos militares retirados,
viejos guerrilleros del FSLN y muchos militares en activo que los anhelan
para garantizarse un retiro dorado, dado que el Ejército es la única entidad
estatal que paga pensiones equivalentes a 100% del último salario. Las
sanciones podrían congelarlos y por eso algunos políticos de la oposición
esperan que funcionen como una espada de Damocles que eventualmente haga
recapacitar a los militares y los lleve a rehusar su apoyo a Ortega. No está
claro que ese emplazamiento de los fondos tenga la función potencial de
doblegar al Ejército. Su función actual es ser uno más de los lazos entre
EEUU y Nicaragua, uno entre los muchos que el giro hacia China continental
no podrá disolver. Y es también un flanco vulnerable: a modo de ominosa pero
diáfana advertencia, las sanciones del 10 de enero alcanzaron a dos
generales ligados a la administración de ese fondo de pensiones.



No solo de dólares viven los autoritarismos y populismos. Ortega ve en el
acercamiento a China una cantera de fondos, pero también la oportunidad de
insuflar verosimilitud a su relato sobre una revolución perseguida por el
Imperio. En este nuevo capítulo, busca alinearse en un bloque contrapuesto a
EEUU y al que Nicaragua no está en condiciones de aportar gran cosa en los
planos que importan: comercio, finanzas, geopolítica. Pero Ortega necesita
ese alineamiento para convencerse a sí mismo, insuflar épica en sus
menguadas bases y recuperar algo de credibilidad en la izquierda
internacional. El explícito repudio a su régimen de los líderes de la
izquierda sudamericana que en 2021 llegaron al poder mediante elecciones
limpias –Pedro Castillo en Perú y Gabriel Boric en Chile– no hace más que
reforzar la inveterada tendencia del FSLN a recurrir al lenguaje duro de la
Guerra Fría y presentarse como un diminuto David frente al Goliat imperial.
Retomando una vieja tradición, se presentará como la izquierda radical
opuesta a la izquierda reformista. Los análisis de Ellis y las diatribas de
políticos estadounidenses contra la troika formada por Venezuela, Cuba y
Nicaragua le aportan elementos a ese relato. En la década de 1980, la
correlación de fuerzas que emergió de la caída del Muro de Berlín acabó con
esa versión y con las interconexiones económicas que le daban un viso de
sentido. Está por verse cuál será el muro que debe derrumbarse para que el
sinsentido del relato se muestre a plenitud y para que se desplomen las
piezas de sus –más anheladas que reales– interconexiones materiales. Por el
momento, la oposición interna está atada de pies, manos y boca. Y la
oposición en el exilio se muestra fragmentada e incapaz de consensuar una
estrategia. Pero ambas cuentan con figuras políticas de primer orden y
organizaciones civiles que observan, toman nota y llevan relevamientos que
esperan usar en futuros procesos de justicia restaurativa.



* José Luis Rocha: es doctor en Sociología. Actualmente se desempeña como
investigador asociado a la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas y
al Instituto Brooks para la Pobreza Mundial de la Universidad de Manchester.
Sus libros más recientes son El debate sobre la justicia maya. Encuentros y
desencuentros del pluralismo jurídico en la Guatemala del siglo XXI
(Editorial Universitaria-Universidad de San Carlos de Guatemala, Ciudad de
Guatemala, 2020); y Tras el telón rojinegro. Represión y resistencia (Cara
Parens/Universidad Rafael Landívar, Ciudad de Guatemala, 2021).



Notas



1) Enrique Krauze: El poder y el delirio, Tusquets, Ciudad de México, 2010,
p. 17.

2).J.L. Anderson: El dictador, los demonios y otras crónicas, Anagrama,
Barcelona, 2009, p. 336

3) Ibíd., pp. 285 y 287.

4) Ibíd., p. 329.

5) E. Krauze: ob. cit., pp.128 y 290.

6) J.L. Anderson: ob. cit., pp. 320-321.

7) E. Krauze: ob. cit., pp. 88-89.

8) J.L. Anderson: ob. cit., p. 330.

9) E. Krauze: ob. cit., pp. 116-313.

10) José Luis Medal: «Nicaragua: políticas económicas 1920-2020. Visión
panorámica y lecciones para el futuro», blog del autor, , 2020

11.Banco Central de Nicaragua: «Informe de cooperación oficial externa»,
cuadro 4: «Cooperación oficial externa año 2020 por cooperante y sector
económico»; cuadro 8: «Sector público: donaciones por tipo de fuente» y
cuadro 9: «Donaciones por proyecto, 2021», disponible en
http://www.bcn.gob.ni/" style="font-size:
16px;">www.bcn.gob.ni/publicaciones/cooperacion_oficial
<http://www.bcn.gob.ni/publicaciones/cooperacion_oficial>

12) Wendy Álvarez Hidalgo: «Exoneraciones en Nicaragua: ¿más daño que
beneficio?» en La Prensa, 25/1/2017; Banco Central de Nicaragua, Anuario de
estadísticas macroeconómicas 2019, Banco Central de Nicaragua, Managua,
2020.

13) Julio Francisco Báez Cortés: «Balance de la Ley de Concertación
Tributaria», Instituto Nicaragüense de Investigaciones y Estudios
Tributarios (INIET), 2015, pp. 47-48.

14) Pedro Ortega Ramírez: «Modelo de Diálogo, Alianza y Consenso es
reconocido en II Encuentro Empresarial Nicaragua 2016» en El 19 Digital,
26/8/2016

15) J.L. Rocha: «Ortega, la carne y el oro» en NACLA, 3/12/2021.

16) Banco Central de Nicaragua: «Deuda externa», cuadro VI.24, «Deuda
pública externa: desembolsos por acreedor», 2021, disponible en
http://www.bcn.gob.ni/deuda-externa
<http://www.bcn.gob.ni/deuda-externa%22%3ewww.bcn.gob.ni/deuda-externa>
">www.bcn.gob.ni/deuda-externa

17) BCIE: «BCIE: 534.820 nicaragüenses serán beneficiados con nuevo Programa
de Ampliación y Mejoramiento de Carreteras», 13/12/2021.

18.115th Congress (2017-2018), H.R.1918 - Nicaragua Human Rights and
Anticorruption Act of 2018, 20/12/2018, disponible en
http://www.congress.gov/bill/115th-congress/house-bill/1918/text
<http://www.congress.gov/bill/115th-congress/house-bill/1918/text%22%3ewww.c
ongress.gov/bill/115th-co> ">www.congress.gov/bill/115th-co...

19) 117th Congress (2021-2022), S.1064 - renacer Act, 10/11/2021, disponible
en www.congress.gov/bill/117th-congress/senate-bill/1064/text
<http://www.congress.gov/bill/117th-congress/senate-bill/1064/text>

20) Iván Olivares: «Votación en BCIE para préstamo a Ortega: seis a favor,
cuatro en contra, dos ausentes» en Confidencial, 17/12/2021

21) Banco Central de Nicaragua: «Cuadros de anuario de estadísticas
macroeconómicas (1960-2020)», 2021.

22) E. Ellis: «Nicaragua’s Flip to China: What Does It Mean for the Region?»
en Global Americans, 10/12/2021.

23.«La ‘afinidad’ de Ortega con China es que el gigante asiático tiene ‘un
régimen de un solo partido’» en Confidencial, 16/12/2021.

24) G. Arrighi: Adam Smith in Beijing: Lineages of the Twentieth-First
Century, Verso, Londres-Nueva York, 2007, p. 205.

25) Fabrizio Verde: «Nicaragua-China: la nueva ruta de la seda en América
Central y América Latina» en El 19 digital, 11/12/2021.

26) Iván Olivares: «Wang Jing y Xinwei expulsados de la Bolsa de Shanghái»
en Confidencial, 28/9/2021.

27.Banco Central de Nicaragua: «Informe de cooperación oficial externa al
2020», disponible en
http://www.bcn.gob.ni/sites/default/files/noticias/notas_prensa/2021/np18062
1_1.pdf
<http://www.bcn.gob.ni/sites/default/files/noticias/notas_prensa/2021/np1806
21_1.pdf%22%3ewww.bcn.gob.ni/sites/default/f>
">www.bcn.gob.ni/sites/default/f. ..

28) Leire Ventas: «Qué tan sofisticados son los nuevos tanques rusos de
Nicaragua que preocupan al resto de Centroamérica» en BBC, 19/8/2016,
http://www.bbc.com/m <http://www.bbc.com/m%22%3ewww.bbc.com/m>
">www.bbc.com/m

29) Procomer: «Exportaciones-Importaciones» en Portal estadístico de
comercio exterior, 2021, disponible en
http://sistemas.procomer.go.cr/estadisticas/inicio.aspx
<http://sistemas.procomer.go.cr/estadisticas/inicio.aspx%22%3ehttp:/sistemas
.procomer.go.cr> ">http://sistemas.procomer.go.cr...

30) Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal): «Deuda
externa total como porcentaje del producto interno bruto» y «Deuda externa
total» en Cepalstat, 2021, disponible en y «Población total, según sexo» en
Cepalstat, 2021, disponible en
https://documentos.mideplan.go.cr/share/s/eavw_dazr32ht9pemxtkfa
<https://documentos.mideplan.go.cr/share/s/eavw_dazr32ht9pemxtkfa%22%3ehttps
:/documentos.mideplan.go> ">https://documentos.mideplan.go.. .

31) Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan):
«Política de cooperación internacional Costa Rica 2020-2022. Actualización
de medio periodo», 2020, pp. 19 y 47.

32)Mideplan: «Cooperación internacional en Costa Rica 2019», San José, 2020,
p. 45, disponible en
http://www.hacienda.go.cr/sidovih/uploads//archivos/articulo/cooperaci%c3%b3
n%20internacional%20
<http://www.hacienda.go.cr/sidovih/uploads/archivos/articulo/cooperaci%c3%b3
n%20internacional%20>  en
http://www.hacienda.go.cr/sidovih/uploads//archivos/articulo/cooperaci%c3%b3
n%20internacional%20
<http://www.hacienda.go.cr/sidovih/uploads/archivos/articulo/cooperaci%c3%b3
n%20internacional%20%22%3ewww.hacienda.go.cr/sidovih/upl>
">www.hacienda.go.cr/sidovih/upl ...

33) Constantino Urcuyo: «La estrategia china en Centroamérica», informe
temático No 08.25.14, Baker Institute for Public Policy, Rice University,
Houston, 2014, p. 2.

34) Procomer: «Exportaciones-Importaciones», cit.; Banco Central de
Nicaragua: «Cuadros de Anuario de Estadísticas Macroeconómicas (1960-2020)»,
2021, disponible en www.bcn.gob.ni
cuadros-de[1]anuario-de-estadisticas-macroeconomicas-1960-202=
http://www.bcn.gob.ni/cuadros-de-anuario-de-estadisticas-macroeconomicas-196
0-2020
<http://www.bcn.gob.ni/cuadros-de-anuario-de-estadisticas-macroeconomicas-19
60-2020%22%3ehttp:/www.bcn.gob.ni/cuadros->
">http://www.bcn.gob.ni/cuadros-..  .

35) Luis Vargas Montoya, Marlen Rodríguez Morales y Rafael Arias Ramírez:
«Chinese Financing in Latin America and the Caribbean (2000-2018): The Case
of Central America and Panama» en Enrique Dussel Peters (ed.): China’s
Financing in Latin America and the Caribbean, UNAM, Ciudad de México, 2019

36) Banco Central de Nicaragua: «Remesas mensuales», 2021, disponible en
<http://www.bcn.gob.ni/sites/">www.bcn.gob.ni/sites/default/files/estadistic
as/siec/datos/1a.2.1.04.htm
<http://www.bcn.gob.ni/sites/default/files/estadisticas/siec/datos/1a.2.1.04
.htm>

37)Banco Central de Nicaragua: «Sociedades financieras», cuadro v.13,
«Sociedades financieras: composición de depósitos bancos», 2021, disponible
en http://www.bcn.gob.ni/sociedades-financiera
<http://www.bcn.gob.ni/sociedades-financiera%22%3ewww.bcn.gob.ni/sociedades-
fina> ">www.bcn.gob.ni/sociedades-fina. ..

38.Banco Central de Nicaragua: «Comercio exterior», 2021, disponible en
http://www.bcn.gob.ni/comerci
<http://www.bcn.gob.ni/comerci%22%3ewww.bcn.gob.ni/comercio-exterior>
">www.bcn.gob.ni/comercio-exterior

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