Israel/Palestina/ La nueva estrategia de "reducir el conflicto". [Walid Habbas]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Mar 26 13:03:31 UYT 2023


  _____

Correspondencia de Prensa

26 de marzo 2023

https://correspondenciadeprensa.com/

redacción y suscripciones

germain en montevideo.com.uy <mailto:germain en montevideo.com.uy>

  _____



Israel/Palestina



La nueva estrategia de "reducir el conflicto"



Walid Habbas *

Sin Permiso, 20-3-2023

https://sinpermiso.info/

Traducción de Enrique García



Desde 2021, un número creciente de líderes israelíes han propuesto nuevas
políticas para gestionar su ocupación de Cisjordania, incluyendo Jerusalén
Oriental y Gaza. Estas políticas tienen sus raíces en el nuevo concepto de
"reducir el conflicto", un enfoque introducido en 2018 por el historiador
israelí Micah Goodman que recomienda la gestión del "conflicto por debajo
del umbral de la guerra, al tiempo que mejora el tejido de la vida de la
población palestina".



El enfoque, que es una versión revisada del modelo de "paz económica" de
Benjamin Netanyahu, tiene como objetivo afianzar la ocupación militar del
régimen israelí con el fin de evitar el establecimiento de un estado
palestino o de un solo estado. A diferencia de la estrategia de "paz
económica", el enfoque de "reducir el conflicto" está diseñado para reducir
las "olas de terror y los enfrentamientos violentos" palestinos a través de
ampliar supuestamente las libertades de los palestinos dentro del sistema de
apartheid de Israel.



Este informe desacredita el enfoque de Israel de "reducir el conflicto" y
los cambios de política que conlleva. Examina las nuevas decisiones
económicas del gobierno con respecto a Cisjordania y Gaza, delineando sus
posibles graves e irreversibles implicaciones para los palestinos. El
informe argumenta que cualquier reforma que no implique el desmantelamiento
total de los sistemas de apartheid, ocupación y colonización de asentamiento
de Israel no conllevaría ni una mejora en la vida de los palestinos, ni su
aquiescencia al statu quo.1



Desempaquetando el concepto de "reducir el conflicto"



Goodman introdujo por primera vez el concepto de "reducir el conflicto" como
una solución a la creciente brecha entre la llamada izquierda israelí, que
ha pedido el fin de la ocupación israelí para evitar una realidad de
apartheid en un solo estado, y la derecha israelí, que se opone a cualquier
retirada israelí de los territorios que ocupó en 1967. El enfoque debe
entenderse como una nueva versión de la estrategia anterior de "gestión del
conflicto" a través de la "paz económica". Las políticas establecidas a
través de la estrategia de "paz económica" afianzaron la dependencia
económica palestina del régimen israelí, al tiempo que implementaron
tácticas militares opresivas contra los palestinos.



Por el contrario, el enfoque de "reducir el conflicto" asume que las
herramientas de opresión israelíes generan fricciones diarias "innecesarias"
que aumentan la probabilidad de protestas palestinas y, por lo tanto,
enfrentamientos violentos. Como parte de esta estrategia, el régimen israelí
no necesita desmantelar su ocupación, sino simplemente gestionarla de manera
diferente, aparentemente menos opresiva. De esta manera, el enfoque de
"reducir el conflicto" ha abandonado por completo cualquier discusión seria
sobre la solución de dos estados.



En otras palabras, se introdujeron políticas de "paz económica" para
aumentar la dependencia económica palestina de Israel bajo el disfraz de dos
estados con el fin de hacer a un segmento de la sociedad palestina cómplice
con la continuación del status quo. Es importante destacar que estas
políticas crearon una élite económica palestina obediente que trabajó en
conjunto con las autoridades de ocupación israelíes para reprimir
violentamente una calle palestina desafiante. En relación con el enfoque de
"paz económica" no incluía disposiciones para mitigar el sufrimiento
palestino bajo la ocupación militar israelí.



Si bien el modelo de "reducción del conflicto" continúa políticas económicas
similares, propone formas a través de las cuales se puede reconocer el
"deseo público palestino de plenos derechos cívicos" sin la necesidad de que
Israel termine su ocupación y sin reconocer las fronteras soberanas
palestinas. En consecuencia, el ofrecimiento a los palestinos de soluciones
económicas, así como más movilidad dentro de Cisjordania y acceso al mundo
exterior, son parte de una estrategia israelí más amplia para limitar las
protestas sobre la ocupación con el fin de mantenerla. Esto se basa en la
suposición racista de que los palestinos aceptarán la ocupación colonial de
asentamientos israelíes si sus mecanismos de opresión se alivian y se hacen
menos visibles.



Fundamentalmente, el enfoque de "recoger el conflicto" asume falsamente que
la resistencia palestina es apolítica y no está relacionada con la lucha por
la liberación del apartheid y la ocupación israelíes. En cambio, su marco se
basa en la creencia de que la mayoría de los enfrentamientos violentos entre
palestinos e israelíes se derivan de las condiciones cada vez más amargas en
las que viven los palestinos. De esta manera, el enfoque asume que no es la
ocupación israelí per se la que perpetúa el conflicto, sino la forma en que
se gestiona a través de la opresión de los palestinos. La reconfiguración de
la ocupación para hacer la vida "más fácil" a los palestinos puede, por lo
tanto, "reducir el conflicto", y un conflicto reducido significa la
continuación de la ocupación en sí.



A pesar de los intentos equivocados de Goodman de tender un puente entre el
espectro político israelí a través de este enfoque, la "izquierda" israelí
está desapareciendo rápidamente y la dirección israelí se divide ahora entre
una derecha pragmática y una extrema derecha, las cuales rechazan las
negociaciones políticas y el Estado palestino. Por lo tanto, cualquier nueva
medida israelí para "reducir el conflicto", a través del suavizamiento de
las tácticas militares opresivas o el aumento de oportunidades económicas
para los palestinos, debe entenderse como un medio para extender
indefinidamente el status quo de la ocupación del régimen israelí de
Cisjordania y Gaza.



Creando la ilusión de la libertad



En 2019, un grupo de estudiantes israelíes y jóvenes políticos estableció la
"Iniciativa para reducir el conflicto" basada en las ocho recomendaciones de
Goodman para "mejorar" la vida de los palestinos de una manera que también
beneficiara a Israel. Desde entonces, la iniciativa ha sido parte de casi
todas las sesiones de la Knesset durante las cuales se discute de la
economía palestina, el Área C de Cisjordania y Gaza. El enfoque de "reducir
el conflicto" también aparece explícitamente en el programa electoral del
partido Nueva Esperanza, y fue defendido por la derecha de Neftali Bennett y
el supuesto centrista Yair Lapid por igual.



Las cuatro primeras recomendaciones de Goodman están destinadas a aumentar
la sensación de libertad entre los palestinos bajo la ocupación. En primer
lugar, Goodman aboga por planes militares israelíes para conectar todos los
cantones palestinos en las áreas A y B con nuevas carreteras. La propuesta
se basa en el hecho de que la movilidad limitada dentro de Cisjordania es
una de las condiciones que hacen que la vida de los palestinos sea
particularmente difícil, ya que se enfrentan continuamente a puestos de
control, asentamientos, patrullas militares y bloqueos de carreteras
israelíes. Unas carreteras mas eficientes y conectadas solo para palestinos
ayudarían a ocultar la infraestructura de ocupación, dando teóricamente a
los palestinos la sensación de que la ocupación ha desaparecido de alguna
manera.



Goodman también sugiere transferir partes del Área C al Área A con el fin de
permitir mejor a los palestinos ampliar sus viviendas cuando sea necesario.
Sin embargo, esto no implica una retirada gradual de Israel del Área C; más
bien, implica que Israel está dispuesto a transferir porciones limitadas del
Área C a los palestinos porque son adyacentes a las aldeas palestinas y no
son adecuadas para la expansión de los asentamientos. Además, los palestinos
se apresuran a señalar que estos gestos a menudo están vinculados a la
expansión de los asentamientos israelíes. En 2021, y por primera vez en 20
años, el régimen israelí aprobó la construcción de más de 1.000 unidades de
vivienda para palestinos en el Área C solo unos días después de que aprobara
la construcción de 2.200 unidades de asentamiento israelíes, también en el
Área C. De esta manera, cualquier transferencia de partes del Área C al Área
A para la construcción de viviendas palestinas que vaya acompañada de una
expansión de los asentamientos israelíes aumentaría la resistencia
palestina.2



La estrategia de "reducir el conflicto" también requiere facilitar la
conectividad palestina con el mundo exterior. Con este fin, Goodman propone
conceder acceso a los palestinos a los aeropuertos israelíes. En 2022, el
régimen israelí dio un paso, permitiendo a los palestinos de Cisjordania
utilizar el aeropuerto de Ramón, ubicado en el sur de Naqab, para viajar.
Aunque parece beneficioso en la superficie, este paso solo exacerba el
control israelí sobre los palestinos. De hecho, para acceder al aeropuerto
de Ramón, los palestinos necesitan depender de la infraestructura de
transporte israelí, lo que obliga al régimen israelí a aumentar sus
mecanismos de vigilancia.



Por último, Goodman recomienda paradójicamente que Israel apoye los
esfuerzos diplomáticos palestinos para obtener reconocimiento internacional
como estado, pero que no reconozca las fronteras de un estado palestino. Si
bien el reconocimiento de la estatalidad "aumentaría el sentido de libertad
e independencia de los palestinos", explica Goodman, sin reconocer las
fronteras palestinas, las incursiones de las fuerzas de ocupación israelíes
en Cisjordania seguirían sin ser consideradas violaciones del territorio
soberano, un componente importante de su propuesta original en hebreo que se
omitió de la traducción al inglés. En cualquier caso, es poco probable que
el apoyo a la estatalidad palestina se produzca bajo ningún régimen israelí,
especialmente con el nuevo gobierno de coalición de extrema derecha de
Israel.



Los componentes económicos de "reducir el conflicto"



El régimen israelí ha empleado durante mucho tiempo la economía para
controlar y pacificar a los palestinos. Así se establece en el Protocolo
Económico de París (PEP) de 1994, un acuerdo entre Israel y la Autoridad
Palestina (PA) destinado a crear la ilusión de una autonomía económica
palestina y, paradójicamente, hacer que los palestinos sean económicamente
dependientes del régimen israelí. En el transcurso de los últimos cinco
años, el liderazgo israelí ha hecho poco más que adaptar el modelo de "paz
económica" de Netanyahu, que cae directamente dentro del marco del PEP.



Fundamentalmente, cualquier nueva política económica israelí que ofrezca a
los emprendedores y trabajadores palestinos oportunidades de movilidad y
colaboración con Israel con el fin de supuestamente elevar su nivel de vida,
y por lo tanto, "minimizar" el conflicto, es fundamentalmente errónea e
ilógica. Deben entenderse como una forma de atrincherar la fragmentación
geográfica y económica palestina, así como la dependencia económica de
Israel, en un estado de subdesarrollo perpetuo.



La posición de Goodman sobre las relaciones económicas



El enfoque de "reducir el conflicto" de Goodman está diseñado para permitir
una revisión del PEP, incluso a través de la colaboración económica conjunta
entre los palestinos y el régimen israelí. Como parte de este enfoque, el ex
primer ministro israelí Yair Lapid y el primer ministro palestino Mohammad
Shtayyeh asistieron a una reunión en septiembre de 2022 patrocinada por el
Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega, cuyo objetivo era promover la
construcción del estado palestino. Posteriormente, el Comité de Enlace
Especial propuso reestructurar las relaciones financieras entre los
palestinos y los israelíes, así como la reactivación del Comité Económico
Conjunto, que se congeló después de la Segunda Intifada. Hasta la fecha,
ninguna de estas propuestas ha avanzado, y es probable que ambas sean
abandonadas por completo bajo el sexto gobierno de Netanyahu.



Goodman también propone facilidades económicas adicionales, basadas en los
cambios de política recomendados por el Instituto de Estudios de Seguridad
Nacional, destinadas a lograr la aquiescencia política palestina. Por
ejemplo, apoya la dedicación gradual de tierras adicionales en el Área C a
la cooperación económica palestino-israelí, incluida la inversión extranjera
y los parques industriales adicionales que permanecerían bajo control
israelí. Estos se unirían a los proyectos existentes, como el Parque
Industrial Multidisciplinario de Belén (BMIP) y la Jericho Agro Industrial
Park Company (JAIP Co.), ninguno de los cuales ha tenido éxito en sus
objetivos de apoyar el crecimiento económico palestino. Sin duda, la
propuesta de Goodman depende de la inversión extranjera, un importante
recordatorio de que "reducir el conflicto" también sirve a los intereses de
las partes interesadas más allá de la Palestina colonizada.



Además, Goodman pide la creación de rutas logísticas "seguras" dentro de
Cisjordania para facilitar el proceso de transferencia de bienes palestinos
a los mercados israelíes, incentivando así a más emprendedores palestinos a
esforzarse alcanzar acuerdos con el régimen israelí. También pide que se
aumenten y diversifiquen los trabajadores palestinos en los territorios de
1948. Si bien pueden parecer que benefician a los palestinos, estas dos
políticas solo promueven su subyugación económica.



La creación de rutas logísticas "seguras"



Desde 2018, la Administración Civil israelí, USAID y el Cuarteto, junto con
varios productores palestinos a gran escala, han trabajado en un nuevo
modelo para exportar productos palestinos a los mercados israelíes al
permitir que los camiones israelíes entren en el Área A y carguen productos
directamente desde las puertas de las fábricas palestinas. El nuevo modelo,
conocido como el acuerdo "De puerta a puerta", reduce significativamente el
tiempo dedicado a la transferencia de productos y agiliza el proceso de
transportar la mercancía palestina a los mercados israelíes.



El acuerdo se promueve como financieramente beneficioso para los productores
palestinos a gran escala que podrían aumentar la producción y sus ganancias
después de cumplir con las condiciones israelíes. Sin embargo, incluye
varios requisitos para los palestinos que giran en torno a la seguridad: 1)
las fábricas palestinas deben erigir barreras de cemento y cercas de
alambre, apoyadas por un sistema de alarma conectado directamente a una
oficina militar israelí en la aduana comercial más cercana; 2) los empleados
palestinos, entrenados por el ejército israelí, deben cargar la carga
palestina e informar diariamente a sus supervisor; y 3) todos los camiones
de carga deben instalar un GPS que permita al ejército israelí vigilar el
transporte a través de Cisjordania.



A partir de septiembre de 2022, 21 empresas palestinas en al-Khalil
(Hebrón), Ramallah y Nablus han firmado el acuerdo de puerta a puerta.3 El
total de envíos utilizando este método ascendió a 61.880 entre marzo de 2018
y septiembre de 2022, reduciendo los costes logísticos en aproximadamente
8,6 millones de dólares. Al igual que con el modelo de "paz económica", este
acuerdo garantiza que una parte de los productores palestinos a gran escala
se separen del resto de los exportadores palestinos, que sufren como
resultado. De hecho, las autoridades de ocupación israelíes requieren que
los palestinos que entran en el acuerdo puerta a puerta deben superar el
volumen de su comercio con Israel en 10 millones de NIS anuales, una
producción a la que muy pocos palestinos pueden aspirar.



Más allá de empeorar la brecha salarial palestina a través de una geografía
fragmentada, la política de puerta a puerta permite una mayor ocupación
israelí de tierras palestinas y la vigilancia de sus vidas diarias. El
acuerdo implica que el régimen israelí se infiltra en los sitios de
producción palestinos en el Área A, donde se encuentran las fábricas,
siempre que lo considere necesario. Israel también vigila estos sitios de
producción, así como las rutas logísticas "seguras" reservadas para las
cargas puerta a puerta, expandiendo así significativamente su opresiva
infraestructura de vigilancia sobre los palestinos.



Las fuerzas de ocupación israelíes también han intensificado las
verificaciones de antecedentes de seguridad como parte de su régimen de
permisos, asegurando que un número cada vez mayor de palestinos sean
políticamente pacificados para preservar sus permisos de trabajo y medios de
vida económicos. En conjunto, tales políticas indican que Israel está
asegurando insidiosamente la anexión de facto de importantes centros de
producción económica palestina, así como silenciando la disidencia palestina
ofreciéndoles incentivos económicos.



Profundizar la dependencia económica a través del trabajo



A finales de 2016, el régimen israelí emitió una resolución pidiendo
importantes "innovaciones" con respecto tanto al volumen de trabajadores
palestinos permitidos en los territorios de 1948, como a los procedimientos
para la emisión de permisos de trabajo. Desde entonces, el gobierno ha
legislado varias resoluciones para implementar estas "innovaciones". Como
resultado, el número de trabajadores palestinos en los territorios de 1948
ha aumentado de unos 110.000 en 2016 a 20.000 en 2022. Este cambio se alinea
con el quinto paso de Goodman para "reducir el conflicto": aumentar el
número de trabajadores palestinos en el mercado laboral israelí (con un
límite de 400.000).



Del mismo modo, en marzo de 2022, Israel emitió la Decisión 1328 para
permitir que los trabajadores palestinos de Gaza entraran en territorios de
1948 por primera vez desde 2006. A finales de 2022, el número de
trabajadores autorizados de Gaza estaba limitado a 20.000. Entendido en el
contexto de "reducir el conflicto", el enfoque del régimen israelí hacia
Gaza en particular ha cambiado de "calma para calma" a "economía para
calma", como Yair Lapid, entonces ministro de Asuntos Exteriores, declaró
explícitamente en septiembre de 2021. Es importante destacar que, además de
ofrecer a los palestinos de Gaza oportunidades económicas en los territorios
de 1948, la propia Gaza está completamente excluida de la propuesta de
Goodman.



Si bien las autoridades israelíes argumentan que el aumento del flujo de
ingresos hacia Cisjordania y Gaza contribuirá al crecimiento económico
palestino, en 2021 se estimó que los ingresos combinados de los trabajadores
palestinos en los territorios de 1948 alcanzaron los 5.500 millones de
dólares (alrededor del 35 % del PIB palestino), pero se debe hacer una
distinción entre dicho crecimiento y el desarrollo económico, especialmente
bajo la ocupación y el asedio. En cambio, el aumento de la migración laboral
palestina al mercado israelí afianza fundamentalmente la dependencia
palestina de Israel y, por lo tanto, de la ocupación israelí.



Para empeorar las cosas, el régimen israelí ya no solo está interesado en la
mano de obra palestina de bajos salarios. En los últimos años, ha
diversificado la fuerza laboral palestina en los territorios de 1948 para
incluir a los de alta tecnología, medicina e ingeniería. También ha
invertido alrededor de 300 millones de NIS para capacitar a los trabajadores
palestinos en nuevas habilidades profesionales. De esta manera, la expansión
y diversificación de los trabajadores palestinos no hace más que aumentar el
número de palestinos que dependen económicamente del régimen israelí y de la
preservación del status quo político.



¿Por qué fracasará la estrategia de "reducir el conflicto"?



El concepto de "reducir el conflicto" presupone que una serie de cambios en
la política israelí hacia Cisjordania y Gaza, es decir, económicos,
eliminarán las condiciones que estimulan los "choques" entre los palestinos
y las fuerzas de ocupación israelíes. Al supuestamente aliviar la gravedad
del sufrimiento diario de los palestinos, la ocupación militar de Israel se
vuelve así más manejable y sostenible. En otras palabras, la cuestión de la
autodeterminación palestina a través de la estatalidad se vuelve obsoleta,
haciendo más fácil para los líderes israelíes de todo el espectro político
la perenne cuestión de qué hacer con la población palestina.



En última instancia, el marco de "reducir el conflicto" revela que el
régimen israelí continuará operando en su propio beneficio a expensas de los
palestinos, incluido el mantenimiento de las mismas estructuras del
apartheid colonial de asentamiento que son causa fundamental de su
sufrimiento continuo. De hecho, como argumenta el propio Goodman, "reducir
el conflicto" no requiere un acuerdo formal, la retirada de los colonos o de
los asentamientos israelíes de Cisjordania, o la división de Jerusalén.



De esta manera, los ocho pasos de Goodman dependen de una falacia: es menos
probable que los palestinos resistan si se les hace creer que pueden
disfrutar de la vida bajo la ocupación permanente de asentamientos
coloniales con menos restricciones para la movilidad y más oportunidades de
colaboración económica con el régimen israelí. Es una suposición
distorsionada y racista basada en la errónea y vieja idea sionista de que
los palestinos son una turba apolítica y violenta, en lugar de un pueblo que
exige autodeterminación, que puede ser pacificada si se les otorgan los
susodichos privilegios.



Los aspectos del enfoque de "reducir el conflicto" favorecidos por la
derecha pragmática israelí han sido invalidados con la victoria del gobierno
de coalición de extrema derecha de Netanyahu en diciembre de 2022. Por un
lado, el aumento de la violenta represión israelí de la resistencia
palestina, especialmente en el norte de Cisjordania, socava el plan de
eliminar los mecanismos que generan enfrentamientos. Por otro lado, no es
probable que la coalición extremista de Netanyahu, que presiona por un mayor
despojo y desplazamiento de los palestinos, mantenga las propuestas de
Bennett y Lapid para supuestamente "reducir el conflicto". Sin embargo, es
probable que las medidas económicas puestas en marcha desde 2021 continúen
dando forma a las relaciones económicas palestino-israelíes en los próximos
años.



Y aunque el nuevo gobierno de coalición israelí aún no ha presentado sus
políticas económicas para Cisjordania y Gaza, su flagrante compromiso de
profundizar la ocupación sin duda empeorará el sufrimiento palestino. Los
palestinos nunca aceptarán esta realidad, incluso con mayores facilidades
económicas. Es decir, incluso si los responsables políticos israelíes
presionan a favor de medidas destinadas a "mejorar" la vida de los
palestinos a través de una mayor participación en el mercado laboral
israelí, la movilidad dentro de Cisjordania o el acceso al mundo exterior,
la realidad del colonialismo de asentamiento israelí, el apartheid y la
ocupación persistirán, al igual que la resistencia palestina.



* Walid Habbas  es investigador en el Foro Palestino de Estudios Israelíes
(MADAR) y candidato a doctorado en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Actualmente trabaja en las relaciones económicas palestino-israelíes.
(Artículo publicado en alshabaka, 6-3-2023:
https://al-shabaka.org/briefs/shrinking-the-conflict-debunking-israels-new-s
trategy/)



Notas



1- Todas las traducciones de fuentes árabes y hebreas son obra del autor.

2- Es muy poco probable que las propuestas para aumentar el número de
viviendas palestinas continúen bajo el nuevo gobierno israelí.

3- Es importante destacar que algunos capitalistas palestinos eligieron
entrar en el acuerdo puerta a puerta.

4- El sitio web de PCBS solo ofrece datos desde 1994. Para acceder a los
datos entre 1967 y 1993, el autor consultó los informes anuales del PCBS,
así como el libro de Leila Farsakh, Palestinian Labour Migration to Israel:
Labour, Land and Occupation (Oxford: Routledge, 2005).

  _____





--
Este correo electrónico ha sido analizado en busca de virus por el software antivirus de Avast.
www.avast.com

------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20230326/cc9b580e/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa