Trabajo/ En la pantalla. El futuro del trabajo a distancia. [Michael Roberts]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Jun 17 22:23:04 UYT 2022


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Correspondencia de Prensa

17 de junio 2022

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Trabajo



El crecimiento del teletrabajo en el mundo



En la pantalla



Aunque resistido por algunas patronales, el avance del trabajo desde el
hogar se impone a escala global. Sin embargo, las ventajas asociadas
involucran mayoritariamente a una parte de la mano de obra, mientras que las
condiciones laborales de la mayoría siguen empeorando.



Michael Roberts *

Brecha, 17-6-2022

https://brecha.com.uy/

Traducción y titulación de Brecha



Hace unas semanas, el hombre más rico del mundo, Elon Musk, CEO de Tesla,
les dijo a sus empleados que debían volver a la oficina o abandonar la
empresa. Musk escribió en un correo electrónico que todos en Tesla deben
pasar al menos 40 horas a la semana en la oficina: «Para ser superclaro: la
oficina está donde se encuentran tus verdaderos colegas, no en una
pseudooficina remota. Si no te presentas, asumiremos que has renunciado». A
continuación elogió a los trabajadores de sus fábricas chinas por trabajar
hasta las tres de la mañana si es necesario.



En 2021, el director ejecutivo de Goldman Sachs, David Solomon, dijo: «El
trabajo remoto no es lo ideal para nosotros y no es la nueva normalidad». Y
pronosticó que su mantenimiento en el tiempo sería «una aberración» que van
a corregir «lo más rápido posible». Sin embargo, un año después, menos de la
mitad de los empleados del banco acudían regularmente a su sede de Nueva
York, lo que obligó a Solomon a suplicar al personal que regresara. También
el año pasado, Jamie Dimon, director ejecutivo de JP Morgan Chase, dijo que
trabajar desde casa «no funciona para la generación espontánea de ideas, no
funciona para la cultura». Finalmente cedió y dijo que el 40 por ciento de
los 270 mil empleados del banco podían llegar a trabajar hasta un mínimo de
dos días a la semana desde la oficina. En su carta anual a los accionistas,
escribió: «Está claro que trabajar desde casa se volverá algo más habitual
en las empresas estadounidenses».



Musk y estos otros jefes son como el rey Canuto y su legendario intento de
hacer retroceder la marea. Desde la pandemia, muchos trabajadores se niegan
a volver a una semana de cinco días a tiempo completo. Más de un tercio de
los oficinistas de Reino Unido todavía trabajan desde casa. En ese país, el
23 por ciento de los trabajadores que ganan 40 mil libras (49 mil dólares) o
más siguen trabajando desde casa cinco días a la semana y otro 38 por ciento
sigue un patrón híbrido y divide su tiempo entre la oficina y el hogar.



Desde la pandemia viene ocurriendo el fenómeno de la llamada gran renuncia,
la idea de que una gran cantidad de personas están renunciando a sus
trabajos y lo hacen porque la pandemia les dio una nueva perspectiva sobre
sus carreras o porque sufrieron burnout durante la pandemia. Una encuesta
global de Microsoft a más de 30 mil trabajadores mostró que el 41 por ciento
estaba considerando dimitir o cambiar de profesión, y un estudio de la
empresa de software de recursos humanos Personio, sobre los trabajadores en
Reino Unido e Irlanda, mostró que el 38 por ciento de los encuestados
planeaban dimitir en los próximos seis meses o en un año. Solo en Estados
Unidos, según un resumen ejecutivo del Departamento de Trabajo, en abril más
de 4 millones de personas renunciaron a sus trabajos, el mayor aumento de
renuncias registrado en la historia.



No es un fenómeno exclusivamente estadounidense. El movimiento chino tang
ping, o «echarse boca arriba», por el que muchos jóvenes están dando la
espalda a la excruciante rutina diaria, viene ganando popularidad. En Japón,
conocido por sus largos horarios de oficina, el gobierno ha propuesto una
semana laboral de cuatro días.



***



Antes de la pandemia de covid-19, la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) estimó que el 7,9 por ciento de la fuerza laboral mundial (260
millones de trabajadores) trabajaba desde casa de forma permanente. Aunque
algunos de estos trabajadores eran teletrabajadores a la antigua, la mayoría
no, ya que, además de empleados, la cifra abarcaba una amplia gama de
ocupaciones, incluidos los trabajadores industriales a domicilio, los
artesanos, los propietarios de unipersonales y los freelancers.



Los empleados representaban uno de cada cinco trabajadores a domicilio en
todo el mundo, pero este número llegaba a uno de cada dos en los países de
altos ingresos. Mundialmente, el 2,9 por ciento de los empleados trabajaban
exclusiva o principalmente desde su hogar antes de la pandemia de covid-19,
pero cerca del 18 por ciento tenían ocupaciones y vivían en países con la
infraestructura necesaria para hacer su trabajo desde casa efectivamente
(OIT, 2020). Esta estimación coincide con otras de Reino Unido, como la de
que el 18 por ciento de los puestos de trabajo en ese país (5,9 millones en
total) son anywhere jobs, trabajos que pueden hacerse desde cualquier lugar.
Mirando el desglose ocupacional, los anywhere jobs son principalmente
ocupaciones profesionales (36 por ciento), técnicas (30 por ciento) y
administrativas (24 por ciento). De todos ellos, 1,7 millones (28 por
ciento) se encuentran en los sectores financiero, de investigación e
inmobiliario, y 1,1 millones (18 por ciento) en los de transporte y
comunicaciones.



Pero la mayoría de los jefes todavía se resisten al cambio y al trabajo
remoto o a la semana de cuatro días. ¿Por qué? Por dos razones. La que
habitualmente se ofrece es que cuando el personal está en la oficina es más
productivo. Sería más difícil colaborar con tus compañeros y ser creativo
por medio de videollamadas interminables. Sin embargo, esa no es la opinión
de muchos trabajadores, quienes dicen que rinden mucho más en casa sin los
chismes, el ruido y otras distracciones de la oficina. En 2015, un estudio
de 16 mil empleados de call centers encontró que quienes trabajaban desde
casa eran un 13 por ciento más eficientes que sus compañeros en la oficina,
porque tomaban menos descansos, se enfermaban con menos frecuencia y hacían
más llamadas por hora, ya que no se distraían en los descansos para tomar té
o beber agua.



La libertad física para trabajar fuera de la oficina, potenciada por la
pandemia, ha aumentado la libertad temporal para trabajar. Trabajo
asincrónico es la expresión de moda en los círculos de gestión y recursos
humanos. Esto tiene sus ventajas: evita la desagradable sincronía de que
todas las mañanas y tardes todos nos amontonemos en el transporte colectivo
y permite que las personas ajusten sus horas de trabajo en relación con
otras prioridades o responsabilidades. Pero también hay desventajas. Un
estudio publicado en 2017 sobre trabajadores de 15 países encontró que el
impacto del trabajo remoto en el equilibrio entre la vida laboral y personal
era «altamente ambiguo»: los trabajadores señalaron que pasaban más tiempo
con sus familias, pero también que sufrían un aumento de las horas de
trabajo y los límites borrosos entre el trabajo remunerado y la vida
personal.



También hay preocupación sobre el posible impacto en la salud mental que
puede tener trabajar desde casa. Una investigación de la consultora McKinsey
descubrió que, en realidad, trabajar desde casa había aumentado las tasas de
burnout entre los trabajadores dependientes, a medida que estos luchaban por
hacer malabarismos con sus carreras y sus vidas familiares, particularmente
en el caso de las mujeres. Una encuesta de 65 mil empleados encontró que la
brecha de género entre las tasas de burnout de hombres y mujeres casi se
duplicó, con un 42 por ciento de las mujeres sufriendo este fenómeno, en
comparación con un tercio de los hombres.



***



Pero la verdadera razón de la oposición de los empleadores no es tanto la
menor productividad como el hecho de que la gerencia comienza a perder el
control sobre sus empleados, tanto en términos de tiempo como en cuanto a
las decisiones sobre las actividades. La opresiva relación jefe-empleado
comienza a debilitarse. Y, por supuesto, está la cuestión del dinero. El
bufete de abogados londinense Stephenson Harwood permite que su personal
trabaje desde casa el 100 por ciento de las horas, pero solo si acepta una
reducción salarial del 20 por ciento. «Al igual que muchas empresas, creemos
que es valioso estar juntos en la oficina con regularidad, al mismo tiempo
que podemos ofrecer flexibilidad a nuestra gente», ha dicho un portavoz de
la compañía. En el popular portal de la industria del derecho Roll On
Friday, un abogado de Stephenson Harwood asegura que la política de «100 por
ciento en casa, 80 por ciento de la paga» fue «un cambio total». «Puedo
vivir en Bath y trabajar para una empresa de la City de Londres», dijo,
ganando más que en su antigua empresa regional, «incluso después del 20 por
ciento de recorte».



En Reino Unido, estas objeciones de los jefes al trabajo remoto y a una
semana laboral más corta ahora se pondrán a prueba con un nuevo plan piloto.
Desde la semana pasada, más de 3 mil trabajadores de 60 empresas de toda
Gran Bretaña se encuentran experimentando una semana laboral de cuatro días,
en lo que se cree que es el plan piloto de este tipo más grande del mundo.
Joe O’Connor, director ejecutivo de 4 Day Week Global, declaró el lunes 6 a
The Guardian que ya no había forma de «retroceder el reloj» al mundo
anterior a la pandemia. «Cada vez más, los gerentes y los ejecutivos están
adoptando un nuevo modelo de trabajo, que se enfoca en la calidad de los
resultados, no en la cantidad de horas», afirmó. Para O’Connor, «los
trabajadores han salido de la pandemia con diferentes expectativas en torno
a lo que constituye un equilibrio saludable entre la vida y el trabajo».



***



Eso suena muy bien para las clases profesionales involucradas en los
sectores de las finanzas, el derecho y la tecnología. En general, el 48 por
ciento (2,8 millones) de las personas que se desempeñan en un anywhere job
tienen un título académico. De hecho, en Reino Unido el 20 por ciento de las
personas con estudios de grado o superiores tienen uno de estos trabajos.
Pero a la mayoría de los trabajadores no se los necesita en ese tipo de
ocupaciones. La mayor parte trabajan en trabajos mal pagos y que requieren
una actividad de tiempo completo fuera de sus casas. Solo el 6 por ciento de
quienes en Reino Unido ganan 15 mil libras (18.500 dólares) o menos trabajan
desde casa todos los días, y solo el 8 por ciento tienen los privilegios del
trabajo híbrido.



El Congreso Británico de Sindicatos (CBS) advirtió recientemente que
trabajar desde casa supone el riesgo de crear una «nueva división de
clases», ya que los trabajadores de la primera línea en los supermercados,
los hospitales, los talleres mecánicos y otros trabajos centrados en el
cliente no tienen la opción de hacerlo. Frances O’Grady, secretaria general
del CBS, señaló a The Guardian a comienzos de mes: «Todo el mundo debería
tener acceso a un trabajo flexible. Pero mientras que el trabajo a domicilio
ha crecido, las personas en trabajos que no se pueden hacer desde casa se
han quedado atrás. Ellos también merecen acceder a un trabajo flexible.
Necesitan nuevos derechos que les permitan acceder a horarios flexibles,
turnos predecibles y puestos de trabajo compartidos».



La realidad es que para la mayoría de los trabajadores la desaparición de la
jornada de ocho horas cinco días a la semana viene en marcha desde hace
décadas. En 2010-2011, el 20 por ciento de los empleados en Estados Unidos
trabajaban más de la mitad de sus horas fuera de los horarios estándar,
comprendidos entre las seis de la mañana y las seis de la tarde o en los
fines de semana. En 2015, una amplia encuesta de trabajadores en toda la
Unión Europea encontró que aproximadamente la mitad de los trabajadores
dependientes trabajaba al menos un sábado al mes, casi un tercio trabajaba
al menos un domingo al mes y aproximadamente una quinta parte trabajaba por
la noche. Y esto ocurría principalmente en los lugares de trabajo, no en el
hogar.



Un patrón de turnos común hoy para los trabajadores de la producción, el
almacenamiento y la distribución es trabajar cuatro días de 12 horas, tener
cuatro días libres, luego trabajar cuatro noches y luego tener otros cuatro
días libres. Otro es trabajar en turnos de ocho horas en rotación. Como
explica un actual anuncio de trabajo británico para un puesto en un
depósito: «El horario de trabajo es: de 6 AM a 2 PM, de 2 PM a 10 PM, de 10
PM a 6 AM. Trabajará una semana en un turno y luego rotará, por lo que se
requiere flexibilidad para cubrir todos los turnos». Y nada de trabajo en el
domicilio.



Las fábricas y los depósitos de distribución y almacenamiento no son los
únicos lugares de trabajo que funcionan las 24 horas. El trabajo en turnos
es común para los médicos, las enfermeras, los cuidadores, los choferes, los
guardias de seguridad, entre otros. Parece estar en aumento. En 2015, el 21
por ciento de los trabajadores de la Unión Europea informaron que trabajaban
en turnos, frente a un 17 por ciento de la década anterior. Si bien el
trabajo en turnos puede ser cómodo para algunas personas, la evidencia
científica sugiere que daña tu salud, especialmente si te hacen rotar entre
el día y la noche. Los turnos de 12 horas, los turnos rotativos y los
horarios impredecibles están asociados con un mayor riesgo de enfermedades
mentales y problemas cardiovasculares y gastrointestinales.



El trabajo en turnos también puede perjudicar la vida familiar. «Los casos
de divorcio son bastante abundantes. Vemos muchos divorcios, solo por el
hecho de que las familias, especialmente las parejas jóvenes, están lejos
durante 12 horas y luego, cuando regresan a casa después de un turno de 12
horas, solo quieren dormir», señaló un gerente de una planta de fabricación
estadounidense a los académicos que estudian el impacto del trabajo en
turnos, según consignó el año pasado el Financial Times. Un trabajador que
participó del mismo estudio apuntó: «Esto cambia nuestro tiempo con nuestra
familia. Cambia nuestro tiempo de vida social y de participación en la
iglesia y en nuestros grupos comunitarios. Todas esas cosas en las que te
gustaría seguir involucrado».



El teletrabajo puede haber llegado para quedarse y muchos empleadores pueden
estar de acuerdo con una semana de cuatro días (pero casi con certeza lo
harán solo si la productividad aumenta lo suficiente como para justificarlo
y probablemente se acompañe con un recorte salarial). Pero, en el actual
estado de cosas, la esclavitud de todos los días (y noches), con salarios
apenas aceptables, continuará siendo la norma para la mayoría de los
trabajadores.



* Michael Roberts, economista marxista británico. Trabajó durante 30 años en
la city londinense como analista económico. Artículo tomado de The Next
Recession, blog del autor :
https://thenextrecession.wordpress.com/2022/06/07/the-future-of-work-1-remot
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