Guyana/Venezuela/ Controversia territorial, disputa petrolera y el arroz para los Clap. [Dossier]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Dic 9 23:11:57 UYT 2023


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Correspondencia de Prensa

9 de diciembre 2023

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La tensión entre Guyana y Venezuela 

 

Hierve el Esequibo

 

Un conflictivo cóctel que mezcla heridas históricas, controversia
territorial, riquezas petroleras, diplomacia imperial y tiempo de elecciones
ha escalado en el norte de América del Sur y con apenas un chispazo puede
saltar de los micrófonos a las armas.

 

Humberto Márquez, desde Caracas

Brecha, 8-12-2023 

https://brecha.com.uy/

 

Venezuela lanzó esta semana una campaña, hasta ahora de apariencia
simbólica, pero respaldada por su aparataje militar, para hacer valer sus
derechos sobre un espacio que lleva dos siglos en disputa, la Guayana
Esequiba o el territorio Esequibo, 159.542 quilómetros cuadrados que ocupa
su vecino de habla inglesa, Guyana. «Guyana debe saber que arreglamos este
problema por las buenas o lo arreglamos», retó el presidente venezolano,
Nicolás Maduro, al anunciar, el martes 5, ante sus ministros, jefes
militares, políticos, gobernadores y alcaldes, medidas para avanzar en la
recuperación de un territorio perdido ante Inglaterra hace 124 años.

 

En Georgetown, el presidente guyanés, Irfaan Ali, inmediatamente telefoneó
al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y envió
mensajes a los gobiernos de Brasil, Francia, Reino Unido, la Comunidad del
Caribe, la mancomunidad británica (Commonwealth), el Consejo de Seguridad de
la ONU y, muy especialmente, el Comando Sur de Estados Unidos, su principal
aliado. Maduro «ha tomado un camino aventurero e imprudente. Venezuela se ha
declarado una nación fuera de la ley», dijo Ali en una alocución televisada
a sus compatriotas.

 

La controversia que opone a Caracas y Georgetown ha hibernado durante
períodos muy largos y de hecho la inmensa mayoría de los latinoamericanos la
desconoce, pero ha resurgido con fuerza al aproximarse Venezuela a una nueva
encrucijada electoral y asomarse Guyana como nueva potencia petrolera
sudamericana.

 

Las medidas anunciadas por Maduro –entre las que destacan fijar un nuevo
mapa oficial de Venezuela que anexa como propio el Esequibo, advertir que
deben entenderse con Caracas las transnacionales petroleras que operan en
áreas submarinas pendientes de delimitación y reforzar los dispositivos
militares en la frontera– llegan cuando comienza la cuenta regresiva para la
elección presidencial de 2024.

 

El 22 de octubre los principales grupos de oposición hicieron una primaria
abierta a la que acudieron 2,5 millones de electores (13 por ciento del
padrón) en la que triunfó de manera arrolladora la liberal de derecha María
Corina Machado (92 por ciento de los votos). Firmas encuestadoras aseguran
que en una elección con condiciones equitativas Machado se impondría
fácilmente a Maduro, quien gobierna desde 2013 y buscaría obtener un tercer
mandato de seis años.

 

La Asamblea Nacional –en manos del Partido Socialista Unido de Venezuela, al
igual que el resto de los poderes del Estado– convocó a un referendo
consultivo sobre el tema Esequibo, que la oposición desdeñó por considerarlo
una jugada de réplica a su primaria y un ejercicio de prueba de maquinaria y
poder de convocatoria por parte del oficialismo.

 

El 3 de diciembre el referendo entregó un triunfo con entre 95 y 98 por
ciento del Sí a las cinco preguntas en favor de que el gobierno tomase
medidas para reivindicar la Guayana Esequiba y desconociese la competencia
de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que estudia el caso
a pedido de Guyana y Guterres. Las cifras del referendo quedaron envueltas
en polémica, pues la votación de 10,5 millones de electores según las
autoridades no se compagina con el rastreo de medios, redes sociales y otros
testimonios que mostraron vacíos y desolados numerosos centros de votación.

 

La historia, ¿cuándo no? 

 

El origen del conflicto puede situarse en el tratado angloneerlandés de
1814, firmado en Londres, cuando Inglaterra y los Países Bajos acordaron una
redistribución de sus posesiones coloniales, mientras la América española
libraba su guerra de independencia. Ámsterdam cedió la porción más
occidental, de límites imprecisos, de su posesión en la región de Guayana, y
conservó el actual Surinam.

 

Inglaterra, ¡por fin!, tenía una posesión en tierra firme sudamericana.
Cuando luego reconoció la independencia de la República de Colombia
(originalmente las actuales Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá), no
objetó que el límite oriental de ese país de habla española al que ayudó a
independizarse fuera el río Esequibo.

 

Pero a partir de la década del 30 del siglo XIX –ya con Venezuela separada
de Colombia– Londres comienza a correr hacia el oeste la frontera de su
Guayana Británica. En la segunda mitad del siglo XIX Venezuela rompe
relaciones con el Imperio británico y reclama un arbitraje, y en el decenio
de 1890 Estados Unidos, doctrina Monroe mediante («América para los
americanos»), interviene en el pleito y exige a Londres que convenga con el
pedido venezolano.

 

Se pactó en 1897 una corte arbitral con cinco jueces: dos británicos, dos
estadounidenses, un ruso y ningún venezolano. En 1899 esa corte dictó en
París un laudo que, sin motivación y extralimitándose sobre el acuerdo de
dos años antes, fijó la actual frontera. La débil Venezuela aceptó el fallo
a regañadientes, pero siempre lo consideró nulo.

 

En 1966, a punto de independizarse Guyana, se firmó en Ginebra un acuerdo
tripartito Londres-Caracas-Georgetown que previó la búsqueda de un «arreglo
práctico» de la controversia, el cual nunca se logró y finalmente el
secretario general de la ONU lo puso en manos de la CIJ en 2018.

 

Es lo que siempre quiso Guyana, pues siempre exigió que primero se probase
la nulidad del laudo de París, mientras que Caracas buscó infructuosamente
un arreglo bilateral. La CIJ asumió que resolverá la cuestión, decidirá la
frontera y Venezuela debería presentar sus alegatos en abril de 2024, aunque
Caracas sostiene que la CIJ no es competente en este caso.

 

La CIJ impuso a los contendores el 1 de diciembre que se abstuviesen de
actos que agravasen el panorama objeto de su estudio, y a Venezuela le
exigió que no tome medidas que alteren el statu quo, reconociendo que Guyana
tiene la administración y el control del territorio en disputa, aunque
todavía no le atribuyó la soberanía.

 

Ah, el petróleo 

 

La controversia se ha petrolizado con gran desventaja para Venezuela, porque
en la plataforma continental atlántica, frente al Esequibo, Guyana ha
entregado concesiones a transnacionales, en particular al consorcio que
integran las estadounidenses Exxon Mobil y Hess-Chevron Texaco y la china
CNOOC.

 

Exxon, que salió de Venezuela hace 15 años al rechazar la estatización de
sus activos y a la que Caracas acusa de maniobrar para que Guyana gane el
pleito en la CIJ, ya produce en los bloques que le cedió Guyana unos 400 mil
barriles diarios (de 159 litros) de crudo y espera llegar al millón de
unidades a finales de la década.

 

Así, la que ha sido una de las naciones más pobres del hemisferio ahora
ostenta la mayor tasa de crecimiento económico de la región, es el mayor
productor mundial de petróleo per cápita (pues tiene solo 800 mil
habitantes) y suma al apoyo del mundo anglosajón el de vecinos como Francia
(que posee la Guayana Francesa) y Brasil.

 

La Fiscalía venezolana acusó a varios políticos opositores autoexiliados y a
miembros del comando de campaña de Machado –a los que ordenó detener– de
recibir dinero de Exxon para tratar de sabotear el referendo sobre el
Esequibo.

 

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en el pasado un
importante apoyo de Maduro y de su fallecido predecesor, Hugo Chávez, ha
dicho en tono de fastidio que los contendientes deben aminorar el pleito,
pues «lo que menos necesitamos en América del Sur son más problemas». Los
cancilleres Hugh Todd, de Guyana, e Yván Gil, de Venezuela, conversaron por
teléfono el miércoles 6.

 

En el flanco militar, mientras vigila sin duda el Comando Sur
estadounidense, Brasilia despachó refuerzos hacia la frontera con sus dos
enemistados vecinos; Venezuela activó una «zona de defensa integral» en su
extremo oriente y Guyana anunció que su Fuerza de Defensa está en «alerta
máxima».

 

Mientras Maduro y Ali se envuelven en sus respectivas banderas, es
previsible una lluvia de llamados internacionales a la moderación, al
diálogo y a la paz. Pero también se ensancha el campo para una escalada del
conflicto.

 

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El sol de Venezuela nace en el Esequibo, pero el arroz de los CLAP viene de
Guyana

 

Ni las consignas patrióticas, ni la tensión diplomática entre ambas naciones
han frenado la compra por parte de Venezuela del arroz de Guyana para los
CLAP, el programa bandera del régimen de Nicolás Maduro. Aunque de manera
extraoficial las compras a ese país están prohibidas desde mediados de año,
los contratistas del gobierno han ideado la fórmula para simular un origen
distinto del producto: los barcos salen de Georgetown, pero justo antes de
llegar a Venezuela, atracan durante unas horas en otros puertos del Caribe.

 

Roberto Deniz

Armando.Info, 3-12-2023

https://armando.info/

 

“Aquí estamos en La Haya para defender a la Guayana Esequiba”, proclamó en
La Haya la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez. el 13 de
noviembre pasado, al llegar a esa ciudad de los Países Bajos, sede de la
Corte Internacional de Justicia (CIJ), 

 

Por otra parte y un día después, a despecho de la tensión diplomática entre
ambos países por el histórico diferendo limítrofe, zarpó desde Georgetown,
el puerto de la capital guyanesa, el buque Lady Defne con un cargamento de
5.250 toneladas de arroz que arribó cinco días después al puerto de
Guaranao, en Punto Fijo, estado Falcón. 

 

Venezuela y Guyana mantuvieron por años un intercambio de combustible en
condiciones preferenciales a cambio de arroz bajo el paraguas de
Petrocaribe, la alianza política diseñada por Hugo Chávez para ganar
lealtades en la región. Pero en 2015, año en que Guyana anunció que la
petrolera estadounidense Exxon Mobil había encontrado petróleo en el bloque
Stabroek, en aguas que forman parte de la disputa territorial con Venezuela,
Caracas frenó la compra de arroz. Sin embargo, a partir de 2016, con la
creación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) por
parte de Nicolás Maduro, el negocio se reanudó la compra a través de
privados y contratistas del programa estatal. Y así, hasta el sol de hoy, a
pesar de los vaivenes políticos y diplomáticos, Venezuela se convirtió en el
principal mercado del arroz guyanés.

 

En 2019, Venezuela recibió 34% del total de 526.000 toneladas de arroz
exportadas por Guyana, logro destacado por la prensa de ese país, y
equivalentes a unos 89 millones de dólares, de acuerdo con Comtrade, la base
de datos de las Naciones Unidas sobre flujo comercial entre países. 

 

Ese año, cuando todavía eran los principales proveedores de los CLAP y a
través de Eagle Ventures Fze, una sociedad registrada en Emiratos Árabes
Unidos, Alex Saab Morán, el contratista favorito de Nicolás Maduro, detenido
en 2020 en Cabo Verde, y su socio, el también colombiano Álvaro Pulido
Vargas, apresado en Caracas a comienzos de este año en medio de la trama de
corrupción Pdvsa-Cripto, al menos adquirieron 10.000 toneladas de arroz
guyanés por casi cinco millones de euros a una compañía de la familia Hakh
–guyaneses de origen indio que destacan, con su Hakh Group, entre los
principales industriales del arroz en Guyana–, de acuerdo con documentos
obtenidos para este reportaje. 

 

Un año después, en 2020, las importaciones venezolanas de arroz a Guyana se
dispararon hasta alcanzar la cifra récord de 176 millones de dólares,
superando el pico de 160 millones de 2013, año en que Nicolás Maduro llegó a
Miraflores. Todavía en febrero del año en curso, Roberto Latini, director de
la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), se
quejó de las importaciones de arroz de países como Guyana. “Se traen arroces
de pésima calidad y desplazan la producción nacional. Incluso, no cumplen
con normativas oficiales”, declaró en una entrevista radial.

 

Hoy, en plena escalada diplomática entre Venezuela y Guyana, y pese a que de
manera extraoficial las autoridades aduaneras venezolanas prohibieron a
mediados de año las importaciones desde ese país, el negocio continúa a
través de los contratistas que abastecen a los CLAP. Irónicamente, el buque
Lady Defne atracó en Punto Fijo el 19 de noviembre, día que el régimen de
Nicolás Maduro llevó a cabo el simulacro del referéndum consultivo sobre el
Esequibo que se realizará en Venezuela, hoy 3 de diciembre, y que plantea la
“creación del estado de Guayana Esequiba” en los casi 160.000 kilómetros
cuadrados comprendidos en la reclamación histórica de Venezuela.

 

Triángulo con vértice en Curazao

 

El viaje de Delcy Rodríguez a La Haya quedó registrado por los medios de
comunicación y en sus redes sociales, mientras que la huella del Lady Defne
está en plataformas de tráfico marítimo que se nutren con la información
satelital de los barcos. 

 

El registro que quedó en esas plataformas sobre el itinerario del Lady Defne
describe una ruta singular. Tras zarpar el 14 de noviembre a las 16:37
horas, el buque cruzó las aguas que forman parte de la disputa territorial y
en cuyo fondo se han encontrado reservas petroleras; Luego avanzó por el Mar
Caribe y se detuvo el 18 de noviembre en Willemstad, Curazao. En esa isla,
antigua colonia neerlandesa cercana a las costas de Venezuela, el buque
permaneció sólo nueve horas antes de seguir hasta el Puerto Internacional de
Guaranao, en Punto Fijo, estado Falcón, tal y como muestran los registros de
Vessel Finder y Marine Traffic, dos de las plataformas más utilizadas en el
tráfico marítimo.

 

Esa última parada en Curazao evita que la procedencia del buque sea Guyana.
En el ámbito aduanero lo llaman “triangulación”, ya que técnicamente el
puerto de origen es justo el anterior a su destino final. “Lo hemos visto
con el arroz de Guyana, hacen triangulación en República Dominicana,
Trinidad y otros puertos”, asegura una fuente del ámbito naviero que pidió
reservar su identidad. En el caso del Lady Defne, la escala previa a su
destino venezolano se hizo en el puerto de Curazao, como confirma el
tracking de la embarcación.

 

Tanto en los itinerarios recientes del barco, como en los del año pasado, se
comprueba que la ruta entre Georgetown, en Guyana, y Punto Fijo, se repitió
varias veces. Por ejemplo, el 3 de noviembre salió del Puerto Internacional
de Guaranao y atracó en Guyana cuatro días después sin detenerse previamente
en otro puerto. Ambos puertos fueron los que más visitó el Lady Defne en
2022, según muestran los registros de Vessel Finder. 

 

Armando.Info confirmó que el consignatario de las 5.250 toneladas de arroz
llegadas el pasado 19 de noviembre fue Comercializadora El Cardón de
Paraguaná, una empresa dedicada a la distribución de alimentos, pero que en
sus redes sociales ofrece la venta de cervezas importadas. El agente
aduanero fue A Navas & Co C.A. (Navasca). Ambas compañías son propiedad de
Hegrelin Jesús Romero Guanipa, un empresario de 36 años, que como agente
naviero ha tenido relación con Walid El Hage, empresario colombiano de
origen libanés, contratista de los CLAP y quien, al menos en 2020, importó
arroz guyanés del grupo Hakh, el mismo al que comparon Alex Saab y Álvaro
Pulido en 2019, según documentos aduanales. 

 

A pesar de los registros públicos, el representante legal de Navasca,
Eduardo Uribe, negó que el barco viniera de Guyana o que el arroz fuera de
ese país. “Para efectos de la naviera y lo que aplica en el ámbito naviero
es que el buque venía de Curazao con una carga a bordo de Brasil”, repitió
Uribe en una conversación telefónica. Aunque inicialmente prometió
suministrar los documentos que probarían su versión, al cierre de esta
edición no los había compartido, así como tampoco había respondido un
cuestionario que se le envió por WhatsApp. 

 

Sobre la validez de la información reportada en las plataformas de tráfico
marítimo, Uribe insistió en que se trata de sistemas “manipulables”. “Yo que
soy agente naviero y tengo mucho tiempo en esto, te podría decir que esa
información tiene su porcentaje de falsedad o de veracidad”, aseguró. Al
contrario de lo afirmado por Uribe, de manera consistente, ninguna de las
plataformas de tráfico marítimo mostraron al Lady Defne en puertos de
Brasil. 

 

Petróleo como arroz

 

El abogado y exfiscal del Ministerio Público, Zair Mundaray, aportó más
detalles sobre el comercio del arroz con Guyana. “En este esquema corrupto
utilizan el barco Lady Defne el cual viaja permanentemente a Georgetown,
donde carga el producto y luego se dirige hacia Curazao. En esa isla cambian
los BL [abreviación de ‘Bill of Lading’, que se traduce como guía de carga]
y facturas por arroz supuestamente de Brasil”. 

 

Consultado para este reportaje, Mundaray ratificó que tanto la
“triangulación” como el cambio de papeles de la carga es para “esconder que
el arroz viene de Guyana”. “Es probable que las facturas con las que
nacionalizan la mercancía digan que viene de Brasil”, detalló.

 

En la denuncia publicada el pasado 21 de noviembre en redes sociales, apenas
dos días después de que llegara la embarcación a Punto Fijo, Mundaray había
aportado más datos: mencionó a la compañía Rayaadul Hakh Rice Industry como
proveedora del arroz guyanés, precisamente, del mismo grupo al que Alex Saab
y Álvaro Pulido compraron arroz en 2019, y detalló que empaquetadoras en
Acarigua, estado Portuguesa, son las que finalmente lo distribuyen para los
CLAP. 

 

El representante legal de Navasca no ofreció detalles sobre el proveedor de
la carga, ni de los clientes en el mercado venezolano, pero reconoció que
suelen ser tanto públicos como empresas privadas. “El arroz se distribuye a
nivel nacional y evidentemente sus receptores finales son muchos, empresas
públicas, empresas privadas, todo va a depender de quién lo necesite”,
explicó Uribe.

 

Al cierre de esta edición, Armando.Info no pudo confirmar si, en efecto, las
5.250 toneladas transportadas por el buque Lady Defne hasta Punto Fijo
fueron despachadas por Rayaadul Hakh Rice Industries, la compañía señalada
por el fiscal del Ministerio Público. “No se nos permite exportar a ese
país”, respondió escuetamente Rayaadul Hakh, al ser contactado para este
reportaje vía WhatsApp. La compañía, que en su website asegura que sus
exportaciones representan “aproximadamente 50% de la producción de arroz de
Guyana”, tampoco contestó a la petición de entrevista formulada por correo
electrónico.

 

Sin embargo, documentos adicionales obtenidos para este reportaje confirman
que Rayaadul Hakh Rice Industries ha vendido arroz para otros contratistas
de los CLAP, más allá de Alex Saab y Álvaro Pulido. 

 

En 2020, el año récord de las importaciones venezolanas de arroz guyanés,
Rayaadul Hakh Industries despachó arroz para Tropical Import, propiedad de
Walid El Hage, el empresario colombiano de origen libanés que en el pasado
ha tenido relación comercial con Hegrelin Romero Guanipa, el consignatario
de la carga del Lady Defne. 

 

Además de contratista de los CLAP, El Hage comercializó petróleo venezolano
como forma de pago por los alimentos, un esquema que derivó en el escándalo
de corrupción que provocó la renuncia de Tareck El Aissami al Ministerio de
Petróleo en marzo pasado. Aunque las sociedades manejadas por El Hage
acumulaban deudas con la petrolera estatal petrolera, al menos hasta agosto
de 2022, su nombre no apareció en la investigación del llamado caso
Pdvsa-Cripto.  

 

A diferencia del arroz que, como el del pasado 19 de noviembre a bordo del
Lady Defne,  llega y se descarga a granel y luego es empaquetado como arroz
venezolano para los CLAP, la mercancía comprada en esa oportunidad por
Tropical Import llegó en paquetes de un kilogramo bajo el sello de South
American Pearl, una de las marcas guyanesas que terminaron en las cajas
CLAP. Al igual que Navasca y Comercializadora El Cardón de Paraguaná, el
agente aduanal y la consignataria de la carga del Lady Defne, Tropical
Import, está registrada en Falcón y tiene su centro de operaciones en Punto
Fijo. 

 

Pero la conexión de Walid El Hage con las 5.250 toneladas de arroz guyanés
que recientemente llegaron al puerto de Guaranao es todavía  mayor. Walid El
Hage también controla la operación del buque Lady Defne, según fuentes que
conocen la actividad del empresario.

 

En la denuncia formulada en redes sociales, el ex fiscal del Ministerio
Público, Zair Mundaray, también señaló la responsabilidad del gobernador del
estado Falcón y dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV),
Víctor Clark. 

 

Si en 2016, cuando Nicolás Maduro creó los CLAP en medio de la crisis de
desabastecimiento que se vivía en el país, el programa encontró su tabla de
salvación en proveedores dispuestos a enviar desde México alimentos de mala
calidad para el programa socio-clientelar venezolano –ello, a pesar de que
entonces gobernaba en ese país Enrique Peña Nieto, en las antípodas
políticas del chavismo–, ahora algo similar se plantea con Guyana: un país
aliado de Estados Unidos desde donde, sin importar la disputa territorial
que mantiene con el régimen de Caracas, este aprovisiona su despensa.

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