[Gcap-mujeres] Informe de Lidia Alpizar sobre el Cluster 4:Reforma de la ONU

[iniciativa]

AUDIENCIAS CON LA SOCIEDAD CIVIL  ASAMBLEA GENERAL DE LA ONU
INTERVENCIÓN EN LA SESIÓN DEL CLUSTER #4: REFORMA DE LA ONU
23 y 24 de junio del 2005

Lydia Alpízar Durán
Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo
AWID

En los últimos años, la ONU se ha tornado considerablemente menos creíble y 
efectiva. La dominación por parte de un puñado de gobiernos que obedeciendo 
a sus propios intereses- imponen sus posturas y visiones a los demás no 
puede continuar, particularmente cuando esos mismos gobiernos no cumplen 
con la voluntad de la comunidad internacional de naciones.  Esperamos que 
el proceso de reforma propuesto revierta esta situación.

SOBRE EL CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL

Consideramos vital el fortalecimiento del ECOSOC, para que sea algo más que 
un foro de discusión sobre cooperación para el desarrollo.  Como parte de 
su fortalecimiento, deberían crearse mecanismos que aseguren que las 
instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial, el Fondo 
Monetario Internacional y la Organización Mundial de Comercio, rindan 
cuentas y estén supeditadas al ECOSOC.  La falta de conexión de estas 
instituciones con la ONU ha favorecido la desigualdad en el sistema de 
gobernabilidad global permitiendo que los paradigmas económicos 
neoliberales prevalezcan por sobre el desarrollo humano.

CONSEJO DE SEGURIDAD

Quisiera unirme a otras voces que en estas audiencias han planteado la 
necesidad de democratizar y ampliar el Consejo de Seguridad.  Para esto, es 
fundamental la eliminación del poder de veto de los estados miembros 
permanentes en el Consejo, así como la ampliación de su membresía.

Asimismo, creemos que es importante fortalecer espacios de interacción e 
interlocución del Consejo de Seguridad con la sociedad civil, como los que 
se utilizaron por ejemplo en el proceso que se dio en la discusión y 
desarrollo de la Resolución 1325 sobre Mujeres, Paz y Seguridad (Arria 
Formula Meetings).  Conforme el Consejo cambia sus métodos de trabajo, 
deberían desarrollarse canales formales para que reciba información de una 
variedad de fuentes, incluyendo las ONGs.



POSIBLE CREACIÓN DE UN CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS

El compromiso con el fortalecimiento del sistema de derechos humanos de la 
ONU, según lo propuesto en el Borrador del Documento de Resultados es muy 
importante.

Cualquiera que sea el resultado del proceso de reforma - ya sea que se 
fortalezca la Comisión de Derechos Humanos actual o que se cree el Consejo 
de Derechos Humanos- debería tomarse en cuenta lo siguiente:

1.- El fortalecimiento de las relatorías especiales y otros mecanismos 
especiales creados por la Comisión, asegurando que continúen siendo 
independientes y que sus actuales mandatos no sean recortados.

2.- Para la membresía del Consejo o Comisión debería cumplirse con lo 
siguiente:
a)      Asegurar que la instancia represente la diversidad regional de la 
ONU y no la voluntad o deseos de los poderes dominantes,  tal y como sucede 
en el Consejo de Seguridad actualmente.
b)      Que los estados miembros de dicha instancia hayan:
a.      Ratificado (o comprometerse a ratificar) los principales tratados 
de Derechos Humanos.
b.      Cumplan con la presentación de informes periódicos a los organismos 
encargados de vigilar el cumplimiento de los tratados
c.      Cooperen de manera activa con todos los Procedimientos Especiales y 
mecanismos de derechos humanos de la ONU.

3. Incrementar de manera significativa el presupuesto y aumentar la 
capacidad con que cuenta actualmente la Oficina de la Alta Comisionada en 
Derechos Humanos, incluyendo la integración de la perspectiva de género en 
su trabajo, como elementos cruciales para su fortalecimiento.

4.- De acordarse el mecanismo para tornar más eficiente el trabajo de los 
órganos encargados de vigilar el cumplimiento de los tratados, es vital que 
se mantenga la especificidad en los reportes de los gobiernos en relación 
con la CEDAW, la CERD y la Convención de los Derechos de la Niñez.

5. Que se reforme la Carta de las Naciones Unidas de manera que el Consejo 
o la Comisión ocupen el lugar central que los derechos humanos merecen en 
la estructura la ONU.

INSTITUCIONALIDAD DE GÉNERO DE LA ONU

En estos dos días de audiencias mujeres y hombres hemos repetido 
incansablemente que la plena vigencia, promoción y protección de los 
derechos de las mujeres es parte fundamental de los derechos humanos. Y 
hemos dicho, en variados idiomas y desde las más diversas perspectivas, que 
no puede haber desarrollo, ni seguridad, ni paz, si las mujeres no ejercen 
y disfrutan plenamente de todos sus derechos, incluyendo los derechos 
sexuales y los derechos reproductivos.

Lamentablemente las Naciones Unidas, en su condición actual, están muy 
lejos de poder responder al desafío de alcanzar la igualdad de género. La 
transversalización de género no es suficiente. Las instancias que velan por 
la protección y promoción de los derechos de las mujeres (ya sea cuerpos 
políticos, técnicos o expertos) cuentan con los presupuestos más bajos 
dentro del sistema y con un nivel de jerarquía menor.  Asimismo, el 
porcentaje de mujeres en puestos de alto nivel dentro de la ONU es 
vergonzosamente bajo.  Sólo un puñado de las representaciones especiales y 
sus representaciones adjuntas son asumidas por mujeres.

Sin su fortalecimiento no habrá igualdad entre los géneros en la ONU.

AMPLIACIÓN Y FORTALECIMIENTO DE LA PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL

Sin “nosotros, los pueblos” la ONU no es más que una cáscara vacía. En 
especial, las organizaciones de mujeres han respaldado a la ONU durante 
décadas y han sido contrapartes clave en la implementación de acuerdos de 
distintas cumbres y conferencias.

Consideramos positivo que el documento de resultados propuesto exprese, en 
su retórica, la necesidad de una mayor incorporación de la sociedad civil 
en los procesos de la ONU. Pero, en la práctica, ningún acuerdo en este 
sentido es real si no define mecanismos claros y los recursos necesarios 
para asegurar que esta participación sea significativa, tanto a nivel 
regional como internacional. Los avances logrados en este sentido en los 
noventas, con la participación de sociedad civil en las conferencias y 
cumbres, así como en otras instancias de la ONU, deben ser 
reforzados.  Pero la Cumbre debería acordar también la creación de nuevos 
mecanismos o el fortalecimiento de los existentes y asignar el presupuesto 
requerido y ampliar la participación a otras instancias del sistema, 
especialmente en la Asamblea General.

La participación de la sociedad civil en la Cumbre de septiembre y en los 
procesos de seguimiento y toma de decisiones posteriores, es un imperativo 
si la ONU quiere ser consistente con su propuesta de fortalecer la 
participación de la sociedad civil.  Hago un llamado para que la Asamblea 
General revise su decisión de no permitir la participación de sociedad 
civil durante la Cumbre.



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