Debates/ Ucrania, Palestina e Internacionalismo. [Vladyslav Sarodubstev - Entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Abr 15 23:30:12 UYT 2023


  _____

Correspondencia de Prensa

15 de abril 2023

 <https://correspondenciadeprensa.com/> https://correspondenciadeprensa.com/

redacción y suscripciones

 <mailto:germain en montevideo.com.uy> germain en montevideo.com.uy

  _____



Debates



Entrevista con Vladyslav Sarodubstev



Ucrania, Palestina e Internacionalismo



Ashley Smith

Viento Sur, 13-4-2023

https://vientosur.info/

Traducción de Faustino Eguberri – Viento Sur



A finales de febrero se cumplió el primer aniversario de la guerra
imperialista de Rusia en Ucrania. Ashley Smith de “Tempest” entrevista al
socialista ucraniano Vladyslav Starodubstev, que habla en un panel
organizado por la Red de Solidaridad de Ucrania (RSU) y organizado por
Haymarket Books el 25 de febrero de 2023. Starodubstev discute la estrategia
socialista en Ucrania, un enfoque de principios del internacionalismo y cómo
la izquierda internacional puede construir solidaridad entre los explotados
y oprimidos desde Ucrania hasta Palestina.



-La izquierda ucraniana se enfrenta al desafío de unirse a la resistencia a
la invasión y conquista de tierras ucranianas por parte de las fuerzas rusas
y al de hacer oír una posición independiente de las élites y el gobierno.
¿Cuál es tu enfoque en general y cuáles son los principales argumentos e
iniciativas que haces?



Actuamos de acuerdo con nuestro programa y nuestros principios. Nos
solidarizamos con lo que está haciendo el gobierno para ayudar a Ucrania a
ganar la guerra. Apoyamos lo que está haciendo el gobierno de Volodymyr
Zelensky en el frente diplomático, político y militar para garantizar la
unidad en el esfuerzo bélico. Al mismo tiempo, luchamos contra sus políticas
antiobreras y antisociales, la corrupción y el thatcherismo ideológico.



Esto es importante porque la actitud del gobierno debilita la capacidad de
Ucrania para ganar. De hecho, algunas de sus decisiones son tan
incompetentes, equivocadas y motivadas ideológicamente que casi pueden
parecer un sabotaje inconsciente. Los ejemplos son muchos, ya sea el
recortar impuestos a los ricos, desregular la economía, debilitar los
derechos laborales, atacar los derechos sindicales, recortar los servicios
sociales o ser incapaz de proporcionar vivienda a millones de personas,
incluidas las desplazadas internas del país. Peor aún, a pesar de las
demandas de los movimientos sociales para que el gobierno construya nuevas
fábricas de municiones para reforzar nuestras fuerzas de defensa contra
Rusia, el gobierno ha puesto los recortes presupuestarios por encima de la
preparación militar, socavando así nuestra capacidad para defendernos.



Tales críticas al gobierno ucraniano son, de hecho, un lugar común. Por lo
tanto, nos resulta extraño escuchar que es necesario “criticar al gobierno
de Zelensky”. Nosotros, junto con muchos otros ucranianos, lo hacemos todo
el tiempo, lo que subraya la realidad de la democracia en nuestro país en
comparación con Rusia, donde tales críticas te llevan a la cárcel. Somos
leales a las instituciones democráticas, pero eso no significa que los
gobiernos elegidos no merezcan críticas y protestas abiertas. ¡De hecho, la
crítica y la protesta son parte de nuestra lealtad a la democracia!



Apoyamos al actual gobierno en términos de unidad militar y diplomática para
la victoria en la guerra. Pero lo criticamos fuertemente en la mayoría de
las otras áreas, especialmente en sus políticas internas neoliberales, que
perturban la unidad en el esfuerzo de guerra. Fracturan nuestra sociedad,
provocan inestabilidad social y aumentan la pobreza. Nos oponemos a ellas
enérgicamente.



Lo mismo se aplica a sus cuestionables posiciones internacionales sobre
Israel o China. Por ejemplo, el gobierno ucraniano inicialmente parecía
dispuesto a abstenerse en una resolución de las Naciones Unidas que
condenaba la horrible política de China hacia su minoría uigur en Xinjiang.
La presión popular sobre el gobierno le obligó a reconsiderar su posición.
Este es solo un ejemplo de cómo la presión política desde abajo ha impedido
la adopción de decisiones dañinas y corruptas.



Tal activismo es fundamental para corregir y controlar al gobierno,
garantizar la democracia y luchar por la prosperidad social. Las y los
miembros de Sotsialnyi Rukh (Movimiento Social) participan en todos estos
esfuerzos. Incluso durante la guerra, nuestra organización no ha parado ni
un solo día, cuando todos estamos unidos contra la invasión de Rusia y su
ocupación de nuestra tierra. Es fundamental hacer ambas cosas. Luchamos no
sólo por nuestra supervivencia y nuestra independencia, sino también por una
sociedad dotada de un espacio democrático que permita la crítica y la
disidencia y con condiciones económicas que garanticen una vida mejor para
la mayoría de nuestro país.



-Una de las áreas en las que puedes entrar en conflicto con el gobierno de
Zelensky es su intento de ganarse el favor de los estados reaccionarios y
opresores, especialmente Israel. En primer lugar, ¿por qué Zelensky está tan
decidido a aliarse con el gobierno de Benjamín Netanyahu, especialmente
cuando tiene relaciones amistosas con Vladimir Putin? En segundo lugar,
¿cómo habéis desafiado esta actitud y expresado vuestra solidaridad con la
lucha palestina por la liberación nacional?



Las relaciones de Ucrania con Israel y Palestina son, por lo menos,
extrañas. Ucrania ha reconocido a Palestina como un estado soberano. Tiene
embajada palestina, relaciones diplomáticas con la Autoridad Palestina (AP),
y fue miembro del Comité para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del
Pueblo Palestino (CEIRPP) hasta su retirada en 2020. Ucrania no había
anunciado esta salida, por lo que es razonable pensar que el motivo fue
geopolítico.



Desafortunadamente, muchas acciones gubernamentales están guiadas por
estereotipos y la geopolítica. Muchas y muchos ucranianos ven erróneamente a
Israel como un modelo a seguir: una “democracia de guerra” que se enfrenta a
los estados autocráticos que la rodean. Para algunos, Israel y Palestina son
una cuestión de identidad civilizatoria: consideran que Palestina está
“alineada con Rusia”, mientras que Israel es considerado parte del “mundo
occidental”. Peor aún, algunos incluso comparan el papel de la Autoridad
Palestina con la ocupación rusa de Donetsk, Crimea y Lugansk. Esto puede
llevar al gobierno y a la población a tomar posiciones terribles.



Sin embargo, la diplomacia ucraniana ha defendido con eficacia posiciones
coherentes con el reconocimiento de Palestina y sus reivindicaciones. Pero
no sin contradicciones. Más recientemente, Ucrania votó en comisión a favor
de una resolución de la ONU que pedía una investigación por parte de la
Corte Internacional de Justicia sobre la ocupación israelí, pero no asistió
a la votación de la Asamblea General "para darle una oportunidad a la
relación con Netanyahu". La votación en comisión es en realidad coherente
con votaciones anteriores y no puede explicarse como “presión sobre Israel
para que apoye a Ucrania”. Sin embargo, hay suficientes excepciones que son
producto de compromisos geopolíticos para preservar “relaciones saludables”
con Israel y también para obtener armas para luchar contra Rusia.



Sotsialnyi Rukh, a diferencia del gobierno y sus posiciones contradictorias,
se guía por los principios universales de los derechos humanos y el
reconocimiento del derecho de las naciones oprimidas a la autodeterminación,
la democracia y la libertad social. Aplicamos estos principios a todas las
naciones, independientemente de la geopolítica. Por lo tanto, nos
solidarizamos constantemente con Palestina y su lucha contra la ocupación
israelí. Publicamos periódicamente declaraciones y artículos en apoyo de
Palestina y tratamos de informar a las y los ucranianos sobre los crímenes
cometidos por Israel contra las y los palestinos.



Sabemos que la posición de la Autoridad Palestina sobre Ucrania ciertamente
no es buena. Pero eso no justifica el rechazo de nuestra solidaridad.
Esperamos desempeñar un papel en la educación de los ucranianos sobre lo que
debería ser un sentimiento natural de solidaridad entre los pueblos, cada
uno a su manera oprimido por el imperialismo y bajo ocupación.



-Recientemente participaste en un programa con Bill Fletcher, Ramah Kudaimi
y Rafael Bernabe en la red The Real News Network
(https://therealnews.com/panel-solidarity-with-ukraine-from-the-global-south
) sobre el tema de la solidaridad entre las naciones oprimidas en las luchas
contra el imperialismo. Una de las cuestiones que abordaste fue la atención
desproporcionada prestada a Ucrania en comparación con la prestada a otras
naciones como Palestina. Este fenómeno es, a menudo, utilizado por campistas
y otros para denigrar a Ucrania, oponiendo su lucha a la de otras naciones
oprimidas, especialmente aquellas que están bajo el yugo de Estados Unidos y
sus aliados. ¿Cómo abordas esta cuestión? ¿Cómo pueden verse estas luchas
como complementarias en lugar en conflicto?



Es cierto que actualmente Ucrania recibe mucha atención en los medios y en
el mundo, mucho más que otras naciones oprimidas. Quienes formamos parte de
Sotsialnyi Rukh lo reconocemos. Para nosotros es una responsabilidad
utilizar esta atención para ampliar el alcance de la lucha.



Entiendo perfectamente la frustración que siente la gente cuando se minimiza
su experiencia mientras se amplifica la de Ucrania. Ciertamente, hay dobles
raseros que se derivan de la geopolítica y el racismo. Esta atención
desigual puede sembrar desconfianza y deshonestidad. Nosotros en Sotsialnyi
Rukh vemos como una de nuestras tareas hacer la pregunta "¿Por qué un
enfoque tan desigual?", exponer la inconsistencia y usar la atención del
mundo en nuestra lucha para resaltar la de los demás.



Mostramos que los poderes dominantes del mundo y los medios de comunicación
no tienen un enfoque de universalidad, de apoyo a los derechos humanos, a la
democracia y a la libertad sin excepción. Estas violaciones del
universalismo incluso tienen un impacto en Ucrania. Por ejemplo, partes del
establishment occidental prestan demasiada atención a las demandas de Putin,
se preocupan por evitarle “perder la cara” e ignoran a los ucranianos y
nuestras demandas. Frente a esto, debemos abogar por un universalismo de
principios, regularmente violado por todas las potencias dominantes.
Haciendo esto, podemos ofrecer una alternativa que construya la solidaridad
global.



Por eso llamamos la atención sobre otras luchas, como las de Siria e Irán.
Los ucranianos tienden a identificarse con ellos más que con el Occidente
civilizado. Hemos protestado juntos y nos hemos ayudado mutuamente en el
pasado y hoy en día. Hemos realizado muchas campañas de solidaridad con el
pueblo sirio. Y las comunidades sirias en el extranjero fueron de las
primeras en organizar la solidaridad con los ucranianos. Lo mismo ocurre con
el pueblo iraní. En condiciones trágicas, las personas construyen puentes
entre sí basándose en experiencias y traumas similares. Tal solidaridad
puede ser muy enriquecedora.



Así, Sotsialnyi Rukh intenta utilizar la cobertura privilegiada de Ucrania
en los medios de comunicación para lograr dos objetivos. Primero, ganar más
apoyo para nuestra lucha y salvar miles de vidas de personas que viven bajo
ocupación, bombardeos masivos y amenazas de una nueva ofensiva del Estado
ruso. En segundo lugar, promover un enfoque universalista de solidaridad con
todas las luchas de las víctimas de la opresión y la explotación, desde
Palestina hasta Xinjiang.



-Uno de los acontecimientos más impactantes fue la traición a la lucha de
liberación nacional de Ucrania por parte de países con su propia experiencia
de opresión nacional, como Sudáfrica. Michael Karadjis explicó acertadamente
que estos estados no representan la voluntad de sus pueblos, que en general
han apoyado la lucha de Ucrania, sino la de las élites y sus gobiernos.
¿Está de acuerdo con esta afirmación? ¿Y cuáles son los intereses de estos
Estados y de estas élites en Rusia y en una China que la apoya?



Creo que Michael Karadjis expone inteligentemente algunas de las posiciones
problemáticas adoptadas por varios estados del sur sobre Ucrania.
Ciertamente tiene razón sobre algunos estados. Parte de lo que dice, por
supuesto, no se aplica a todos. Algunas de las razones de estas malas
posiciones son económicas y otras son el resultado de la falta de
información y la falta de conexión con Ucrania y las voces ucranianas.



Otro factor es la operación de propaganda masiva del Estado ruso, que
difunde información errónea sobre Ucrania, su historia y política. Esta
propaganda se recicla en los principales medios de comunicación de algunos
países y, junto con la rusofilia de los funcionarios estatales, desplaza las
voces objetivas y las voces ucranianas, influyendo así en la opinión pública
y perturbando lo que debería ser la solidaridad natural entre personas con
una experiencia común de opresión nacional.



Tratamos de derribar este muro de propaganda vinculando luchas,
estableciendo contactos con la izquierda internacionalista, sindicatos y
movimientos sociales para intercambiar ideas y lecciones. Y tratamos de
llegar, más allá de estas fuerzas, a las organizaciones y personalidades
dominantes, todo para construir el entendimiento y la solidaridad entre los
pueblos.



Nuestros miembros han viajado a Sudáfrica, Brasil e India, y personas
cercanas a nuestra organización viajan regularmente a Palestina. Estas
visitas han sido fundamentales para transmitir lo que realmente está pasando
en Ucrania y explicar lo que consideramos como base de la solidaridad. A
través de estas conexiones personales y de organizaciones, esperamos forjar
lazos y una lucha común por un mundo más democrático y justo.



-Una última pregunta sobre política internacional. Ucrania no tiene más
remedio que apelar al gobierno de EE UU y la OTAN en busca de armas para
defenderse. Esto es esencial para la resistencia armada. Al mismo tiempo,
estas potencias y la Unión Europea tienen una agenda neoliberal para
Ucrania. ¿Cómo te posicionas en este sentido? ¿Cómo abogas por la
autodeterminación de Ucrania frente a esas otras grandes potencias que, por
sus propios motivos, apoyan su lucha contra el imperialismo ruso?



Actualmente las autoridades ucranianas están utilizando la retórica de
luchar contra el control extranjero como una tapadera para perseguir su
propia agenda neoliberal, que es endógena y no impuesta. De hecho, tanto la
UE como EE UU han criticado las políticas de Ucrania. Los funcionarios de la
UE a menudo le dicen a Ucrania que sus ataques a los derechos laborales
violan las normas de la Organización Internacional del Trabajo y los
"principios europeos". De hecho, un político ucraniano se ha quejado de que
la UE no debería “dictar cómo debe un país organizar su sistema de seguridad
social… Me parece que no deberíamos autorizar una gestión externa en nuestro
país”.



La asistencia macrofinanciera de EE UU viene con pautas para su uso social.
Así, la UE y los Estados Unidos no persiguen una visión neoliberal para
Ucrania, y critican las políticas radicales de mercado de Ucrania como
equivocadas. Pero no hacen estas críticas con fuerza debido a la necesidad
de preservar la unidad en apoyo a Ucrania. Entonces, la retórica de la UE y
los EE  UU en realidad nos está ayudando a nosotros, a los sindicatos y a
otros movimientos sociales, a impulsar una agenda progresista.



Incluso teniendo en cuenta el carácter neoliberal de la política
estadounidense, Washington utiliza en el caso de Ucrania un lenguaje muy
diferente al que suele utilizar Estados Unidos. Biden, al menos
retóricamente, está tratando de ser un New Dealer. Nuestros funcionarios
thatcherianos reaccionan a tal retórica llamándola 'comunista'. Entonces, en
nuestro contexto, Biden en realidad está facilitando nuestra tarea.



Y lo es aún más cuando las fuerzas de izquierda de todo el mundo presionan a
sus gobiernos para que adopten políticas progresistas en Ucrania. Así es
como la izquierda internacional, en particular los sindicatos, los políticos
y los electos, puede desempeñar un papel importante para ayudarnos a luchar
contra el neoliberalismo aquí en Ucrania y en todo el mundo.



-Así que hablemos un poco más sobre cómo estáis combatiendo el
neoliberalismo. El gobierno de Zelensky, incluso si lidera el esfuerzo
bélico, continúa presionando por "reformas" neoliberales, incluidos ataques
a los sindicatos y su derecho a organizarse y defender los derechos de las y
los trabajadores y su nivel de vida. ¿Qué opinión tenéis de las políticas de
Zelensky? ¿Y qué habéis hecho en y con los sindicatos y movimientos sociales
para resistir estos ataques?



Organizamos campañas, realizamos informes, organizamos a la gente
trabajadora en los sindicatos y organizamos manifestaciones para hacer
avanzar un programa que fortalezca la resistencia de nuestro país al
imperialismo ruso. Esto nos pone en conflicto con el gobierno por algunas de
sus políticas que debilitan la resistencia, como ya hemos comentado. Es
nuestra responsabilidad, como izquierda, luchar contra el imperialismo, pero
también luchar por la mejora de la vida humana, así como por los derechos
democráticos y sociales. En Ucrania, todo esto forma parte de la misma
lucha.



Las grandes empresas no quieren asumir su parte justa de responsabilidad en
la lucha contra la guerra. Y el gobierno a menudo adopta una ideología
thatcherista que es a la vez perjudicial para la unidad nacional y
francamente incompatible con la realidad. Esto nos pone en conflicto con las
grandes empresas y el gobierno.



Como parte de nuestros esfuerzos de organización, Sotsialnyi Rukh lanzó
TRUDOBORONA (Defensa Laboral). Brinda asesoramiento jurídico y defiende los
intereses de las y los trabajadores. Ha ganado docenas de casos contra
empleadores. También ha incluido en una lista negra a las empresas que se
han sacado beneficios de la guerra, presionándolas para que detuvieran tales
prácticas. También hemos trabajado con los sindicatos para obligar al
gobierno ucraniano a moderar y retrasar la implementación de las leyes
contra el trabajo. Sin embargo, aún no hemos logrado bloquearlas. Todo esto
demuestra que, incluso en tiempos de guerra, podemos avanzar en demandas
sociales y sindicales contra las empresas y el gobierno.



-En una reunión reciente de la Red Europea de Solidaridad con Ucrania, Zofia
Malisz de Razem planteó el tema de si ya deberíamos estar pensando y
planificando la reconstrucción de Ucrania después de la guerra. Como
sabemos, los Estados Unidos y la UE van probablemente a impulsar la
reconstrucción en términos neoliberales. ¿Qué tipo de reconstrucción crees
que se necesita? ¿Cómo podría ser esto parte de la lucha internacional
contra el neoliberalismo y el capitalismo?



Debemos luchar por una reconstrucción que ponga a las personas y sus
necesidades en el primer plano, una reconstrucción basada en la
planificación y la cooperación. Esta lucha debe estar interconectada con la
cuestión de cómo organizar la economía ahora, una economía de guerra, para
unir al país y concentrar todos los recursos en ganar la guerra, lo que
incluye satisfacer las necesidades populares.



Para la reconstrucción después de la guerra, debemos inspirarnos en los
precedentes históricos. Al final de la Segunda Guerra Mundial, muchos países
adoptaron planes ambiciosos para reconstruir y edificar sociedades más
justas e igualitarias. La New Deal en los Estados Unidos sirvió como modelo
para que otros países organizaran sus economías, y los negociadores
internacionales del New Deal presionaron por una reforma audaz de la
economía global, pero esta visión radical fue destruida por la
administración Truman y el capital financiero, por lo que solo algunas
migajas pasaron a la práctica.



Al mismo tiempo, el gobierno socialista británico liderado por Clement
Attlee introdujo reformas radicales, incluida la creación de un estado de
bienestar, una amplia gama de nacionalizaciones, la ampliación de viviendas
disponibles y la creación del Servicio Nacional de Salud. Por supuesto, Gran
Bretaña o los Estados Unidos no se pueden comparar a Ucrania, ya que eran
potencias imperiales y coloniales. Pero las reformas que implementaron nos
dan ejemplos de cómo restaurar efectivamente una economía, centrada en las
personas y sus necesidades.



En Ucrania, debemos aprender de estos y otros ejemplos para nuestra propia
reconstrucción. En el centro de la nuestra debe estar un programa de
reformas sociales y laborales, nacionalización y planificación pública,
programas de protección social, vivienda asequible, inclusión y
descentralización. Debemos bloquear cualquier nueva “doctrina de choque”
neoliberal como las impuestas a los estados post-yugoslavos después de las
guerras en Yugoslavia y en Irak después de la invasión estadounidense. Estas
doctrinas causaron desastre social, no reconstrucción.



La reconstrucción de Ucrania es una lucha entre dos visiones del mundo, una
social y desarrollista y otra neoliberal. Estamos a favor de lo primero,
mientras que las élites empresariales y los políticos fundamentalistas del
mercado están a favor de lo segundo.



Nuestra lucha por la reconstrucción progresiva es también una lucha
internacional. Si logramos ganar, podemos dar un contraejemplo al
neoliberalismo y sus estrategias de reconstrucción y recuperación basadas en
la austeridad. Podemos sentar un precedente para la reconstrucción de otros
países. Nuestra lucha es, por tanto, parte de una lucha por un nuevo orden
mundial más justo.



Por supuesto, entiendo que tal reconstrucción social no es sinónimo de
socialismo. De hecho, esta es una forma perfectamente ortodoxa de abordar la
recuperación de la posguerra. Pero es un buen punto de partida para buscar
otra forma de pensar sobre cuestiones sociales, políticas y económicas y, a
partir de ahí, un buen primer paso para abrir a la gente a una visión
socialista y a una reconstrucción de la sociedad mucho más radical.



De esta manera, Ucrania abre nuevas puertas para los debates sobre cómo
podría ser nuestro mundo. La invasión de Rusia, junto con las acciones de
otros estados en los últimos años, ha sacudido el orden mundial existente.
Al mismo tiempo, estas tragedias nos han obligado a luchar por los derechos
humanos, la igualdad y la democracia, por la renovación del movimiento
socialista y por la reafirmación del internacionalismo y el universalismo.



Es lo contrario del cinismo geopolítico que domina sobre gran parte de la
izquierda, que excusa o justifica la explotación o la opresión ejercida por
tal o cual Estado. En cambio, nosotras y nosotros, como izquierda, debemos
construir la solidaridad entre todos los pueblos oprimidos en todo el mundo,
sin excepción. Es la base de un verdadero internacionalismo comprometido con
la liberación colectiva, la igualdad, la cooperación y la libertad.



* Vladyslav Sarodubstev es historiador de Europa Central y Oriental,
militante de Sotsialnyi Rukh, vive en Kiev.



(Entrevista realizada por Ashley Smith de Tempest:
https://www.tempestmag.org/2023/03/ukraine-palestine-and-internationalism/
Traducción al francés revisada y corregida por Catherine Samary,
https://www.europe-solidaire.org/spip.php?article66088)

  _____







--
Este correo electrónico ha sido analizado en busca de virus por el software antivirus de Avast.
www.avast.com

------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20230415/8e26d834/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa