Israel/ una lógica colonialista, militarista, austeritaria [Shir Hever - entrevista]

[Ernesto Herrera]

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Correspondencia de Prensa

boletín informativo – 14 de agosto 2014

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A l’encontre – La Breche

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Israel

Entrevista con Shir Hever, economista israelí

Una lógica colonialista, militarista, austeritaria

Chiara Cruciati

http://nena-news.it/

Traducción de Faustino Eguberri –Viento Sur

-Israel es uno de los primeros exportadores de armas del mundo. Tras la
operación de 2012, las ventas alcanzaron unos 7 millardos de dólares como
mínimo. ¿Ocurrirá lo mismo tras la operación "Margen de protección"? 

Shir Hever: la industria militar israelí es uno de los sectores más
significativos de la economía. Representa el 3,5% del PIB, a lo que hay que
añadir el 2% de "ventas internas". Israel no es, de lejos, el más importante
exportador de armas del mundo. Pero está en primera posición si se calculan
las ventas de armas por habitante. La industria militar, además, tiene una
enorme influencia sobre las decisiones gubernamentales.

Después de cada ataque contra Gaza se organizaron exposiciones en las que
compañías privadas y estatales presentaban sus productos, los que habían
sido utilizados y experimentados con la población gazatí. Los compradores
tienen confianza porque esos diferentes productos han demostrado su
eficacia. Esta guerra aumentará de forma significativa las ganancias de la
industria militar. Basta con saber qué hace pocos días la industria
aerospacial israelí ha hecho un llamamiento a los inversores privados para
la producción de una nueva bomba. Han recolectado 150 millones de dólares;
100.000, o más, por cada palestino muerto. Y esas ventas comienzan cuando la
operación sigue en curso.

-¿Aunque la industria militar crezca, el sector privado de la economía
israelí no sufre pérdidas significativas?

Los costes civiles del ataque son, en este terreno, de tres órdenes. El
primero, ser pagado por el presupuesto público. En efecto, el crecimiento de
los gastos para el ejército se hace en detrimento de los servicios públicos.
Cada ataque implica siempre recortes en la educación, la salud y los
transportes públicos. Antes de que comenzara este nuevo round de violencia,
sectores políticos del centro habían intentado reducir el presupuesto del
ejército y reorientar el gasto en favor de los servicios sociales. Y como
por casualidad, poco tiempo después, se lanza la operación "Margen
protector", lo que muestra la enorme influencia del sistema militar sobre
las políticas del gobierno. A esto se añaden costes directos e indirectos
para la economía civil. Algunos cohetes han producido daños en las
propiedades, y la gente, en algunas regiones de Israel, tiene miedo de ir al
trabajo. Algunas fábricas han suspendido su actividad y hay granjas
agrícolas que están inactivas; lo que puede ser también debido a la
movilización de un ejército denominado de milicias. En fin, hay costes
indirectos como los soportados por el sector turístico. Muchas empresas
habrían tenido que recibir delegaciones de empresarios extranjeros que han
anulado su visita e incluso han ido a otros países para realizar sus
negocios /1.

- ¿Es Gaza un mercado cautivo obligado a la compra de productos israelíes?
¿No perjudica esta agresión a las firmas que venden en la banda de Gaza? 

En realidad, no es ese el caso. Gaza es ciertamente un mercado cautivo, pero
aseguraba muchos más ganancias antes del bloqueo de 2007 [el ejército y los
colonos han evacuado Gaza en septiembre de 2005, pero el bloqueo así como el
control de los recursos fundamentales equivalen, incluso jurídicamente, a
una ocupación]. Antes del bloqueo, era mucho más fácil para las compañías
israelíes enviar sus propios productos a los supermercados de Gaza y
explotar una mano de obra barata. Si el bloqueo fuera levantado, la economía
israelita podría explotar mucho más el mercado compuesto por 1,8 millones de
habitantes, una comunidad que no está en condiciones de producir todo lo que
puede consumir.

-¿Podría este nuevo ataque reforzar la campaña de boicot, desinversiones y
sanciones contra Israel?

Ha habido un crecimiento significativo de la campaña BDS en el mundo y se ve
a través de las reacciones de ciertos miembros del gobierno. El ministro de
economía, el colono (de la formación de extrema derecha "Hogar judío")
Naftali Benett, intenta aumentar los intercambios comerciales con China,
Japón, India y, así, liberarse mucho más de la dependencia del mercado
europeo, en el que el BDS tiene más impacto. Hace dos días, el Instituto
Israelí de estadística ha registrado un estancamiento del valor de las
exportaciones, y ello antes de que comenzara la operación militar actual. En
el primer semestre de 2014, el total de las exportaciones ha caído el 7% y
el 10% hacia los países asiáticos, lo que remite a un estancamiento de la
economía mundializada. Muchas empresas exportadoras han reclamado una
reunión de urgencia con el gobierno para tratar esta crisis.

-Algunos consideran que este ataque está también ligado al control de los
recursos energéticos en las costas de la banda de Gaza

No creo que haya una relación directa. Israel ha comenzado ya a explotar sus
propios yacimientos y a firmar acuerdos con Turquía, Chipre y Grecia. Si un
día, hipotéticamente, los palestinos fueran capaces de explotar su propio
gas, no encontrarían mercado porque Israel se habría acaparado ya un área
del Mediterráneo y sería capaz de vender a precios inferiores su producción
de hidrocarburos. La gente que durante estos días asiste a la masacre y a la
destrucción de infraestructuras no puede ni imaginar el momento en que los
palestinos podrían desarrollar su propia economía interna.

-Desde el exterior, parece que el gobierno israelí no tiene en la cabeza una
estrategia a largo plazo, sino que intenta mantener una especie de status
quo propio de la ocupación. 

Poco más o menos es así. El actual gobierno no tiene estrategia política, se
ha metido en un callejón sin salida. Sabe que Abu Mazen (Mahmud Abbas) es el
único con el que puede negociar. Sin embargo, a la vez, mina su legitimidad.
En la historia, todos los imperios han acabado por razonar solo en el corto
plazo y luego se han hundido.

Desde la segunda intifada, la política no es la de poner fin al "conflicto",
sino gestionarlo. Muchos israelíes piensan que no hay futuro y se desplazan
políticamente hacia la derecha. El nivel de racismo y de violencia actual es
terrible; pero, al mismo tiempo, es la expresión de una extrema debilidad.
Es lo que me da un poco de esperanza.

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